Tumbados sobre la hierba
Publicado en Aug 29, 2009
Tumbados sobre la hierba dos pares de ojos se miraban. Tumbados en la hierba dos amantes se sentía uno al otro. Él tocaba el pelo rubio de su acompañante, ella la tez blanca de su querido, él buscaba los sutiles brazos femeninos, ella el cálido pecho del varón. Tumbados sobre la hierba, bajo las estrellas ignoradas. La luna menguante empezaba a taparse sutilmente en un velo de nubes. Aquella noche se plagaba de silencio sólo hasta que dos martillantés voces rompieron aquel rígido mutismo.
_ Afortunadamente te encuentro esta noche. _ es difícil dar contigo y yo casi no me hallo. _ Lo sé, sueles perderte entre las luces, como una estrella polar. _ No es que me pierda, tú sueles ignorarme para ponerte a ver la luna, ni que fuese tan bella. _ Ella es bella, no lo negaré, pero hoy brillas más que aquella que se llena cada mes. _ Tú siempre dices cosas muy lindas. _ Tú siempre dejas que te las diga. _ ¿Eso significa que me quieres más que a la luna? _ Bueno... Pues... _ No digas nada, tan sólo abrázame. _ No, un cielo y una luna nos separan, lo lamento. De nuevo silencio. Las trémulas lucecitas estelares jugueteaban en los ojos de los amantes, los cuales ahora oscultaban los astros. La luna se descubrió al fin, con ella una palabra: _ Dame una abrazo por favor, aunque sea el último. _ No diré más, en momentos así eres casi tan bella como la luna. _ ¿Esto es un adiós? _ A lo mejor, quizá deberíamos llamarlo hasta la vista. _ Muy bien, hasta la vista, estoy segura que nos veremos otra vez _ Estoy completamente seguro. Tumbados en la hierba los amantes se abrazaban como si ese fuese su más grande y profundo adiós, un beso, una caricia. Se separaron con esfuerzo, no querían más que estar unidos en una sola exhalación. Ante un nuevo silencio, el joven pregunta a su amada dudas afloradas sobre los fértiles campos de su mente cubierta con un poco de tierra de aquellos campos que le cobijaban. _ ¿Por qué no has dicho nada desde que nos recostamos en este lugar? _ No quería interrumpir. _ ¿Interrumpir? _ Claro, no podia importunar el rumor de las estrellas y el susurro traicionero de la luna. Tumbados en la hierba dos amantes miraban el cielo, vasto y rico, dos estrellas brillaban más que las demás y la luna pretendía opacarles. ahora tan sólo afloraban sonrisas y besos de parte de dos amantes silencioso, de dos amantes ensordecidos por el rumor de las estrellas. ecce signum: Pablo JJ
Página 1 / 1
|
doris melo
Sebastian Rodriguez Cardenas
_ Tú siempre dejas que te las diga". Siga asi
Sebas R.C