La continuidad del relato
Publicado en Aug 07, 2013
El sonido de la lavadora era abrumador, una mescla entre sonidos de llaves cayendo a un vació que se podía evitar, y un sodio de piedras que se mesclaban para dar forma a una estructura que estaba destinada a desaparecer, de igual forma, y como ataque siniestro el olor del pan recién horneado que provenía de 10 metros de distancia de su hogar, la panadería de doña clara, la señora con mirada de ángel y facciones de bruja que por más de veinte años había saludado con un simple “hola joven”, todo era tranquilo incluso su soledad se interesaba por su bienestar, es lógico pensar en objetos que se dibujan con nuevas formas o nuevos olores que ingresan al basto catálogo de reconocimiento de su olfato. Eugenio Ramírez perdió la vista mientras ingresaba por una dolencia de apéndice al hospital de san isidro, en el día de las fiestas de la independencia de ese país, los médicos como todos los galenos que alguna vez existieron, confundieron las intravenosas y los condenaron casi como una castigo divino a la total oscuridad, Eugenio Ramírez jamás se quejó de su condición, el solo se incorporó y siguió su vida con el mismo ritmo con que el antiguamente la vivió.
Una grabadora era su único medio para escribir, como es común pensar, un escritor sin sus ojos no es nadie, pero Eugenio no pensaba de esa forma, tomaba el ejemplo del escritor argentino Jorge Luis Borges, y continuaba su vida, cada día era un nuevo inicio, una historia que se dibujaba con excelentes personajes carentes de la visión de un mundo globalizado. Los personajes de Eugenio Ramírez son formas de vida, no son humanos en todo el sentido de la palabra, solo son emociones que se componen de situaciones, y de acuerdo a cada situación, el alma de la emoción se torna en persona, esto claramente se ve reflejado en su cuento sobre la perpetuidad del quijote. Una obra que comienza con un dialogo poco productivo, teniendo como principales actantes a un mendigo y un literato del siglo XVIII, la trama se elabora entre esos dos objetos de sentimientos, el primero representa tal vez la locura o la soberbia inspiración del hidalgo Don Quijote de la Mancha, el otro en cambio represente (y como no puede ser de otra forma) a Alonso Quijano, el docto hombre que había desarrollado su personalidad conforme a sus lecturas, como es de anticipar el dialogo se desarrolla con las situación de un recuentro nada original, es común que al final se termine confundiendo la trama, Eugenio Ramírez había dicho que el final de su historia quedaba abierto, pues un lector podía argumentar, que el hidalgo Don Quijote de la Mancha era el sueño de Alonso Quijano, y otros lectores podían argumentar lo mismo pero con los papeles invertidos.(click) - Ya deja tu autobiografía para otro día, hasta la esquina del viejo Gustavo se te escucha esa voz de ultratumba, Eugenio. - Déjame tranquilo, yo seré quien juzgue si mi vos levanta a los muertos, además tu que tienes que hacer aquí mujer, pensé que no ibas a volver hasta dentro de unas cinco horas - Pues te diré que el bus casi se choca, por lo que doña Mariana, lo tomo como un anticipo de su muerte, ya sabes cómo es esa mujer, si un loro canta, ella piensa que mañana va a ganar la lotería. - Ya me imagino el escándalo que debió armar. - Tú no te imaginas, con decirte que el chofer quedo más intranquilo con los gritos de doña mariana, que con el efecto del mismo choque, bueno casi choque - Yo si te dije que te fueras sola, ya vez ahora toca aguantarte toda esta tarde y yo que tenía planeado escribir. - Escribir tú no puedes, hablar como un loco si, ganas un premio de locución con tus palabras, deberías contratarte para eso comerciales de compras por televisión. - Sabes lo estado pensando, ya mañana dejo mi carpeta a ver si me contratan, me estoy quedando sin cintas. - Porque mejor no te compras esos nuevos aparatos que graban, dicen que son una maravilla. - Ya sabes que yo y el capitalismo no nos llevamos. - Bueno entonces has lo que tú quieras, yo mientas tanto voy a cocinar. (click), (click). La poesía como medio creador de sentimientos humanos, es la fuente de todas las aventuras y desventuras de la humanidad. Ya lo vio platón cuando en la república, afirmo la idea de que los poetas no tendrían cabida en una sociedad perfecta, pues los mismos representan el encuentro de los sentimientos de los humanos, de igual forma la imagen de homero al igual que los poetas de la llamada época clásica, son seres cuya imagen fue elevada hasta el rango de lo divino, la pregunta que planeo es la siguiente, acaso ellos al final de sus vidas, en el ocaso del mar, se reavivo en ellos la idea un paraíso donde el ser humano es capaz de fijar sus emociones a su auto control.(click) El hombre soltó su libro, se inclinó en el sillón de sus padres (penosamente heredado de la época de la revolución), y soltó una suspiro que intranquilizo a toda la cuadra, el hombre del que hablamos nos es más que nuestro supuesto hombre de letras, el mismo que imagina los argumentos, el mismo que ha decidido morir por el bien del lector, que autor más devoto se dirá en su tumba que hombre más solemne, estas son los argumentos que desatan una idea falsa de grandeza. El hombre solo mira el horizonte y piensa el mundo. - Cuanto tú quieres, Eugenio Ramírez logras un poco de reflexión poética. - Vaya sujeto, ahora piensa que es un poeta, Mi marido es todo un artista - Y tu señora, eres toda una sepultadora de esperanzas, ¿Cuándo andarás por la calle libre de culpa? - ¡jamás, Eugenio Ramírez!; prefiero ser tu eterno tormento, yo soy tu razón de vivir - Eres igual que una estaca en el corazón mujer - Si es cierto, pero vele el lado bueno, ya sabes cómo vas a morir - Menuda suerte que tengo, gracias a dios solo yo muero por tu mano - Ven a comer que el almuerzo está casi listo. (click), Eugenio Ramírez se define a sí mismo como un lector corriente, y como un escritor de mediocre que ambigüedad, se ofende cuando lo describen con los adjetivos como: Él magnifico escritos, Él más grande de todos. Eugenio Ramírez solo se ve como un hombre normal, lo ha dicho miles de ocasiones, y lo ha resaltado en todas sus obras, “El hombre ciego que mira con los ojos del mundo, no es más que una soltura de sus propio pensamiento”; su más reciente libro se caracteriza por la utilización de relatos a corto plazo, es decir intercala la utilidad del dialogo, con ejemplos de pensamientos, una rayuela cortazariana que encuentra sentido en todas sus partes, de ahí el ejemplo del lector atrapado en el rol del escritor, la narración se comprende como una auto biografía, pero el relato es todo. (click) Y así sin más remedio termina el sonido de la lavadora, el suave golpeteo del agua al chocar con las paredes de una forzada evolución, el hombre es el dueño de su visión, aquel campo que se encuentra en todas las categorías, el quedar en la completa oscuridad no es el fin, sino el comienzo de la sabiduría. El olor del pan recién horneado, y el saludo de la señora de antaño son todas las sensaciones que un ser humano necesita para vivir, lo demás solo son imágenes que se encuentran en un libro, es lógico el pensar en un relato eterno compuesto por el pensamiento, la imaginación es el lugar de una convivencia social, yo Eugenio Ramírez admito, que lo antes escrito es una mentira, los datos de mi matrimonio están el registro civil, y el curioso lector que se aventure a conseguir mis hojas de matrimonio, ha de llegar a la penosa conclusión que mi divorcio fue necesario, han pasado diez años, y aun puedo imitar su voz. Quito-Ecuador- 1985
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