Historia de "Thaler" (Novela) -Captulo 6-
Publicado en Jun 20, 2013
Historia de "Thaler" (Novela) -Capítulo 6-
17 de octubre de 1908. Cruce entre las calles California St y Montgomery St de Los Ángeles de California, Estados Unidos. - A ver si paseando todo pasa... Como si James Cono hubiera premonizado una amenaza, surgió la desgarbada figura del temible asaltante Bob "Sponge" quien, saliendo al encuentro de él, le puso un cuchillo cerca del cuello... - ¡¡Dame todo el dinero que lleves encima, mamarracho, o te convierto el cuello en mil rodajas de pepino!! A James Cono le corrió un sudor frío por la frente cuando sintió el gélido contacto del cuchillo de Bob "Sponge" a la altura de su yugular. Pudo, con grandes esfuerzos y tragando saliva, articular una frase... - ¿Quién... quién... quién eres tú... forastero? - ¿No reconoces a Bob "Sponge"? - ¡Cielo santo! ¡El gran Bob "Sponge" en persona! - ¡Menos cachondeo conmigo porque sólo mido 1'50 de estatura o no vuelves a ironizar nunca más en tu podrida vida de topo! - Esto... esto... ¿podríamos hablar como dos personas civilizadas? - ¿La civilización? ¡Déjate de civilizaciones ahora y suelta todo el dinero, avaro! - Pero si yo soy muy dadivoso con los menesterosos... - ¿Me estás llamando muerto de hambre, miserable? - No... no... yo... esto quiero decir... que si necesitas... - ¡¡Yo no necesito limosnas!! ¡¡No soy un pordiosero!! - Ya... ya... pero yo... - ¡¡Pero tú solamente eres una rata de cloaca!! - Está bien... está bien... soy una rata de cloaca pero quiero vivir... - ¡Si quieres vivir dame todo el dinero que llevas encima o vas a desear morir pronto cuando te vaya cortando en rodajitas! - ¡No! ¡¡Eso no!! - Entonces suelta la pasta. - En el bolsillo izquierdo de mi pantalón tengo un fajo de billetes. - ¿Un fajo de billetes nada más? - Si... eso es... un fajo de diez billetes de los grandes... Bob "Sponge" bajó el cuchillo mientras sacaba el fajo de billetes, lo cual aprovechó James Cono para darle un empujón que le hizo caer al suelo con los diez de los grandes en su mano izquierda. James Cono quedó paralizado de miedo cuando Bob "Sponge" se levantó como un resorte y volvió, una vez que el cuchillo quedaba en el suelo, a agarrarle por la pechera con su mano izquierda mientras con la derecha buscaba en el bolsillo de su pantalón. - ¡¡Tienes pechuga de pollo, gallinazo!! ¡Dame todo lo que tengas guardado en los demás bolsillos o te convierto en pechuga de gallinazo al horno! Bob "Sponge" acababa de encender su mechero y lo acercó a los ojos de James. - ¡¡Si no me das el resto de lo que tienes te quedas más ciego que Homero!! - ¿Homero era ciego? - ¡¡Eso me dijeron en la escuela cuando yo era un buen chico!! - ¿Y... y... y... y por qué te dedicas a esta vida de maleante si podrías haber seguido estudiando hasta convertirte, por lo menos, en Vicepresidente de la Nación? - ¿No me crees capacitado para haber llegado a ser Presidente? - Esto... esto... esto... sí... claro... eso quise decir... - Pues como me consideras tanto considera que yo también te considero y porque te considero lo mismo que tú me consideras a mí te perdono la vida si me entregas todo el resto de lo que llevas encima. - No... no... no... Bob... yo te considero mucho más... esto... mucho más de lo que me consideras tú a mí... - ¡Vamos ya a dejar de considerarnos tanto mutuamente el uno al otro y suelta todo el dinero que lleves encima! Bob "Sponge" apagó el mechero y se lo volvió a guardar en su bolsillo derecho pero siguió agarrando por la pechuga, con su mano izquierda, al asustado James Cono quien