Malabarista de mis sueños leves...

Contigo siempre, siempre contigo, 
malabarista de mis sueños leves...
marco mi frontera de los sueños y, 
en medio de un oasis de palabras, 
rompo el silencio del anochecer. 

Filósofo del mundo y de la vida
contigo, malabarista de mi ruta
entre mares, entre tierras, entre aves...
me hago manto en el invierno
para dar cobijo a tus miradas
y, más allá de los cristales,
en canto convierto la existencia. 

Yo no soy el que duda en los vacíos; 
ni el que rompe la promesa sin futuro...
soy el que trae ceñido entre tus labios, 
un beso de exilio en el viaje 
que se adentra...
vida adentro... 
en el alma de las albas refulgentes. 

Quedarme quieto entre tu cuerpo
es ser solamente un peregrino
de los versos y las notas
desgranadas en un alba somnolienta. 

Si sueño soy pájaro de nadie
más que de tu presencia en mi alcoba. 
Después... 
nada... 
sólo la existencia eterna.
y tu nombre engendrado en mi memoria.