El loco de la roca (Novela) -Captulo 3-
Publicado en Aug 28, 2013
- Abre la guantera y saca el lote de hojas que están escritas de mi puño y letra, Micaela.
- ¿Esto qué es? ¿Un juego como si estuviéramos haciéndonos un examen para saber quién de los dos es más listo? - Cuando haces esas preguntas reconozco que tienes un gran sentido de observación. ¡Saca las hojas de la guantera, Micaela! - Está bien, Don León, está bien... pero no se ponga tan nervioso... Aquella manera de sentirse superior a él le irritó al viejo como si fuera una burla cuando estaba seguro de que quién era superior, en aquella lucha de géneros, era siempre el hombre; sobre todo cuando le sacaba tantos años de experiencia como ventaja. - ¡No estoy nervioso! ¡Lo que sucede es que no puedo equivocarme contigo! - No se hable más. Saco las hojas de la guantera... Micaela sacó tres folios escritos por ambas caras escritas con letra muy difícil de interpretar pero ella dominaba toda clase de escrituras acostumbrada, como estaba, a tomar tantas notas, a la máxima velocidad posible, para sus estudios. - ¿Escribe usted siempre así? - Escribo mucho mejor pero mi mente se esfuerza por establecer una relación contigo. - No entiendo nada de lo que quiere decir con eso. - Que eres capaz de leer perfectamente esos folios si te concentras y dejas que mi mente fluya sobre tu estado de ánimo. - ¡Vaya, por Dios! ¡He topado con un espiritista! El viejo Don León Tigre y Gato estaba intentando serenar sus impulsos... - ¿Qué te parecen, Micaela? - No sé qué hacer ahora con todo esto. - ¡Lee despacio, en voz alta e imaginando las escenas a través de tu mente! ¡Concéntrate, Micaela, concéntrate y visualiza lo que vas leyendo! - ¿Quiere usted que yo vaya leyendo en voz alta para entretenerle en el camino hasta mi casa? - Lo más importante no es eso sino que en todo momento te concentres mientras lees para que puedas visualizarlo como si fuese una película. - Lo intentaré. - ¡No tienes que intentarlo! ¡Tienes que conseguirlo! - ¿Y si no lo puedo hacer? - ¿No dices que deseas ser una actriz estelar superior incluso a Marilyn Monroe? - A eso aspiro. - ¡Pues demuéstralo! No puedes llegar a la cima del Cine si no eres capaz de hacer lo más importante que hacen los grandes artistas del Séptimo Arte. ¡Tienes que visualizar lo que lees! - Eso mismo es lo que me dice siempre Pepe Luis. - Pues entonces no hablemos más. Comienza con tu trabajo y, de vez en cuando, vamos comentando ciertos asuntos para que no te agotes demasiado. Si sabes dosificar el esfuerzo lo puedes conseguir. Micaela ya no puso más resistencia ante la terquedad del viejo y comenzó con la lectura al mismo tiempo que visualizaba las escenas... - Hesíodo narra que después de la Edad de los Gigantes nacidos de los fresnos, edad "violenta y terrible", apareció en la Tierra una generación de hombres-héroes, "estirpe celeste", que vivió inmediatamente antes de la Humanidad actual. La Edad de los Héroes -intermedio luminoso anterior al advenimiento de la Quinta Estirpe, la Edad de Hierro- se cerró con la Guerra de Troya (históricamente ocurrida en el siglo IX antes de Jesucristo). El padre Zeus permitió a estos héroes que vivieran en los confines del mundo, en las Islas de los Bienaventurados, cuyo rey es Cronos. Y ellos viven con el corazón sin afanes, héroes felices a los cuales tres veces al año la tierra fecunda ofrece frutos florecientes, dulces de miel... - ¿Cómo lo llevas, Micaela? ¿Lo estás consiguiendo? - La verdad es que es un gran esfuerzo pero lo estoy consiguiendo. Es un espectáculo impresionante. - Yo diría que es muy singular. - Eso es. Un espectáculo impresionante por ser muy singular. - Lo más importante para una perfecta actriz es que siemrpe sea muy singular, para lograr destacar por encima de todas las demás. ¡Es la Ley del Cine! - ¿La Ley del Cine? Yo creía que el Cine era simplemente interpretar... - Pues te equivocas en algo muy importante, mucho más importante que interpretar. - ¿Qué puede ser eso tan importante? - Sentir lo que interpretas. No es lo mismo interpretar, cosa que puede hacer cualquiera, sino sentir lo que se interpreta como la parte más viva de tu personalidad, cosa que sólo lo pueden hacer quienes destacan sobre todos los demás. Sigue leyendo mientras sigues visulaizando y si eres capaz de descubrirlo habrás triunfado. - En el mito narrado por Hesíodo los héroes, después de la muerte, vuelven a un estado que tiene todas las características de la Edad de Oro: soberanía de Cronos, rey de la Edad de Oro; rey de una isla remota y sus aflicciones; tierra que produce espontáneamente para dicha de los hombres. Es elemento común tanto para la tradición celta como para la griega, y más tarde para la gaélica, que