con su mano izquierda sacó el reloj y empezó a balancearlo ante los ojos atónitos de Bob "Sponge"... - ¡Tengo esto! ¡Míralo! ¡Míralo bien y fíjate en su suave pendoleo! Izquierda... derecha... izquierda... derecha... izquierda... derecha... Bob "Sponge" miraba continuamente el reloj que se balanceaba ante sus ojos, soltando la mano de la pechera de James Connors mientras éste pensó que su trampa hipnótica ya había surgido el efecto deseado... - ¡Jajajajaja! ¡¡Jajajajaja!! ¡¡¡Jajajajaja!!! Ahora vas a hacer todo cuanto te diga porque eres feliz Bob "Sponge"... muy feliz... enormemente feliz... Bob "Sponge", absorto en el movimiento del reloj, no decía nada. - ¡Eres tan feliz, Bob "Sponge", que tienes ardientes deseos de regalar todo lo que llevas puesto! Bob "Sponge", con su mirada perdida en el vacío, parecía realmente bobo sonriendo con su diente de oro destacando en su muy mellada dentadura... - ¡¡Ahora mismo te ordeno que te vayas quitando toda la ropa y la vayas dejando en el suelo hasta quedarte completamente desnudo!! La reacción de Bob "Sponge" fue inmediata pero no como esperaba James Cono sino propinándole una fuerte colleja en la nuca. - ¿Tú eres tonto desde que naciste, James Cono, o la tontería te empezó desde que inauguraste tu repugnante cueva de Los Cuarenta Ladrones? ¡Le Violon que chante! ¡Le Violon que chante! ¡Vaya tontería de nombre que le has puesto a tu madriguera, zorro sarnoso! - Esto... yo... creía que... - ¡Eres muy tonto... de verdad que eres muy tonto... tan tonto tan tonto que más tonto que tú no lo puede ser nadie en todo el orbe terráqueo! ¿Tú te crees de verdad esa tontera y media de que puedes hipnotizar a la gente? Bob "Sponge", sin parar de sonreír enseñando su mellada dentadura donde brillaba, a la luz del sol, su diente de oro, volvió a dar otra colleja en la nunca de James Cono. - ¡Más tonto no se puede ser, James! - Bueno... bueno... perdona bobo... digo Bob... yo sólo quería hacerte la vida más feliz... - Pues ya que, al parecer, eres como el buen samaritano... ¡¡ya puedes darme todas las monedas que lleves encima y de paso tiras ese viejo y cochambroso reloj a la basura!! - Oye, bobo... digo Bob... ¿tú eres bobo o qué te pasa?... - ¿Qué es lo que te pasa a ti ahora? - ¡Este reloj forma parte de toda la historia genealógica de los Cono desde que vinieron desde el País de Gales! Bueno... no sé bien si vinieron del País de Gales o del País de Irlanda... pero... ¡¡es un reloj con inmejorable pedigrí!! ¡Tienes que tener en cuenta que fue fabricado en Nüremberg y que mi abuelo tuvo el gran detalle de dármelo como herencia!! ¡La única herencia que recibí de mi abuelo que en paz descanse por ser tan generoso conmigo! Bob "Sponge" dió una tercera colleja en la nuca a James Cono. - ¡Ese reloj está tan pasado de moda como tu cerebro de mosquito! ¡¡Tira ese reloj a la basura!! ¡Te lo digo yo pero haz como que te lo está diciendo un amigo! ¡¡Deja por una vez de hacer el chamarilero intentando colar una bisutería barata a un inofensivo comprador y dame todas las monedas que lleves encima!! Cuando Bob "Sponge", a pesar de medir solamente 1,50 de estatura, agarró con sus dos manos nuevamente la pechera de James Cono y lo levantó un palmo del suelo, éste comenzó a cerciorarse que el asunto era mucho más grave de lo que suponía. Y ahora que le había fallado lo del hipnotismo estaba asustado de verdad. - Esto... oye bobo... digo Bob... ¿puedes bajarme de aquí? ¡Me estoy mareando de verdad! - ¡Hasta que no me des todas las monedas que lleves encima te vas a quedar mas colgado que Judas Iscariote