¿Es lo mismo consumir que derrochar? (Reflexiones)
Publicado en Jun 21, 2013
Existen, hoy en día, muchos falsos "profetas" atacando al consumismo. Existen, hoy en día, muchos falsos "profetas" que hablan sin conocimiento. Existen, hoy en día, muchos falsos "profetas" que nos consumen la vida con sus estentóreas amenazas económico apocalípticas. ¿Es lo mismo consumir que derrochar? Existen, hoy en día, muchos falsos "profetas" que desconconen esta diferenica. Les conviene confundir al mundo.
Lo primero que yo les haría recordar a todos esos falsos "profetas" que tanto atacan al consumismo es la frase de Gilbert Keith Chesterton que dice: "el ahorro es poético, porque es creador; el derroche no es poético, porque es destructor". Entonces, con dicha frase bien aprendida, se descubre una gran verdad. Entramos en la cuestión principal. No es lo mismo consumir que derrochar. Todos esos falsos "profetas" del anti consumo deberían saber, antes de hablar sin saber lo que dicen, que el consumo es, precisamente, una función básica, primordial y hasta elemental, para producir el desarrollo económico de cualquier nación, país, región o comarca. ¿Seguimos explicando? Seguimos. Escribió Malraux que no le gustaban los pobres. Y lo dijo dejando la siguiente frase: "Aquellos por los que voy a combatir, los prefiero sólo porque ellos son los vencidos, aunque sé muy bien que llegarán a ser abyectos cuando hayamos triunfado". Atención a esta magnífica declaración de Malraux, porque a nadie le gustan los pobres (digan lo que digan y hagan lo que hagan los comunistas que se empeñan en que todos seamos no sólo pobres sino paupérrimos como lo han demostrado a lo largo de toda la Historia de la Humanidad). La cuestión principal es que sin consumo los pobres proliferan por todas partes cuando se estanca la economía. Muchos falsos "profetas" del anti consumo deberían ser bastante más cultos no sólo para decir frases más o menos revolucionarias pero muy estúpidas sino que deberían volver a leer para ser, además de economistas (¡vaya economistas que defienden la pobreza!), bastante más sociólogos y hasta psicólogos de los pueblos y de las comunidades de personas, de los desarrollos nacionales en toda la existencia de esta palabra. El consumo no sólo evita que las economías se estrangulen sino que, además, al hacer mover el flujo de los capitales dinerarios, crean riqueza y, al crear riqueza, eliminan la pobreza. Por eso muchos falsos "profetas" del anti consumo deberían volver a las escuelas de primaria para entender la enorme diferencia que existe entre consumo y derroche. Se oyen pájaros por todas partes (como dice Raúl del Pozo en "El Mundo") pero muchos de esas clases de pájaros sólo dicen estulticias (que les interesan por descontado) como cacatúas con intereses ocultos. El consumo no es el factor que ha provocado la hambruna mundial. El factor de dicha hambruna mundial es el derroche. Si el PIB asciende es que el consumo asciende. Repito que sería cuestión de que tantos falsos "profetas" que predican la actual "apocalipsis" mundial deberían volver a las aulas de la enseñanza primaria para entender lo que el desarrollo de las naciones, países, regiones y comarcas. Deberían volver a aprender el ABC de la Economía, en vez de hablar como cacatúas. Llevar la razón es llevar la razón y ocultar la razón es el mecanismo con que actúan dichos falsos "profetas"; pero sucede que éstos últimos sólo aplican la razón cuando les conviene ocultar sus derroches. Estudiosos de la macroeconomía y de los datos megatómicos, confunden las habas con los guisantes. Consumir es que todos podamos comer habas, mientras que derrochar es que ellos -los falsos y orondos "profetas" de la Economía- sólo son los que comen las habas mientras los demás estamos ya hartos de tener que comer guisantes. Ahora va a resultar que un poeta les tiene que dar una verdadera lección de Economía a los falsos "profetas" del anti consumo. ¿Tienen miedo a la