Edward y Hannah (final)
Publicado en Aug 27, 2009
Pasaron semanas mientras Edward pensaba en la pelea que habìa dejado como resultado un profundo dolor en el alma, antes, cuando no vèìa a Hannah era bastante triste, pero ahora era un suplicio, cada vez que cerraba los ojos se imaginaba su hermoso rostro detràs de los pàrpados. El sentir que ella seguramente estarìa con otro hacìa que los celos se apoderaran de el como fuego negro, el pensar que por su culpa ella estarìa sufriendo le hacìa querer morirse.
Hannah estaba peor de lo que Edward se imaginaba, apenas comìa y dormìa, no salìa de la casa aunque sus padres le rogaban, su vida ya no tenìa sentido, sus sueños estaban marchitos, agonizando... como su corazòn. No queria que llegara la noche pues , cuando dormìa, soñaba con su amado, dejàndola sola. Pero un dìa Edward ya no pudo màs, sentìa que el corazòn estaba murièndosele poco a poco, amaba tanto a Hannah que no lo pensò dos veces y acudiò a su madre y le platicò todo lo que pasaba, a lo que ella simplemente respondìo. -Edward, eres mi hijo y te amo, asi que sòlo te dirè que el amor no se debe tomar a la ligera-lo mirò severamente y le preguntò-¿La amas? Edward suspirò y respondiò. -Madre, la amo mas que nada en el mundo, darìa mi vida por ella, darìa mi ser por esa mujer. Elizabeth simplemente se quitò su bello anillo de compromiso del dedo y se lo entregò, Edward lo entendiò de inmediato y lo tomò con rapidez, besò a su madre en la mejilla y se fue, dejàndola con làgrimas de felicidad en los ojos. Edward recorriò las calles de Chicago trotando, querìa llegar a ver a su amada, querìa postrarse frente a ella y pedirle matrimonio como Dios mandaba, añoraba estar con ella para siempre. Llegò a la casa de los Mcoy jadeando y algo mareado, sabìa que el padre de Hannah querìa matarlo por hacerle daño a su hija pero no le importò, nada le importaba mas que ella. Efectivamente, cunado tocò la puerta la señora Macoy lo mirò con cara de pocos amigos. -¿Què quiere señor Mansen? -Hablar con su hija, por supuesto. -Pues creo que no se va a poder puesto que mi hija tiene mejores cosas que hacer que estar contigo, chico imbècil. A Edward le habrìa causado poca gracia que la madre de Hannah le hablara de esa manera pero apenas y sintiò molestia. -Mire, vengo a pedirle matrimonio a su hija-al ver que la mujer abrìa la boca para responder la interrumpiò- Ya se que fui un imbècil, inepto, tonto y estùpido, pero por favor señora Mcoy dèjeme disculparme, yo quiero a su hija de verdad. Alice Mcoy vio que el muchacho hablaba en serio y asintiò con la cabeza. -Està en su habitaciòn. La mirada de agradecimiento que le dedicò Edward valiò mas que millones de gracias. El joves subiò al cuarto de Hannh y tocò la puerta. -Adelante- era la misma voz, tal angelical, tan bella. Cuando Edward entrò no pudo evitar sentir un nudo en la garganta, ahì estaba Hannah, estaba casi igual a como la recordaba, sòlo que ahora estaba pàlida y mas delgada, el fuego de su mirada se habìa apagado un poco pero era tan hermosa aùn. Hannah lo mirò con ojos como platos para luego recuperarse mirarlo con odio fingido. Edward ni siquiera dijo hola, simplemente se arrodillò a sus pies y comenzò a sollozar, la joven no daba crèdito a lo que veìa, jamàs habìa visto llorar a Edward, entre sollosos el muchacho se disculpò. -¡Por favor perdòname!¡Dime que perdonas a este imbècil y engreido tonto!¡Nunca quise hacerte daño y jamàs lo volverè a hacer!¡Pero por lo que mas quieras dèjame volver!. En ese momento Hannah se hechò a llorar con un gran sentimiento, se arrodillò junto a el y lo abrazò, oh ¡Cuànto lo amaba!¡Cuànto habìa esperado ese momento!, ambos jòvenes estaban tan perdida e incondicionalmente enamorados que se besaron con furia y con pasiòn, habìa fuego por todas partes, en cada lugar en donde ambos se tocaban sentìan una descarga elèctrica al corazòn, Hannah no podìa para de tocarle el rostro al hombre de su vida, y Edward no podìa para de acariciar su cabello , sus brazos..... Cuando ambos empezaron a jadear en busca de aire se separaron y se miraron a los ojos, ahora la muchacha volvìa a tener vida. Se miraron a los ojos por un rato hasta que Edward recordò que no sòlo estaba ahì para besarla. La ayudò a pararse y la abrazò mientras le decìa al oìdo. -Por favor, dime si ya no sientes lo mismo y lo entenderè, pero si aùn me quiere suèltalo. Hannh sonriò y habloò con el corazòn. -Simpre te he amado y simpre te amarè, no importa lo que pase y eso no cabiarà nunca. eso bastò para que Edward se separar de ella y se arrodillara de nuevo, la chica derramò una làgrima mas mientras daba gracias a Dios por ese momento. -Hannah Eloize Mcoy ¿Aceptarìas ser mi esposa? Hannh estaba tan emocionada que gritò la respuesta. -¡Si! Eso bastò para que Edward le pusiera el anillo y la besara otra vez, no sòlo besaba a su novia, si no que tambièn a su prometida. Casi toda la ciudad se enterò del suceso del año: La boda de los Mansen-Macoy, èsa fue una època llena de felicidad pero nada dura para simpre.... Cierto dìa , a unas semanas de la boda Hannah tuvo que ir por su vestido de novia a New York con sus padres, Edward se quedarìa para terminar los preparativos, no sabìa que al despedirse lo hacìa para simpre. La peste española atacò a todo Chicago y se llevò muchas vidas; incluyendo a los padres de Edward y casi al propio Edward(Leer los libros de Crepùsculo). Mientras Hannh tuvo que quedarce en New York hasta que terminò la peste, cuando llegò a chicago, de inmediato comanzò a buscar frenèticamente a Edward ....Hasta que dio con la noticia que toda la familia Mansen habìa muerto. Querìa morirse, darse un balazo y acabar con la agonìa y el dolor, querìa morir para estar junto a el, pero algo se lo impidiò: estaba embarazada de Edwrad. Eso fue lo ùnico que la mantuvo con vida, su bebè, su pequeño Edward.Como siempre pasa en esta vida Hannah muriò a los sesenta años, su hijo tuvo otro hijo, ese hijo tuvo otro y èste ultimo tuvo una hija, la pequeña Janinne. Esta historia NO es de la utora de los libros de Crepùsculo, es un fanfic hecho por mi, espero que les haya gustado
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Stephanie
WooW
esta mui padre i recuerda qe soy tu fan #1!
haha
una vez mas te lo digo deverias ser escritora!
no lo has pensado?
hahaha
bnoo te cudias i sigue escribiendo historias como estas
sniff-sniff
Sandra Miranda
Lo adoro