después de tomar marijuana! - ¡¡Te lo pido por piedad, "Sponge"!! - Yo a la única Piedad que le hago caso porque es la única Piedad que me interesa es una prima mía de Tijuana, a la cual no la llamaron Mari Juana por culpa de un descuido de su madre. - Entonces... ¡¡Por tu prima Piedad bájame ya al suelo!! - Veo que tienes miedo, florentino, así que te bajaré al suelo para que sigas enamorado de tus narcisos, tus jacintos y hasta tus claveles. ¡Qué maravilloso jardín tienes, florentino! ¿De verdad estás enamorado de tus narcisos, tus jacintos y hasta de tus claveles? A ver si va a resulta que es verdad lo que dicen... - No sé... no sé... no sé lo que dicen... pero es verdad que estoy enamorado de mis narcisos, de mis jacintos y hasta de mis claveles... escucha como canto a ver si te enterneces un poco. - ¡¡Canta, bellaco, canta!! - Es que... meme... meme... meme... - ¿Qué te pasa ahora, memo? ¿Has perdido la memoria? - Meme... meme... meme... - ¡¡De verdad que eres memo, James!! - No. Que quiero decir que me falta una guitarra y sin guitarra pues... - ¡¡Pues o cantas sin guitarra o te sueno como a unas maracas!! Bob "Sponge" empezó a bambolear a James Cono de un lado hacia otro pero sin bajarlo al suelo. - ¡¡¡Que me voy a marear de verdad!!! - ¡Pues entonces canta, margarito! - Si no dejas de menearme no puedo cantar... - Te voy a dejar de menear pero como no cantes... - ¡Que sí! ¡¡Que de verdad canto si me dejas quieto!! Una vez que Bob "Sponge" dejó de menear a James Cono este se arrancó y comenzó a cantar como alma en pena... - ¡¡¡Yankee Doodle vino a la ciudad, cabalgando en un poni. Puso una pluma en su gorra y la llamó macaroni!!! - ¿A eso lo llamas tú cantar? ¡¡Lo haces peor que mi abuelo en la época de las hojas caídas!! - Espera que termine a ver si te gusta cómo acabo. - Al que no le va a gustar como vas a acabar es a ti, avaro. Hasta para cantar eres poco generoso. ¿A eso lo llamas cantar? - Es que todavía no he terminado... - A ver cómo terminas pero ya puedes imaginártelo, basura. James Cono volvió a sacar a relucir su voz como de flauta dulce... - ¡¡¡Yankee Doodle, sigue. Yankee Doodle arenoso; está atento a la música y al paso y sé hábil con las chicas!!! Bob "Sponge", a pesar de lo enfadado que estaba, no pudo más que soltar una enorme carcajada... - ¡¡¡Jajajajaja!!! - Entonces... es que... es que... es que... - Es que... ¿qué pasa? - ¿He cantado bien? - ¡Cantas peor que un cura en medio de las chavalas de un casino y a punto de ser arruinado! - Eso quiere decir que... - Exacto! ¡O me das todas las monedas que lleves encima o te convierto en pulpa de tamarindo! - Eso... eso... eso... - ¿Qué pasa con eso? - Que quiero otra oportunidad. - ¿Para seguir cantando? - Tú lo has dicho, "Sponge"... - ¿Y qué quieres demostrar ahora? - Que canto mejor que "la Bella Raquel". - ¿Y se puede saber quién esa tal "Bella Raquel"? ¿Alguno de tus amiguitos? ¡¡jajajajaja!! - No te rías tanto. Es la gran Raquel Meller, nacida Francisca... - ¿Alguna franciscana tal vez? - Serás muy famoso como asaltante pero en música eres más analfabeto que San Francisco de Asís. - Pues recuerda que esto es Los Ángeles de San Francisco y no estoy hablando de broma. Bob "Sponge" atizó una nueva colleja en la nuca de James Cono. - ¡¡Ya estoy harto de que me des collejas, Bobo... digo Bobo... digo Bobo... digo Bobo... esto.. no... Bobo del todo no sino solo Bob!! - Entonces, si quieres abreviar tu calvario, suelta todas las monedas que llevas. - Te prometo que nunca llevo monedas encima porque me dan mala suerte. - ¡Eso se lo cuentas a la