alegría de los pueblos? Quizás sean ellos el origen de los traumas y las frustraciones que asolan a este planeta mientras hablan sin saber lo que dicen o, mejor dicho, hablan ocultando lo que saben. Deberían pensar un poco, solamente un poco, antes de hablar o, mejor todavía, que cerrasen sus bocas para siempre. Si tomamos la Historia de la Humanidad y la analizamos tranquilamente, nos damos fácilmente cuenta de que el consumo general (todo lo opuesto al derroche de unos pocos) es lo que ha conseguido los grandes momentos del desarrollo de las naciones, de los países, de las regiones y de las comarcas. Se oyen a muchos pájaros (pájaros "de cuenta" por cierto) hablando tonterías de anti consumo pero con sus bolsillos llenos de monedas y con suculentas cuentas bancarias en los paraísos fiscales... mientras muchos mendigos están escarbando en la basura y los niños hambrientos mueren por falta de alimentos. Culpa del amarillismo anglosajón sin duda alguna. De ese amarillismo anglosajón del que provienen (y no es casualidad) la inmensa mayoría de estos falsos "profetas" del anti consumo pero que tienen, cada día, más llenas sus barrigas. Con sus derroches (lo opuesto al consumo por supuesto) están destruyendo economías enteras. Hablan de que la culpa la tiene el consumo pero ellos cada vez derrochan más y sus panzas engordan, cada día, más que la de Sancho. Los falsos "profetas" del anti consumo hace ya mucho tiempo que están intentar "colarnos" el cuento de que es el consumo, y no su derroche, el que nos está haciendo vivir en la UCI de la Economía de Emergencia. ¿Es el consumo el culpable de la actual situación económica mundial o es el derroche de estos falsos "profetas" del anti consumo que no se pierden ni tan siquiera una sola comilona diaria? Es defintiva, el consumo desarrolla mientras el derroche estrangula. Y entre el desarrollo del consumo y el estrangulamiento del derroche yo, al menos yo, elijo seguir viviendo; porque resulta que el consumo es solidario mientras el derroche es la egolatría de estos numerosos falsos "profetas" que hablan por hablar, gesticulan por gesticular y esconden sus barrigas debajo de las mesas para ocultar que viven opíparamente sus derroches mientras otros millones de seres humanos se mueren de hambre por falta, precisamente, del consumo en sus economías. ¿Es falso o es verdadero cuanto estoy diciendo? Quien no se lo crea que estudie libros básicos de Economía Elemental y se darán cuenta de que es cierto cuanto digo. Sigo insistiendo en que los principios de todo el desarrollo económico sustentable es el consumo que hace circular al dinero entre todos y no entre unos pocos nada más. Y es que los poetas no sólo sabemos escribir poesías sino que también formamos parte de las sociedades humanas y tenemos que comer para vivir. Los falsos "profetas" del anti consumo bien que se acicalan sus lustrosas apariencias para salir favorecidos en las fotografías mientras dirigen la Cámaras del Comercio Mundial. Hay una sabia frase que dice: "Por la boca muere el pez". Yo digo otra que me parece todavía más real: "Por la circunferencia de sus traseros se conoce a los que derrochan". Cierro la reflexión con un pensamiento final: "¿Qué es mejor, consumir para estar vivos o consumirnos la moral por culpa de los falsos "profetas" del anti consumo?". Más allá de las risas, estos pájaros que son como monos "aulladores", son el derroche del dinero que llevan a cabo a costa del dinero de los demás y, por eso mismo, no dejan circular el dinero que es consecuencia lógica del consumo. Por eso, si tuviésemos que medir la circunferencia de la barriga de todos estos falsos "profetas", nos encontraríamos con un número infinito mientras los pobres siguen teniendo "cintura de avispas". Por eso los ·descamisados" del Siglo XXI abroncan a los falsos "profetas". Y eso es lo que estamos viendo todos los días sobre la faz de la Tierra.
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