Delirios de Nobleza! (El Chivatazo)
Publicado en Aug 27, 2013
Por un "Dominus Vobiscum" y por un "quítame allá esas pajas" todos estamos obligados a ser nobles; porque la nobleza obliga y las obligaciones son la obligaciones más obligatorias que existen de todas las obligaciones conocidas a priori y a posteriori ambas inclusive. Lo malo de todo este "affaire" es que el que es conde no esconde pero el que es marqués sí esconde. ¿Y qué decir de los ducados? Por un buen mogollón de ducados con filtros te empeñas hasta las cejas. Lo mejor es tener fortunas porque en teniendo fortunas los ducados sobran ya que los fortunas tiran mejor y te aromatizan la pituitaria. Pero tenemos tantos ducados en España que, al final, lo mejor es un nobel y ver los toros desde la barrera que es como decir "aquí te espero comiendo un huevo". ¿y qué me dicen de los barones y las baronesas?
Estamos en un momento trascendente y hasta tanscendental en su sentido más longitudinal que existe en cuanto a nuestra Historia; y a muchos se les está viendo el plumero. A fuerza de querer salir en todos los Informativos del Canal de Isabel II (que está más o menos en Madrid y a tiro de piedra del Lozoya si no lo han cambiado de sitio) algunos hasta hacen aguas. Hablando de aguas, y como de vez en cuando se desata alguna tormenta más o menos informativa o más o menos desinformada entre la nobleza... ahora resulta que todos ansían ser como el Príncipe de Canalejas que, aunque no es de la nobleza todavía parece que ya sus familiares y amigotes de esos de ir por casa son sus más acérrimos seguidores por aquello de "quien lo persigue lo consigue". La Historia Carpetovetónica, de repente, no va más. Son tantas las peticiones de títulos nobiliarios que o se produce un milagro para que todos tengamos algún título que otro (aunque sea de carretillero) o rompemos la baraja de Heraclio (que me parece que es Fournier además) y se anula toda la nobleza y Santas Pascuas Floridas tengamos todos y todas; pero, según las últimas noticias que recibo mientras tomo mi inevitable café con leche tras haber luchado "a brazo partido" por diez céntimos, por los menos una cola de 700.000 aspirantes a nobles esperan en la fila del paro para tener algo con lo que fardar ante el Mundo entero. La pelea entre el País y el Mundo es ya inevitable. O nos hacen nobles a todos los españoles y españolas o cogemos todos una maleta de cartón y nos vamos a los Países Bajos para ver si allí nos hacen Grandes. Eso es como pedir ducados con filtros en la puerta de una iglesia, aunque, claro está, si eres íntimo amigo del canónigo quizás... Otra forma y manera de ascender por la pirámide de la nobleza es hacer como que somos conocidos por todos los duques y, cuando llegue el alba, esperar a ver si el calor nos produce "delirium nobeliscum" (y a ver si cae algún nobel que otro) y nos damos un garbeo por Pall Mall, que es una manera muy guay y supermoderna de decir Palma de Mallorca pero en inglés de la Sorbona mientras nos tomamos un sorbete al que nos ha invitado la monja de turno. El yate nos lo podemos imaginar (que imaginar no cuesta dinero) y ya está. El asunto tiene una facilidad relativa. Todo consiste en qué clase de relato relativo, aunque sea mitológico, le cuentas a quien reparte los títulos. Si cuaja cuaja y si no cuaja habrá que esperar a ver si cuela durante el otoño y a ver sin nos dan miles de oportunidades y atrapamos a una. Me refiero a las oportunidades y no a la chavalas nobles a ver si se va a confundir alguien y la vamos a liar pero bien liada. ¿Os imagináis lo que es sentir una especie de vértigo nobiliario con escudo de armas y todo más una legendaria genealogía que nunca falta en estos casos de extrema gravedad? Si no tienes abolengo suficiente puedes pedirle a tus abuelos que se lo inventen en una noche oscura y a la luz de las velas porque os han cortado la eléctrica por falta de pago. Que se lo inventen bien inventado y, de esta manera tan holística, nos enganchamos al tren de los prioritarios. Ahora bien eso de ser un primo termina siempre por convertirte en un primo. Lo mejor, sin duda alguna aunque alguno lo dude y sea peor para él, es aspirar a una elección demótica (no democrática sino demótica aristocrática) para colgarnos unos cuántos que estemos prestos a viajar en el furgón de cola y a lo Príncipe Pío pero sin decir ni pío para ver si se equivocan y nos nombran duques. Entre los que ya son nobles y los que están en proceso por faltas no conclusivas está todo lo que arde. Ser juez ya no mola tanto para salir con una marquesina de buen ver y mejor estar, así que lo mejor de lo mejor es guarecerse en una marquesina a ver si nos dan permiso de casarnos con ella y así obtenemos el título sin tener que hacer oposiciones. De lo que me he enterado es de que oposiciones para sacar título de nobleza hay hasta un porrón de ellas. Ahora bien, os tengo que advertir que el porrón es una manera pero el porro es una desmanera y así, puesto esto bien claro, nos colocamos en Madrid y dispuestos a ser el Marqués de Ver Agua. En definitiva, que todo esto es como una fiebre para querer ser algo más importantes y os propongo que en lugar de aspirar a ser Grandes de España procuréis aspirar a ser Pequeños de Madrid porque es mucho más importante ya que tienes toda la Carrera (a la de San Jerónimo me refiero) por delante de ti y a lo mejor, cuando dejes de tomar cubatas tras cubatas, llegas hasta ser cura. Por lo pronto yo me conformo con una de chipirones en Chipiona. Una buena ración y que pague el escudero de turno. Fin de la fiebre del sábado noche y a ver si el domingo mañana nos encontramos ya todos barones y todas baronesas.
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Jos Orero De Julin
Getzeman Gonzlez
Acá no hay esos títulos, pero si los hubiera, habría fiebres similares.
Saludos.