franciscana Raquel! De repente James Cono recordó a "Thaler"... - Esto... pues sí... llevo una moneda... - ¿Sólo una moneda nada más? - Sólo una moneda nada más y estoy más arrepentido por llevarla que un monje encerrado en el presidio de Alcatraz por haber bebido más de la cuenta. - O estás borracho o estás más majara que Napoleón Bonaparte. - ¿Te interesa o no te interesa un dólar? - ¿Sólo tienes un dólar de verdad? - No sé si será de verdad pero es un dólar... Bob "Sponge" le pegó otra colleja en la nuca a James Cono. - ¡Dame de inmediato ese dólar, miserable! - Esto... claro... yo... soy miserable... pero tú... - ¿Algo en contra de mí? - No... que quiero decir que tú... tú... eres muy misericordioso... - No me vengas con complejos religiosos para que se me ablande el corazón y suelta ya ese dólar. James Cono descubrió que si no le daba a "Thaler" las collejas en la nunca podían a llegar a ser infinitas y sacó, cuidadosamente, el dólar del pequeño bolsillo izquierdo de su chaleco. - ¡Toma! ¡¡Es tuyo para toda la vida!! ¡¡¡No quiero saber más de "Thaler"!!! - ¿De verdad no estás loco, James? - No estoy loco. ¡Se llama "Thaler"! "Sponge", sin soltar el fajo de los diez billetes de a cien, tomó a "Thaler" con su mano derecha y una especie de energía superior se apoderó de su personalidad. Debido a ello, arrojó a James Cono al centro de la calzada justo en el momento en que aparecía el Ford T conducido por el multimillonario John Mac Heroe, "El Rey del Petróleo" en California, quien, para evitar atropellar al caído Cono dio un volantazo que hizo que el Ford T se subiese a la calzada y se estrellara contra la pared atrapando a Bob "Sponge" a la altura de dus dos rodillas. El siempre malhumorado John Mac Heroe salió de su automóvil justo en el mismo momento en que James Cono aprovechó la ocasión para salir a toda velocidad hasta perderse por la siguiente esquina. - ¡¡Entró, entró, Mac Heroe!! ¡¡El carro entró!! Pero, por favor, por piedad, por caridad o por las tres cosas al mismo tiempo... ¿podría sacarme de este atolladero en que me hallo? - ¡¡¡Imbécil!!! - ¡¡Entró, entró, Mac Heroe!! ¡¡De verdad que entró!! Pero... ¿podría apartar ya de mí este armatoste? ¡Me parece que tengo rotas las dos rodillas! - ¡¡¡Cretino!!! - ¡¡Entró, entró, Mac Enroe!! Pero... por Dios, por la Patria y por el Presidente... ¿podría ya hacerme el gran favor de quitar este cacharro? - ¿Que mi Ford T es un cacharro? ¿Qué estás diciendo, mentecato? ¡Es un regalo de mi gran amigote de farras y cachondeos nocturnos Henry Nord! ¡Me lo han traido desde Detroit! ¿Qué me dices ahora, bobo Bob? Eres mucho más bobo de lo que te crees. ¡Este Ford T es, nada más y nada menos, que "Tin Lizzie"! A Bob "Sponge" le entró una incontenible carcajada... - ¡¡¡Jajajajaja!!! ¡¡Pequeño coche de lata!! ¡Qué risa! - ¿Te hace mucha risa, bobalicón? ¡Voy a darte tortazos hasta en la tarjeta de identidad a ver si también te da más risa todavía! El siempre malhumorado John Mac Heroe, sin decir nada más, comenzó a darle tortazos en el rostro a Bob "Sponge" con ambas manos, comenzando con la derecha, y llevando la cuenta en volz alta. - ¡Una! ¡Dos! ¡Tres! ¡Cuatro! ¡Cinco! ¡Seis! ¡Siete! ¡Ocho! ¡Nueve! ¡Diez! ¡Once! ¡Doce! ¿Qué me dices ahora, bobo Bob? Eres mucho más bobo de lo que te crees. - Que entró, entró John Mac Heroe, que te juro que entró toda la serie... - Ya lo sé que entró del todo... ¡pero mira cómo has dejado la matrícula y apréndetela de memoria porque nunca jamás la vas a olvidar desde el día de hoy! - Ya. Ya la veo. Es H-2127-BBB. Supongo que lo de la H