Ante la Gran Verdad y las mentiras (Reflexiones)
Publicado en Aug 08, 2013
Nadine Gordimer es una escritora sudafricana ganadora del Premio Nobel de Literatura en 1991. En sus libros trata los conflictos interétnicos y el apartheid. Una de sus frases más célebres dice así: "La verdad no siempre es bonita, pero el hambre de ella sí". En su día yo mismo dejé escrito para la posteridad otra frase complementaria de la anterior. Dije y escribí lo siguiente: "Una vida sin verdadera existencia es un enorme vacío por muy extensa que sea". ¿Qué es la verdad de la vida y cuándo podemos decir, afirmar y confirmar, que estamos viviendo la verdad de nuestra presencia en la Tierra? ¿Debemos tener hambre por conocer la verdad para que esta verdad nos convierta enm seres felices? ¿Quiénes son los pesimistas que dicen que cuantas más verdades conocemos más infelices somos? Vamos por partes. A estas tres preguntas existencialistas hay que responderlas con tres afirmaciones esencialistas. Esencia de la existencia para la Eternidad. Hablamos de la esencia de la existencia.
En primer lugar, acabo de descubrir en Internet, un texto firmado por Mauricio que sobre este tema dice lo siguiente: "La logoterapia intenta que el paciente cobre conciencia plena de sus responsabilidades personales; en consecuencia, le fuerza a elegir por qué, de qué o ante quién, se siente responsable. Por eso el logoterapeuta, entre los distintos psicoterapeutas, es el menos inclinado en imponer a sus pacientes algún juicio de valor, porque jamás permitirá que una persona transfiera al médico la responsabilidad de juzgar su propia existencia. Corresponderá al paciente decidir sobre qué o sobre quién se siente responsable. Quiero acentuar que el sentido de la vida ha de buscarse en el mundo y no dentro del ser humano o de su propia psique, como si se tratara de un sistema cerrado. Por eso la meta de la existencia humana no puede ser la denominada autorrealización, más bien el hombre debe de aspirar a la autotrascendencia de la existencia: ser hombre implica dirigirse hacia algo o alguien distinto de uno mismo, bien sea realizar un valor, alcanzar un sentido o encontrar a otro ser humano. Cuanto más se olvida uno de sí mismo –al entregarse a una causa o a una persona amada- más humana se vuelve y más perfecciona sus capacidades. La verdadera autorrealización sólo es el efecto profundo del cumplimiento acabado del sentido de la vida". A este psicoanálisis del tema (en el cual observo cargas de fe cristiana que comparto totalmente), es para mí muy necesario añadir mi siguiente texto publicado ya en Vorem: Buenas tardes, compañeros: Todos sabemos que amor significa tener afecto hacia alguien con la finalidad de buscar su bien; un sentimiento de atracción hacia alguien por el cual nos esforzamos en hacerle la vida más agradable en todos los sentidos y sin ninguna recompensa a cambio. Y también sabemos que el prójimo es una persona distinta a nosotros; ¿cómo podemos amarlo, cómo sentir por él o por ella un deseo de felicidad si es diferente a nosotros?. El escritor norteamericano Walt Whitman dijo, unos años antes de morir: "Cuando conozco a alguien no me importa si es blanco, negro, judío o musulmán... me basta con saber que es un ser humano". Partiendo de este supuesto, el prójimo es una verdadera ave a quien hay que ayudarle a volar. Él o ella merece que le sonriemos y le animemos a mejorar. Al prójimo hay que escucharle, con el prójimo es necesario compartir palabras de aliento y hacia el prójimo hay que tener siempre un corazón abierto demostrándole que le queremos de verdad. Eso es amar. Un escritor, éste de nacionalidad francesa y llamado Denis Diderot, dijo: "El hombre más feliz es el que hace la felicidad del mayor número de sus semejantes" y debemos pensar por el prójimo aun siendo distinto a nosotros, es también un semejante que pertenece a la única y misma raza humana. Según el Evangelio de Mateo, el mandamiento más importante para un cristiano es: "Ama al Señor con todo tu corazón, con toda tu alma y ante toda tu muerte"; pero también Mateo explica a renglón seguido que hay un segundo mandamiento, parecido al primero, que dice: "Ama a tu prójimo como a ti mismo". Uno de los principios esenciales de la felicidad es amarse a sí mismo, quererse con tanta intensidad que somos felices por ser lo que somos. Pues bien, amar al prójimo como a ti mismo es amarle con la misma intensidad. Cuando Jesús se despidió de sus discípulos les dijo: "Un nuevo mandamiento os doy, que se amen los unos a los otros como yo los amo a todos ustedes". En la Carta que Pablo escribe a los Romanos, párrafo 13.8, el apóstol les aconseja que no tengan deuda con nadie, a parte de la deuda de amor que debe tener para con los otros; pues el que ama a su prójima y a su prójimo ya ha cumplido todo lo que la ley ordena. Sentir amor por los demás, como indica Primera de Corintios, es saber tener preguntas y respuestas para con él o con ella, es ser bondadoso con él o con ella, es no tenerle envidia ni a él ni a ella, ni orgullo contra él o contra ella, ni groserías, ni egoísmos