Un vendaval en la ventana
Publicado en May 28, 2013
Ya no apareces, ya no te veo
entre los peligros de vidrios rotos en el suave cortar de malas verdades; es el catatónico olor de pasteles de fresa fueron los embargos de compromiso la fuga; si te acaricio el pecho te dejo frío si mi pasión te toca el cuello lo quebrará si te beso esta vez no me vuelves a ver; son los tres maleficios de los rompe nudos de las botellas de vino en sorpresa caducas del rock and roll de fondo cuando lloras. Abiertos los brazos al mundo hay millones más y soy sólo uno costará pero volveré a ser feliz los regalos vuelven al horno los perros dejan de rabiar; te demostraré demostrándote te demostraré de una vez que a pesar que eras lo mejor que eras la única y lo mejor hay alguien más única y sublime; todo el amor que se da es todo el amor que se recibe pero las formas son misteriosas es el rasguño de un cupido cada vez más acabado. Déjalo pasar, déjalo pasar si no sufrimos no estuvimos aquí pórtate bien y hazlo mal tendrás una excusa y el rostro limpio no reconozcas que te hace daño porque lo que más te interesa te hace débil; vuelve a golpear, vuelve a golpear repite tus caricias, repite tus caricias que se enteren, que se enteren. ¿Hasta cuándo me sacarás la sangre y me llenarás de felpa? todas las quejas y todas las miradas ciegas todas esas tonterías que sientes te hicieron olvidar de que se trataba mi persona; las feromonas se diagnosticaron cómo toxicas y si quisiera volverte a ver subiría la marea sólo anhelaba no morir con... Camina en línea recta no oses voltear al fuego que sucede evita por lo que más quieras asfixiarte para todas las rosas que te roban de los momentos tuyos en manos ajenas, tiene que ser mentira, tiene que ser mentira lo has logrado con honores y nadie te recuerda. Al sonido de las arpas de tu entrada tu perfume perfecto tu sonrisa inigualable tu voz en caricia a sus oídos no le hacen sentir ni un poco; alguien más estará esperando su boleto cuando de rabia se haya destruido el teatro las tragedias que suceden son las de siempre Julieta ya no quiere a Romeo, ya no le quiere el amor incondicional voló en mil pedazos. ¿Hasta cuándo me sacarás la sangre y me llenarás de felpa? todas las quejas y todas las miradas ciegas todas esas tonterías que sientes te hicieron olvidar de que se trataba mi persona; las feromonas se diagnosticaron cómo toxicas y si quisiera volverte a ver subiría la marea sólo anhelaba no morir con un adiós.
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Eliza Escalante