Historia de "Thaler" (Novela) -Captulo 7-
Publicado en Jun 29, 2013
Historia de "Thaler" (Novela) -Capítulo 7-
17 de octubre de 1908. Casino Hustler de Redondo Beach Boulevard en Los Ángeles de California, Estados Unidos. - ¡Buenos días, Tom! ¿Cómo están las máquinas ahora? - Sabes bien, John Mac Heroe, que desde que Charles Fy me vendió su lote de "Libertys Bells" nunca he hecho trampas con las máquinas tragaperras. John Mac Heroe se enfadó de verdad y se dirigió al asustado Tom Ozú con el dedo índice de su mano derecha y el dedo pulgar de la misma mano levantado apuntándole como si estuviera a punto de disparar una pistola. - ¡¡Escucha bien, Ozú!! O me llevo un buen lote de monedas o ¡bang! ¡bang! ¡bang! un mugroso menos en la ciudad. Pero Tom Ozú se envalentonó... - ¡¡Yo me ducho todos los días y no como otros que se duchan solamente una vez al año!! - ¿Te estás refiriendo a mí, carroñero? - Me estoy refiriendo a esos multimillonarios que vaya Dios a saber cómo han conseguido sus fortunas. - ¿Sabes lo que te digo, Tom? ¡¡Que como se me inflen las narices tu casino arde por los cuatro costados!! - ¿A quién vas a contratar para eso? ¿Al mismo de siempre? - ¿Te estás refiriendo a mi amigo Mickey Chen? - A ese mismo. ¡Vaya amigos que tienes, John! Ya digo yo que tiene aspecto de "mandao" ese boxeador del peso pluma que sólo es un mediocre. - ¿Y yo? ¿También soy yo un mediocre, Tom Ozú? - Tú no eres mediocre, Mac Heroe... tú eres absurdo... - ¡¡Si eres hombre de verdad levántate del sillón y dímelo a la cara!! Tom Ozú se levantó del sillón y se encaró con John Mac Heroe. - ¡Tú eres absurdo! ¡¡Tú sólo eres absurdo!! ¡¡¡Tú sólo eres muy absurdo!!! John Mac Heroe empujó violentamente hacia atrás a Tom Ozú quien cayó de espaldas sobre su sillón, con tan mala fortuna que éste se fue abajo y Ozú rodó por el suelo hasta que pudo agarrar un tampón que había caído de la mesa y se levantó encorajinado del todo. - ¡¡Te voy a estampillar la frente como si fuera un sello de correos!! - ¡Hazlo si te atreves, poco hombre! Tom Ozú se lanzó contra John Mac Heroe y le estampó el tampón en la frente, dejando grabado en ella el escudo de Los Ángeles de California: "City of Los Ángeles. Founded 1781". - ¡Ya vas bien aviado, John! Ahora nadie que te vea de frente puede dudar de que eres angelino de pura cepa. John Mac Heroe, debido al intenso dolor de cabeza que le produjo el tampón estampado en su frente, comenzó a dar vueltas, completamente mareado, alrededor de sí mimo y, tanteando como pudo, trastabilleando como un pelele, se agarró por fin a una "Liberty Bell" último modelo. - ¡Jajaja! ¡Salvado por la Campana de la Libertad! - ¡Después de que me llene los bolsillos de tu asquerosa calderilla, ya hablaremos tú y yo, Tom Ozú, que te crees más gracioso que el inimitable Grok! - ¡De momento dedícate a lanzar bravatas porque aquí no hay más ni mejor payaso que tú! - Cuando haya terminado con todas tus reservas, so carroñero, por supuesto que también acabaré contigo. ¡Y ahora déjame en paz y espera la guerra! ¡¡Voy a dejarte en la bancarrota!! El multimillonario John Mac Heroe sacó a "Thaler" del bolsillo derecho de su pantalón y lo introdujo en la "Liberty Bell"... - ¡Vamos, "Thaler", sé bueno con tu papi! Pero la máquina no soltó ninguna moneda y "Thaler" quedó sin aparecer, lo cual encorajinó aún más a Mac Heroe quien propinó un meneo a la máquina que por poco la desvencija. - ¡¡Papi te va a hacer papilla, "Thaler"!! Los pocos clientes que había en el Casino comenzaron a alertarse... por lo que tuvo que volver a intervenir Ozú... - ¡Haz el favor, John Mac Heroe, de jugar en silencio y de no aporrear a la máquina! - ¡¡Voy a aporrear a la máquina todo lo que me salga de los cataplines y, por supuesto, luego te voy a aporrear a ti mismo!! ¡¡Lo del tampón no lo he olvidado!! En esos momentos "Thaler" apareció en la cajilla de las monedas y John Mac Henoe lo atrapó con lágrimas en los