para con él o ella; es no enojarse ni guardar rencor y también es no alegrarse de las injusticias que se cometen con el prójimo. Tener amor al prójimo y a la prójiuma es sufrir con él o ella, reír con él o ella, creer en su verdad, soportar sus defectos... y sobre todo velar en todo momento por su necesidad. En otra Carta de Pablo (esta vez a los Gálatas), también señala el amor al prójimo como a uno mismo y les advierte que tengan cuidado de tratar con los demás. También Santiago señalaba que si eres persona con discriminaciones hacia otros, estás en pecado y eres culpable ante Dios. Muchas veces puede ser difícil o casi imposible amar a ciertas personas pero tal vez hay que considerar que amar al prójimo es vivir bajo la luz de la Libertad y no hacerlo es vivir en la oscuridad quedando ciego por los caminos de la vida. Si Dios ama a todos, también nosotros debemos amar a los demás pero dejando que Dios viva en nosotros. La prueba de que eso es verdad es sólo cierta cuando amamos al prójimo y a la prójima sin ningún interés. Si alguno de vosotros decís "Amo a Dios" y al mismo tiempo tenéis odio al prójimo o a la prójima es un mentiroso pero ¿quién puede amar a Dios al cual no se ve y odiar al prójimo o a la prójima que sí lo puede ver?. Si no amamos lo que vemos difícilmente podemos amar lo que no vemos. Nosotros somos jóvenes como cualquier otro joven del mundo, con ganas de vivir, con ganas de ser felices, con esperanzas más o menos bien construídas. Tenemos esperanza de ver el mundo cambiar porque vemos un mundo donde puede más el odio y la discriminación a los demás; un mundo lleno de egoísmo, indiferencia, violación, corrupción... pero tenemos la esperanza juvenil del cambio hacia un mundo nuevo necesario para bajarnos de ese carro y expresar otros sentimientos opuestos, declarar la libertad, la capacidad de amar a los demás porque sí, simplemente porque sí, y vivir a la vez para construír un mundo sin odio, sin guerras, sin maldad, sin injusticia social... Decía Richard Moss que el mejor regalo que podemos darle a otro ser humano es nuestra atención íntegra. Y os recuerdo que ser íntegro quiere decir ser sano, completo, positivo. Es en este sentido es necesario saber que sólo aprendemos realmente a amar cuando compartimos la vida con alguien. Recordad siempre que cuando nos llega nuestro dolor, difícilmente podemos superarlo si no tenemos al lado a un amigo, a una amiga, a hombres y mujeres que se decidan a ayudarnos para ser también nosotros hombres y mujeres de verdad. Ese es el amor del que estoy hablando: el amor al prójimo sin ninguna clase de prejuicios ni discriminaciones. Como señaló Thomas Fuller: "es amigo aquel que me socorre y no el que se limita a compadecerme". Amar al prójimo es preguntarle cómo está y esperar su contestación sin darle la espalda. Pensad que en esta vida no hay nada más grande ni más bello que la de ser un hombre o una mujer capaz de hacer feliz a los demás. Quien no siente amor a los demás ignora la mitad más hermosa de su vida. La que le hace en realidad ser persona". Hace exactamente 9 años dejé escrito el siguente texto: "Hay horas que nos robaron. Horas de felicidad que no fueron y que, a pesar de ello, permanecieron latentes en un rincón habitante del alma viajera. Hay horas que nos robaron... pero seguro que el viento de las amapolas nos las devolverán entre los trigales de los amaneceres y los pinares del anochecer. Horas que nos robaron... pero a las que no pudieron eliminar de la vida. Horas debidas, horas de vidas que un día habremos de reconquistar y, a través de las sinfonías de una melodía en el viejo acordeón, las recuperaremos en todas sus dimensiones, en todas sus esencias, en todas sus fragantes emociones de eternidad... Como dijo Domingo Ortega: "A quien no sabe sufrir, algo le falta para vencer". Copio textualmente de Internet: "El escritor y presidente de la Fundación Nelson Mandela, Achmat Dangor, protagoniza en SILA el Programa "Letras Africanas" de Casa África: La historia de la literatura sudafricana ha estado marcada por un espíritu de rebelión y revuelta, contra las mentiras de los colonizadores, contra la brutalidad del Apartheid y contra el silencio de la población de todo un país sometida por una minoría blanca. El escritor sudafricano Achmat Dangor, presidente de la Fundación Nelson Mandela, trazó ayer en SILA un recorrido cronológico por los hitos de la literatura sudafricana, marcada por la “subyugación, la fragmentación y la escisión de sus lenguas”. Dangor participó en el programa Letras Africanas que celebra Casa África dentro de la programación del Salón Internacional del Libro Africano. Habló de compromiso y literatura, de Trilogía de Z Town (editada por Casa África) y de la necesidad de que los escritores sudafricanos dejen atrás la idea de “literatura como elemento de revuelta”. “El Apartheid ya ha pasado, debemos recordar y perdonar; porque si no superamos esa etapa sería como si Mandela al salir de la cárcel no hubiera podido rehacer su vida y continuar por miedo a encontrar un mundo distinto al de las cadenas”, Dangor comenzó su actividad literaria como uno de los impulsores del movimiento cultural Black Thoughts, donde los escritores se reunían para expandir y fomentar la literatura prohibida en los distritos discriminados de población negra. Él, como muchos coetáneos, usó sus obras para hacerle frente a un gobierno que utilizaba las armas y la coacción.