Nuevo Cuaderno: Comiendo guineos (Diario). FALTA CORREGIR ORTOGRAFA
Publicado en Jul 01, 2013
¡He cometido un pecado muy grave! ¡Me he hartado de comer guineos en Bata! No ha sido precisamente después de la ducha y vestido con bata sino que lo he hecho en Bata, la capital de los guineos y, claro está, como la tentación era tan grande me he empachado de comer guineos. El caso es que todo ha comenzado al salir de Sevilla de Niefang, en canoa, siguiendo todo el curso del río Mbini, y pensando en ti como ahora pienso, pues me ha entrado hambre y como Nguema Nguema había tenido el gran detalle de embarcar unos grandes racimos de guineos pues me he puesto a comer mientras le escucho sus historias.
El primer rollazo que me ha contado Nguema Nguema (Nguema por parte de padre y Nguema por parte de madre porque aquí Nguema es tan corriente como García en España) ha sido que el río Mbini, también conocido como Benito o Wele, es el principal río de la zona continental de Guinea Ecuatorial, que atraviesa la región de Río Muni de oriente a poniente y que su desembocadura en el Atlántico se encuentra la villa de Mbini. Nace en Gabón (no Jabón como creen algunos de los que se lavan poco y mal sino Gabón) y posee unos 338 kilómetros de longitud. No he podido contener la risa cuando le he oído decir que también se le llama Benito. Y, para aguantarme la risa, he comenzado a comer guineos como un desesperado. Después le he preguntado a Nguema Nguema (algo así como García García en español) si es cierto o no es cierto que históricamente hubo aquí, por estas tierras ecuatoriales, tráfico de esclavos. Me ha hecho conocer, mientras yo seguía con mi empacho de guineos, cierto dato espectacular. ¡Sorpresa!. ¡No fuimos los españoles los que iniciamos la trata de esclavos en Guinea Ecuatorial! La verdad histórica sobre estos hechos es la siguiente: Hacia 1493, don Juan II de Portugal (de Portugal y no de España) añadió a la serie de sus títulos reales el de Señor de Guinea y primer Señor de Corisco. Los portugueses colonizaron las islas de Bioko, Annobón y Corisco en 1494, las cuales convirtieron en "factorías" o puestos para el tráfico de esclavos. En 1641 la Compañía Holandesa (Holandesa y no Española) de las Indias Orientales se estableció sin el consentimiento portugués en la isla de Bioko, centralizando desde allí temporalmente el comercio de esclavos del golfo de Guinea. Los portugueses volvieron a hacer acto de presencia en la isla en 1648, sustituyendo la Compañía holandesa por una propia, la Compañía de Corisco, dedicada al mismo tipo de comercio. Para tal fin construyeron una de las primeras edificaciones europeas en la isla, el fuerte de Punta Joko. No he querido saber nada más. Me he limitado a ser amigo de Nguema Nguema y seguir comiendo guineos hasta llegar a Bata. En Bata, mi inseparable Nguema Nguema (el García García de Guinea Ecuatorial) se me ha pegado como una lapa. Parecía de verdad mi sombra y no porque sea negro sino porque era como mi guardaespaldas en tan peligrosa ciudad. Así que mientras he seguido poniéndome morado a comer guineos en el muelle del puerto... todo esto es lo que Nguema Nguema me ha dado a conocer sobre esta fantástica fruta. El bananero no es un árbol, es una hierba gigante, originaria del sur-este asiático, una región vasta que se extiende desde el nordeste de India hasta el extremo norte de Australia. El guineo es nutritivo, no hace engordar y puede ser consumido a toda hora ya que se digiere fácilmene. Un guineo contiene mas o menos 23% de hidratos de carbono para 0,2% de grasas, y su índice de colesterol es nulo. De todas las frutas conocidas, el guineo contiene la mayor cantidad de proteínas. Después están los azúcares, un guineo maduro da energía y es aconsejado para los que práctica deportes de resistencia. Contiene además magnesio, selenio, hierro y todos los tipos de vitaminas. El alto índice del guineo en hierro puede estimular la producción de hemoglobina en la sangre y así ayudar en casos de anemia. Esta fruta tropical también es muy rica en potasio pero muy pobre en sal, lo que la hace un arma perfecta para luchar contra la hipertensión. El alto índice en fibras de los guineo puede ayudar a restaurar el desarrollo normal del aparato intestinal. Los guineos contienen mucho potasio que es un elemento mineral esencial, que normaliza la presión arterial y los latidos del corazón. Pero el guineo también tiene virtudes menos conocidas como su propiedad calmante en la piel cuando es mordida por un insecto o está irritada, frotando o aplicando el interior de su piel en la zona afectada. Muchos otros pueblos ven a los guineos como una fruta "refrescante" que ayuda a bajar la temperatura física y emocional de las mujeres embarazadas. También es benéfica para el pelo, lo nutre sin volverlo grasoso. Se dice que es ideal para los cabellos rizados, ya que permite estructurar los rizos. Me da otro ataque de risa pensar en los rizos de Luis Miguel y vuelvo a seguir comiendo guineos para aguantarme las ganas de soltar carcajadas; pero Nguema Nguema no se corta ni un pelo y se ríe como jamás he visto yo reírse a un guineo. Así que para hablar de otras cosas muy ilustrativas, ambos recordamos a Miguel Jones, el sucesor de Miguel (de Migueletes va la cosa) en el Atlético de Madrid. Nguema me recita la delantera sin equivocarse. Se nota que es un gran colchonero. Entona de carrerilla lo de "Jones, Adelardo, Mendoza, Peiró y Collar". Yo completo la alineación para ayudarle a memorizar mientras sigo comiendo guineos: "Madinabeytia; Rivilla, Griffa, Calleja; Ramiro y Glaría". Y entre tanto guineo comido me entra la modorra y comienzo a soñar con el gol de cabeza que metí desde el medio campo jugando al fútbol sala. Mientras sueño con aquél espectacular cabezazo doy una cabezada y termino durmiendo en Bata. No en bata tras salir de la ducha sino en el muelle del puerto de la capital de Guinea Ecuatorial. En medio de mi sueño escucho a Nguema Nguema explicarme lo de "Copito de Nieve" mientras pienso en Ondaro: "Tras tres décadas en el espacio barcelonés, el gorila se convirtió en una de las estampas más famosas de la Ciudad Condal". Pienso en Ondaro y en que me gustaría otra vez más tomarme un café con él y acompañados de Celia. No. No me refiero a Celia Gámez por cierto sino a la de Cartonera. Jejeje. Cierro otra vez mi Diario mientras me bullen los guineos en el intestino delgado. Y es que sigo estando tan delgado como siempre.
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