Los Abuelos (Relato) -14-
Publicado en Jun 23, 2013
- Arantxa... tras el accidente fuiste tú y solamente tú quien reconstruyó mi esquema mental y quien consiguió hacer de mí lo que yo solo no podía hacer nunca conmigo mismo.
- Fue interesante porque fue vivir en total plenitud como ahora lo estamos viviendo. - Pero tú fuiste quien me regalaste el planeta de todas mis patrias. - Fue intenso porque fue sentir con la totalidad que ahora estamos sintiendo. - Y tú has logrado que nuestro hijo Mikel venga a vivir hasta el final con nosotros. - Fue fácil porque sólo consistió en amarle. Andoni cogió la carta proveniente de París y quedó escudriñando su matasellos. Arantxa se levantó con intención de irse a la cocina... pero Andoni la obligó, con un gesto no autoritario pero sí de autoridad, a volver a sentarse junto a él. Empezó a leer en voz alta. - En cuántas playas desiertas... en cuántos mares sedientos... en cuántas mareas muertas... en cuántos vacíos vientos... Con cuántas noches despiertas han luchado mis lamentos... Con cuántas mañanas yertas han dormido mis tormentos... Y después de tantos siglos perdidos entre las horas del reloj del pensamiento sólo hallé los suaves ciclos intangibles de las olas en mi raudo sentimiento. - ¡Qué bien escribe sonetos J.J.Elizalde y con cuánta liberación los escribe! - No lo escribió J.J.Elizade... - ¿Quién escribió eso tan hermoso si no ha sido ella? - Fuiste tú, Arantxa. Ante la sorpresa de ella, Andoni entrega la carta a Arantxa. - El tiempo se acaba... puedes leerla completa... - Es tu secreto, Andoni... y el tiempo nunca se acaba para un secreto porque, al final, cuando se terminan los años, los días, las horas, los minutos y todos los segundos de un momento, siempre perdura la memoria del misterio. No debo leerla. - Pero yo deseo romper ese secreto y el misterio de ese secreto. - Siempre hemos mantenido y sostenido, tú y yo, que todo ser humano debe vivir para sí algún secreto, algún misterio único e intransferible. Si te he amado y te sigo amando es por eso, porque supiste y sabes amarme manteniendo tu propio secreto, sabiendo respetar tu libertad sin destruirla a ella pero sin dejar de amarme solamente a mí. ¡Eso sí es saber amar a una sola mujer sin hacer daño a las demás que formaron, alguna vez, parte de la sensibilidad de tu corazón! - Pero estoy totalmente de acuerdo con lo que dijiste antes. Recuerda que confirmaste que siempre llega, en esta vida, un momento en que hay que descubrir ese secreto que nos ha enriquecido porque lo hemos guardado sólo para nosotros. Si queremos demostrarnos que hemos vivdo y estamos viviendo de verdad, es necesario hacer conocer nuestro misterio antes de morir. ¡Es la única manera de hacer eterna la vida a través de la memoria! - Entonces... ¿debo leerla?... - Sí.
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