1. Entre Dios y una amiga
Publicado en Aug 27, 2009
¡Que tormento el mío! Nunca pensé que Dios sería amigo inseparable de mi vida y aquel que me vería sufrir hasta llegar a tener una gran herida; caerme hasta hacerme nada y levantarme para alegrar mi alma. Él me enseñó a caminar como a un niño cuando sus primeros pasa da, pero nunca pensé que me llamaría Y que su palabra yo predicaría. Jamás olvidaré aquel momento de la llamada: ¡Ven y sígueme! Es lo que me decía y yo acepté con alegría a pesar de la duda que en mi había porque no sabía si esto lo mío sería. Pero tan grande es el destino y esta cuidad es tan chica, que una muchacha apareció en mi vida y tanto me gustó que asombrado me dejó. Ahora, dejé a Dios de lado que de mi, él se habrá decepcionado, pero a ella la amo tanto porque mi corazón ha cautivado. Cuando veo hacia atrás, recuerdo el llamado y cuando vuelvo la cabeza, recuerdo que la amo. uno me dice ven y, ahora, a ella la amo. Entonces, todo está claro: a ella es la que amo y a Dios lo he abandonado a tal punto que lo he defraudado. 8 de agosto del 2000 Jonathan Aquije
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