El caso es que ya no me resulta divertido,
Que me lleves para el lado que más deseo,
Tan solo por seguirme la corriente.
 
Mujer, Madre, hermano o amigo…
 
Ya basta por favor, si?
 
Desde hace ya un tiempo,
Intento suplicarles,
Que dejen de hablarme con sus pensamientos…
 
El tiempo sigue curtiendo nuestros rostros,
Y el dolor oculto de nuestras almas,
En forma desesperada consigue manifestarse,
Platinando sin piedad nuestras cabelleras…
 
Por eso y mucho mas aun,
De todo eso que quizás ahora no comprendas,
Te habré de rogar,
Que ya dejes de insinuar tus intenciones…
 
No soporto descubrir las estrategias,
De aquellos que se proponen “quedar bien conmigo”.
Para conquistar, nunca seas predecible…
 
Basta de cálculos, por favor.
Basta de estrategias.
 
Dame lo que olvidaste,
Denme lo que han olvidado…
Aquello que al nacer fueron.
Denme la amistad que sembraban,,
 Antes de ser capas de imaginar,
Que en medio de la cosecha,
Habrían de esconderse granos muertos o maldecidos.
 
Denme vuestras miradas más espontáneas,
Esas que sufren y ríen,
Tan solo aquel espejo, mientras se peinan por las mañanas.
 
Hablo del deseo que me empuja a imaginarlos,
Simples, normales, cotidianos,
Solo eso, al menos, auténticos y despeinados al despertar.