Todo lo que nace fallece y lo que empieza termina
al menos éso parece, la muerte es tan repentina,
la noche debe acabar para que otro día comience
esto es digno de alabar aunque rara vez se piense
las semillas nos asombran, muertas parecen estar
pero una vez que se siembran empiezan a germinar
cuando alguien o algo muere otro nace en su lugar
no importa si no se quiere ni cuánto tarde en llegar
cada  año las estaciones  se repiten sin cesar
acaba una sin emociones para que otra pueda empezar
Tambien cada uno tenemos en la vida cuatro estaciones
no importa si las vivimos con lamentos o canciones
cuando la niñéz termina empieza la juventud
cuando la adultéz declina inicia la senectud
nada muere por completo, solamente se transforma
cuando de algo se está repleto debe de cambiar de forma
todo lo que en la vida vemos es constante repetición
y cuando no lo entendemos decimos que es superstición
de la vida el ciclo entero termina y vuelve a empezar
como Cristo en el madero murió para resucitar
cuando nuestro cuerpo muere el espíritu lo deja
ésto algunas ideas hiere; no muere, solo se aleja
no es ilógico creer que el espíritu retorne
y cuando nace un nuevo ser otra vez en él se encarne .