Los Abuelos (Relato) -10-
Publicado en Jun 23, 2013
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Y a los seis meses ocurrió...
Yosu Orúe, lleno hasta los topes de su anatomía física de champán y su ego de vanidad, manejaba el automóvil por una de las espléndidas autopistas de la Costa Azul francesa. Dilapiladores de sus ganancias en fiestas y borracheras, los dos amigos se hallaban en euforia. En aquel momento Orúe cantaba mientras su amiguita de turno le estorbaba la visión con sus arrumacos. Andoni, qjue se besaba con Jeaneth en los asientos traseros, vio el destello de las potentes luces del camión y luego una tremenda oscuridad se apoderó de su cerebro... porque cuando Yosu y el camionero quisieron reaccionar ya era demasiado tarde. El vasco-español había precipitado el lujoso y descapotable automóvil contra el camión. Orúe y su amiguita murieron al instante, rotas por completo sus nucas. Iturralde quedó inválido, para el resto de sus días, desde la cintura hacia abajo. Ya no podría volver a caminar y su destino se encalló en una silla de ruedas. Jeaneth Jacobi Elizalde resultó milagrosamente ilesa. Ni un leve rasguño afectó a su espléndida fisonomía física.
De la luz de la gloria a la oscuridad del fracaso. De aparecer, durante dos generosos años, como perfecto vencedor de su presente a terminar, en un cruel instante, como un perfecto perdedor de su futuro.
Muerto el vizcaíno Orúe, paralítico de las dos piernas el guipuzcoano Iturralde, retirado de la actividad profesional el alavés Alkiza... al navarro Txikito de Olite no le fue difícil reconquistar el título de campeón nacional. Eso es lo que retransmitía, mientras Andoni estaba poco a poco reponiéndose de sus heridas en la cama de un hospital, un periodista de la emisora radial "Red Deportiva" que estaba emitiendo noticias con sus correspondientes comentarios.
Pero aquel periodista no sabía que Andoni Iturralde no lo había perdido todo. Aún vivía y, pese a no poder ser ya jamás el ídolo de masas que antes fue, la amistad de los verdaderos (los inseparables Iturbide, Uranga y Etxebeste) no le había abandonado. Mas lo más maravilloso que podía pedir Andoni Iturralde en aquellos angustiosos y trágicos momentos de su vida acababa de llegar a él como un regalo de Jesucristo. La linda y bellísima ecuatoriana Arantxa Basurto Rojas -con sus grandes, puros y hermosos ojos más brillantes que nunca- llegó a su lado, no le dirigió ni un solo reproche, no alentó venganza contra él, permaneció siempre fiel y dedicó toda su hermosa juventud a aquel hombre al que amaba por encima de cualquier trágica circunstancia.
Ella fue quien le introdujo en los mundos del Arte y la Cultura. Ella fue quien le presentó en los más altos círculos literarios. Ella quien le seleccionaba y compraba los libros que configuraron su amplia biblioteca privada. Ella fue quien le hizo interesarse por la escritura, el teatro y la cinematografía, quien le introdujo en las conferencias de alto nivel intelectual; y quien le elevó el espíritu hasta convertirle en un verdadero cristiano que aumentó sus ganas de vivir. Ella le otorgó la compañía y el disfrute de su amor total. Pero, en medio de todo ello, la fatal y fantasmagórica presencia de J.J.Elizalde todavía persistía con asiduidad.
Andoni escribía, una vez al mes, a J.J.Elizalde y, una vez al mes, era J.J.Elizalde quien escribía a Andoni...  
 
 
 
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Foto del autor Jos Orero De Julin
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Descripción

Relato.

Palabras Clave: Literatura Prosa Relato Narrativa.

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



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