será porque tu amigote de fiestas opíparas se llama Henry y lo de BBB será por lo de Bueno, Bonito y Barato. - Lo de Bueno y Bonito por supuesto que es cierto pero en cuanto a lo de Barato ya me lo dirás después de que me hayas pagado todos sus desperfectos. - Pero John... ¿es que vas a tener tan poca vergüenza como para hacer que pague yo los desperfectos de tu pequeño coche de lata? - ¡Deja de reírte de mi carro! A partir de ahora llámale "Flivver"... ¿entendido?... - ¿Me vas a hacer pagar a mi los defectos de tu "Flivver" sabiendo que yo soy un hombre pobre? - ¡Miserable! ¿Cómo puedes llamarte hombre pobre cuando vives a cuerpo de rey robando a las gentes que te rodean? ¿No te da vergüenza asaltar a tus propios vecinos y vecinas? - Es que soy pobre y tengo derecho a ser rico... - El derecho a ser rico sólo lo tenemos los que nos lo hemos trabajado día tras día... así que como los hombres pobres no pueden tener dinero porque entonces dejarían de ser hombres pobres y perderían su personalidad de hombres pobres.. ¡¡trae acá, de inmediato, todo el dinero que tienes en tus manos!! El facineroso malhechor Bob "Sponge" entregó todo el fajo de billetes de a cien al multimillonario "Rey del Petróleo" de Los Ángeles. - ¿Qué guardas en tu mano derecha, facineroso? - Sólo... sólo... sólo... - No me importas si vives solo o vives con cincuenta... - No... no... no... - No me importa si no vives con cincuenta y vives sólo con cuarenta y nueve nada más. A mí los líos sexuales no me interesan para nada... ¡así que suelta lo que guardas en la mano derecha y si tienes cincuenta queridas o tienes solamente cuarenta y nueve queridas se lo cuentas al cura de tu parroquia bajo secreto de confesión pero a mí no! ¿Entiendes, bobo de Bob? ¡No eres más tonto porque más tonto que tú ya sería ser gilipollas! - Es que... es que... es que yo... - ¡Es que tú eres más tonto que un tontarras! ¡Más tonto que tú sólo lo es Albert! - ¿Quién es Albert? - El periodista homosexual del "Los Ángeles Chronicle que... a decir verdad... es como Alberto De la Madrid... o sea... tú ya me entiendes... - Yo entiendo que tengo derecho a tener un dólar. - ¡Tú no entiendes más que de cochinadas! ¡Un hombre pobre como tú no puede tener ni un sólo dólar porque entonces dejaría de ser pobre! Bob "Sponge" se dio cuenta de que era imposible quedarse con "Thaler" así que abrió su mano derecha y dejó que el multimillonario John Mac Heroe se lo arrebatase con un golpe de furia al cual siguió otra serie de doce tortas a dos manos pero empezando, ahora, con la izquierda. - ¡Uno! ¡Dos! ¡Tres! ¡Cuatro! ¡Cinco! ¡Seis! ¡Siete! ¡Ocho! ¡Nueve! ¡Diez! ¡Once! ¡Doce! - ¡Ayayay y ayayay y doce veces ayayay! - Pues si ya tienes suficientes ayayay esto es lo que hay. Y John Mac Heroe se fue alejando... - ¡Jon! ¡¡John!! ¡¡¡John!!! Mac Heroe detuvo su caminar. - ¿Qué te sucede, "Sponge"? - ¡¡¡Sácame de aquí!!! - Espera a que pase por aquí el bondadoso Alberto De la Madrid, el famoso "The University of Chicago", y yo no se si puede o no puede cagar, y te rescata a cambio de una buena crónica de Sucesos. A lo mejor hasta, gracias a ti, ese capullo consigue el Gran Premio de la Prensa de California. Y John Mac Heroe se fue alejando, apesar de los gritos de desesperación de Bob "Sponge", mientras iba lanzando al aire a "Thaler" para recogerlo antes de caer al suelo. - Me parece que me vas a traer buena suerte, pequeñito. La luz del Sol, sobre el dólar, daba la imaginativa sensación de que la efigie de Abraham Lincoln sonreía maliciosamente.
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