Cuncuna Amarilla
Publicado en Aug 30, 2009
Eterno el recuerdo, el de la luz acribillando a mis pupilas, acostada en el pasto me atreví a mirar el sol. Y fué como nacer, como ser otro ser, como devorar con llantos los primeros segundos de vida. Mariposa revoloteante, Mariposa curiosa cayendo en agujeros dolorosos, llenos de púas. La infancia enseña que el corazon desnudo se puede dar por perdido, escondrijo roto.
Dejar de ser niña? jamás!. Podré crecer y madurar, y caer, y caer, y otra ves caer, pero niña por siempre, con juegos, abrazos. Con querer tocar el techo por que me siento grande, con querer colgarme de los brazos de Papá, gigante inconmesurable, caricia inexistente, porque me siento pequeña. Sonrisa lagrimosa, carita embarrada, manos con rasguños de gato, moño despeinado. Pies descalsos, y un perrito que te sigue, intrigado y protector, cuando caminas por los reconditos edenes que descubres una y otra vez.
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Sole Grebe
inocencio rex