“El megalítico Apartheid a lomos de un vehículo militar con su amenaza medieval” hizo que en la década de los 60 surgiera un movimiento de conciencia que abogaba por la “agresividad negra” para acabar con esa sumisión impuesta por el régimen de segregación racial. Pero los blancos cometieron un error y tensaron aún más la cuerda; en 1976 el gobierno impuso el afrikaans como lengua oficial, y comenzó la revuelta estudiantil.“Esos jóvenes furiosos sentían grandes deseos de venganza, contra la tiranía, la desposesión y la supresión” y esa actitud impregnó la literatura del momento. “Los escritores que emergieron en los 70 inundan su literatura de esta rabia y del orgullo de ser negro. Es la época en la que decimos “Liberación antes que educación”. Esa necesidad de revertir la situación llevó a los escritores sudafricanos a mezclar “estética y política” dando como resultado una “cultura casi esclava de sus nobles propósitos”. Pero, dijo Dangor: "los tiempos han cambiado, y la Sudáfrica de hoy no es la de hace 20 años. El Apartheid fue finalmente abolido, Mandela salió de la cárcel y el país va superando ese enorme trauma. Los escritores de su generación siguen marcados en muchos casos por esa idea de literatura como arma de subversión, pero hay una nueva generación. “Las nuevas voces de la literatura sudafricana, los llamados escritores de guerrilla por la intensidad de sus piezas, esporádicas y poderosas, escriben otro tipo de literatura. Son un desafío porque hablan de lo inmediato, y del presente, una visión que el país necesita porque “la lucha contra el Apartheid ya terminó, y ahora necesitamos una lucha por la nueva Sudáfrica”. Dangor (Johannesburgo, 1948) vivió la represión del régimen directa y violentamente. Sus libros fueron censurados y le prohibieron escribir, aunque siguió haciéndolo en secreto. Su vida ha estado estrechamente ligada a esa historia de represión y terror y, sin embargo, Dangor cree que los sudafricanos “aunque no debemos olvidar, tenemos que perdonar”. “Recuerden y perdonen”. Recuerdo y pienso. No me puedo sustraer ni resistir a la tentación de acudir a otro texto mío publicado hace años en Vorem: "El alguno de los combates por la verdad, los relojes marcarán el contraste de los perfiles del sendero por el que caminamos y luego, al hallar la escarcha, se oirá el tañer de las campanas de La Torre de los Temblores. Ver lo que veamos y pintarlo será un leve estallido de libertad. Esa es la propuesta de este nuestro examinar las manos con el deseo de obtener datos para las palabras. Es más sensato amar las verdades escritas en todos los sucesos humanos que querer ocultarlas. Ahora. Es ahora, en nuestro verde renacer, cuando se puede llegar a nuestro destino. Paisajes, amor, revoluciones palpitantes. Cantaremos el sueño horizontal de cada día para poder penetrar en los deseos de los alientos fortalecidos. Ahora es cuando en las arboledas nacerá el desdecir de las mentiras. De lo letal del camino siempre surge lo solemne del no pasarán los de las rapiñas; porque el punto y coma de las esperanzas son preámbulos carismáticos para nuestro combate. Y así las palpitaciones de los corazones trazarán rayas en el espejo para mostrar el verdadero cuadro de lo perfilado en nuestras hojas de papel con rostros de privado olvido. Sí. Cantarán las miradas el futuro, tras las ventanas y en las plenas rúas del universo, creando esfinges invulnerables con los fuegos del resplandor... y entonces las plantas de la verdad crecerán inexorablemente. Porque el olvido, como dijo el poeta Khalid Gibran, es una manera de libertad". ¿Cuántas mentiras se crearon duarante el Apartheid y cuántas mentiras se han ido creando, a lo largo de la Historia Contemporánea, en muchísimos lugares de la Tierra? Es totalmente falso eso que dicen muchos de que cuantas más verdades conoces más infeliz te vuelves. Es totalmente falso y es lo que nos quieren hacer pensar los que, apoyándose en sus poderes fácticos, proclaman falsamente para que conozcamos solamente sus mentiras y así tenernos atrapados con la esclavitud que producen las ignorancias. No es más feliz el ignorante como nos han hecho creer algunos que profetizan que "no saber la verdad produce más felicidad". Falso. Completamente falso. Lo cierto es que "La verdad siempre libera". En este sentido, yo siempre he dicho que los problemas sólo se resuelven (y por eso nos hacen felices) cuando descubrimos verdades que no les interesan a los que manipulan nuestrras vidas que sepamos. Pero la existencia humana es una Gran Verdad y de esa Gran Verdad derivan todas las verdades que estamos necesitando conocer para ser felices siempre. Esa Gran Verdad se llama Jesucristo.
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