DELIRIUM TREMENS
Publicado en Aug 09, 2013
EN HONOR A POE.
Nuevamente estoy intentando refugiarme en la escritura para poder escapar de este mundo que me enferma, de este presente que odio, de esta vida que me agobia y de este destino maldito. Esta es una noche más que me encierra con su absoluta oscuridad y soledad. Intervalos de somnolencia me dominan. Mi alma con vehemencia desea despertar de esta cruel pesadilla. Mi corazón se siente en un callejón sin salida. Mi conciencia naufraga en grandes ríos de alcohol. y a pesar de todo, todavía tengo el poder de escribir. Sufro y deliro tanto que ya no se que es real y que es falso. Para ahogar mis penas me embriago, pero pasa todo lo contrario cuando lo hago. Mis malas virtudes van saliendo a flote en cada copa, en cada trago. A medida que pasa el tiempo voy cayendo, profundamente, en un poso lleno de:-acciones tardías, pensamientos lentos, ilusiones falsas y sueños muertos. A mi modo de ver, sería algo absurdo, rezar y tenerle fe ha alguien sobrenatural. Lo digo porque el no tiene mi solución, de hecho nadie la tiene, sólo yo. Pero esa solución se volvió una búsqueda inalcanzable. Así que me parece mejor resguardarme en las letras, e invoco cuervos, gatos, y ángeles amoríos. Mientras lentamente- pero de una forma voraz- me devora la locura. Se que me queda poco valor para vivir, pero también sé, que todavía tengo gran ímpetu para enfrentar los demonios que me acechan. Como siento que muero en esos momentos de desesperación e impaciencia, de igual manera siento que renazco en esos momentos donde escribo mi realidad surrealista. Todas las noches, antes de acostarme, miro la luna. Pues su poética soledad inspira mi alma, para que ella se adueñe de mi corazón. De esa manera se vuelven uno solo y me hacen sentir cada letra, cada palabra, cada frase, que voy dando vida cuando hago correr la tinta en el papel. Entonces, sólo entonces, me siento un Dios en esos momentos llenos de placer y sosiego. Aquí me encuentro una vez más, escribiendo en horas nocturnas para poder respirar tranquilamente. Ya que mi verdadero oxigenó son la tinta y el papel. En estos momentos desolados, amargos y tristes lo único que me queda para sobrevivir es el mundo literario, con sus enigmas, paradigmas, ensueños, sueños, fantasías y utopías. Por eso me encierro en el, para poder sobrevivir, revivir, y sentir. Aquí sigo apegado al don que se me ha concebido, y aunque todavía no descifro si es bendito o maldito, me uno a él cómo él se une a mi en esas noches lúgubres y penumbrosas. La escritura es un néctar dulce para el alma y el corazón, y un elixir ponzoñoso para el sufrimiento y el dolor. No soy escritor porque tengo buena caligrafía u ortografía. Soy escritor porque tengo la capacidad de narrar lo que vivo, lo que pienso, y sobre todo, lo que siento. No soy poeta porque tengo musa de inspiración. Soy poeta porque las musas me persiguen con anhelo de ser plasmadas. Toda mi vida seguiré escribiendo no porque me guste (y me gusta) sino porque me avasallan las letras y me dicen: >>aunque nos sigas escribiendo en el papel, estaremos aferradas, para siempre, en tu alma y en tu piel<<. "Me convertí en un loco con grandes intervalos de horrible cordura". EDGAR ALLAN POE.
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