Sueño 34 (Diario).
Publicado en Jun 17, 2013
Sigo igual. Resulta que 16 más 18 son 34. Comienza con la conquista de un nuevo continente entre los rosales y la rosa roja es la primera y única que se hace grande al otro lado del Atlántico. 16. Justo un año antes, en la cima, yo voy hacia el 18. La mejor prueba de lo que vivo es afrontar mi juventud sin querer saber nada salvo jugar y jugar a resolver adivinanzas que siempre terminan entregándome su causa.
16 más 18 son 34. El sueño es un diálogo eterno y el objetivo son las palabras. Hablar para darle confianza. Y Ella se convierte en la única. Salió bien. El pintor estuvo siempre donde debía estar, marcó el tiempo con su pincel madrileño y, llegado el ecuador de nuestras cortas distancias, moví mi libre sensación de líder sobre el terreno de juego. Jugar a ser referencia y jugar a ser diferencia. Convertirse en lo que soy. Solamente en lo que soy y en lo que es Ella. 16 más 18 son 34. Ya metido en mi interior, cambio el punto de encuentro. Posiciones de descanso sin que nadie pueda frenar ya mi empuje. Me hago líder del juego y, al final, con el momento bien orientado, ya no tomo treguas. 16 más 18 son 34. Parece fácil si se ve de lejos, pero tengo la sensación de que voy cumpliendo constantemente sobre el terreno de juego. Atrás quedan quienes no significan nada importante. A partir de ahora, en los instantes, alcanzo sucesivamente las evidencias de todas mis certezas. No renunciaré jamás al 16 más 18 que suman 34. Es la inapelable realidad de un sueño verdadero. Quienes se hagan los ciegos que miren para otro lado, porque no les tengo en cuenta. A mí me sobra con las palabra final y una síntesis perfecta. Desde el ayer hasta el ahora sigue siendo lo mismo: 16 más 18 son 34. No me interesan los que se hacen pasar por ciegos ni los que no quieren oír. Sólo me interesan los ojos con Luz de Ella y su Voz. Y pienso solamente en que 16 más 18 son 34 y siempre es y será así. Estamos a 17 de junio de un año original. 1956. Quien no entienda esta clase de milagros que siga sus propios caminos, pero yo no cambiaré de Destino jamás. El tiempo es lo que vivo en mi eternidad junto a Ella. Enciendo un cigarrillo. 16 más 18 son siempre 34. Louis Philippe de Ségur decía: "Sin moralidad, las instituciones no son nada". Pero a mí, en plena juventud 18, no me interesan para nada las instituciones sino solamente su plena juventud 16. Por eso digo: "Con moralidad sus besos lo son todo".
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