ojos. - ¿Eres tan avariento que lloras de alegría por recuperar un sólo dólar? - Yo lloro de alegría por un dólar pero todos los aquí presentes van a llorar de pena por ti dentro de menos que canta un gallo. - ¡No me digas que eres tan gallo como para amenazarme de esa cruel manera! ¡Mira como lloro, Mac Heroe! ¡Ja, ja y ja! Mac Heroe volvió a meter a "Thaler" por la ranura mientras exclamaba feliz... - ¡¡Entró, entró, la moneda entró!! Mas ni "Thaler" ni ninguna otra moneda de dólar salió de la máquina, lo cual puso más nervioso al multimillonario que, ahora, se enzarzó a dar patadas a la máquina mientras todos los clientes se lanzaron en tromba hacia la calle atropellándose los unos con los otros y callendo todos al suelo, rodando de manera anárquica y gateando, los que podían arrastrarse con más comodidad, hacia la puerta de salida. Ozú, que veía cómo el negocio se le hundía por culpa de aquel violento, se acercó al multimillonario John Mac Heroe y le propinó una fuerte patada en el trasero. - ¿Te ha gustado, John? John Mac Heroe se volvió lleno de rabia... - ¡A que no te atreves a darme otra! - ¡Ponte de espaldas y ya veremos si soy capaz o no soy capaz! John Mac Heroe volvió a ponerse frente a la "Liberty Bell" y Tom Mozuh le arreó, ahora, una patada el doble de potente que la anterior. - ¡¡¡Ayayay!!! Acompañando al grito de dolor, John Mac Heroe propinó tal puñetazo a la máquina tragaperras que un gran montón de dólares salió expulsado por el cajetín de tal manera que el suelo se llenó de monedas y toda la clientela del casino volvió atrás armándose una verdadera pelea multitudinaria por conseguir los dólares. Aquello era lo más parecido a una batalla campal mientras el avariento multimillonario John Mac Heroe buscaba, desesperado y gateando por el suelo, a "Thaler". - ¡Mi dólar! ¡¡Que aparezca mi dólar!! ¡¡¡Que aparezca mi dólar o degüello vivo a alguien!!! Tom Ozú agarró por el cuello a John Mac Heroe y lo puso de nuevo en pie mientras le hablaba con ira contenida. - ¡Escucha bien payaso! ¡Entró, entró! ¡Claro que entró, Mac Heroe! ¡¡Pero estoy ya harto de tus bravuconadas!! ¡¡Haz el favor de marcharte de mi casino y no vuelvas hasta que no sea el año 5.000 después de Jesucristo!! John Mac Heroe propinó un cabezazo en las narices de Tom Ozú y, cuando ya iba a suceder una pelea a muerte entre ambos mientras la sangre comenzaba a surgir de aquellas narices rotas, de la "Liberty Bell" volvió a salir otra gran riada de monedas; lo cual sirvió para que todos los clientes volviesen a lanzarse a por ellas y, arrollando en su estampida tanto a Mac Heroe como a Ozú, todos y todas acabaron por el suelo buscando ávidamente las monedas. Alguien pisó la mano de Mac Heroe cuando este descubrió a su amado "Thaler" y estaba dispuesto a agarrarlo. - ¡¡¡Augggg!!! ¿Quién ha sido el imbécil? Tom Ozú se apoderó de aquel extraño dólar y se lo guardó en el bolsillo de su camiseta veraniega de mangas cortas. - ¡¡¡Vuelvo a insistir!!! ¿Quién ha sido el imbécil? Pero ya nadie hizo caso ni a las quejas de Mac Heroe ni a la desolación de Ozú... - ¡Te dije que antes de que me fuera de tu asqueroso casino hablaríamos los dos de manera muy personal!. - Pues ya ves que ahora no hay nadie presente, John. - ¡Escúchame bien, Tom! ¡Te doy mi palabra de multimillonario de que mañana tu asqueroso casino va a arder por los cuatro costados! - ¿Debido a la intervención del asqueroso Mickey Chen? - Quizás sí... quizás no... Y con aquella enigmática respuesta, el avaro multimillonario del petróleo de California, aquel tal John Mac Heroe para el cual la vida siempre se simplificaba en un "¡Entró, entró!", salió del casino de Tom Ozú quien, sentado de nuevo en su sillón, miraba sorprendido a "Thaler" mientras con la mano izquierda aplicaba un pañuelo a sus sangrantes narices. - ¡Bienvenido, "Thaler"! Al parecer debes de tener una buena historia...
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