el camino hacia la Isla de los Bienaventurados, o Avalón, esté reservado exclusivamente para quienes poseen la calificación interiorizada e indispensable para acometer la empresa: el heroísmo entendido como voluntad de sacrificio. - ¿Te estás dando cuenta, Micaela? - No sé qué es lo que debo de darme cuenta. - Que para alcanzar el éxito debes alcanzar, antes, la calificación más sobresaliente para quedar en el recuerdo de todos los seres humanos. No te hablo de muerte sino de sacrificio. - ¡Eso sí que son palabras mayores! - Entonces... ¿estás dispuesta al sacrificio? - Supongo que no hay que llegar a tanto para pasar a la posteridad. - Te equivocas. Es cierto que no te hablo de muerte... pero ya tendremos tiempo de hablar de ello para saber si es o no es necesario. Creo que te vas a llevar una gran sorpresa. - ¿Cree que voy a tener otra cita con usted? - No lo creo. Lo afirmo nada más. - Me parece que se equivoca conmigo, Don León. - O quizás te equivoques tú en cuanto a mí se refiere, Micaela. Pero sigue, por favor, sigue. No lo estás haciendo tan mal... Aquello de que no lo estaba haciendo tan mal le afectó de tal manera a la jovencita Micaela que se sintió picada en su dignidad de mujer y se esforzó en visualizar mejor todavía. - Contaban los poetas que Tetis había raptado de la hoguera fúnebre el cuerpo de su hijo Aquiles para transportarlo a Leuca (Leuké), la "Isla Blanca". Diodoro de Sicilia habla de la Isla Blanca (Leuké) y la identifica con la mítica tierra de Apolo y de los Hiperbóreos -hombres de la Edad de Oro y héroes que han reconquistado el Centro Primordial- situada, afirma el escritor, en el Océano, enfrente de la patria de los Celtas. Leuké es afín, por significado. al sánscrito que significa "Blanca Isla" o "Isla Resplandeciente", nacida del rey Vishnu cuyo signo era la esvástica. - ¿Qué te parece ahora? - ¡Ostras! - ¡Una jovencita que quiere ser lo máximo de los máximo no debe soltar ciertas exclamaciones vulgares! - Es que esto es muy fuerte. - ¿Lo dices por lo de la esvástica? ¿Qué crees que significa la esvástica? - Supongo que el terror. - Tengo memorizado un texto que, en su día, leí sobre ella. Desde que el partido nacionalsocialista de Hitler empezó a usar la esvástica como emblema, en Occidente se ha identificado a esta cruz como un símbolo exclusivo del nazismo. Su origen, sin embargo, es muy anterior y, de hecho, la esvástica, cuyo nombre proviene del sánscrito, es un objeto de culto para budistas e hindúes. En el hinduismo, por ejemplo, representa tanto la evolución del universo como su involución, según sea la dirección a la que apunten sus brazos. En esta misma religión se emplea como símbolo solar y, en general, como señal de buena suerte. También algunas estatuas de Buda poseen esvásticas marcadas en su pecho. Por su parte, en la mitologías indoeuropeas se asocia en general con el Sol, el poder y la iluminación, si bien los pueblos nórdicos y celtas en ocasiones identificaban con ellas a los dioses del trueno Thor y Taranis. ¿Por qué crees tú que, en realidad, la asumió Hitler como su símbolo de poder? Ella volvió a observar una sonrisa vertical en el rostro del viejo León Tigre y Gato. - Me parece que no quiero seguir... - No tengas miedo. No soy la reencarnación del Anticristo. ¡¡Jajaja!! - Repito que me parece que no quiero seguir... - ¿Abandonas tan pronto tu proyecto de vida eterna? ¿Sabes lo que es la vida eterna para quien desea ser una figura estelar? - Me está dando un poco de miedo... - Si dudas sobre lo que quieres llegar a ser nunca lograrás llegar a ser lo que quieres. - No dudo pero sigo teniendo miedo... - ¿Te da miedo la historia o la realidad? - No llego a comprenderle bien del todo. ¿Por qué se ríe de esa manera cuando se refiere a la esvástica de los nazis? - Porque me paso por las narices a todos los nazis y a todos los fascistas. Me los paso por las narices y me río de todos ellos. Sólo son mezquinos y cobardes. Yo puedo ser un loco para muchos pero jamás mezquino ni cobarde como los nazis y los fascistas. - Esa sonrisa suya me pone nerviosa... - ¡Vaya! Parece que ya la jovencita comienza a reflexionar. ¡Puedes seguir leyendo mientras sigues visualizando! - Los Iranios llaman a la raza hiperbórea "semilla originaria de la estirpe aria". Estrabón especifica que esta isla se hallaba a seis días por el mar de la Britania, en las proximidades del "mar congelado", que lo identifica sin duda con el Mare Cronide en el cual, según Plutarco y Plinio, yace Cronos. - ¿Tienes miedo a la muerte, Micaela? - Nunca me he planteado esa cuestión ni tan siquiera como una alternativa. Soy demasiado joven para eso. - El tiempo pasa, jovencita, y Cronos no se detiene nunca a no ser que alguien le venza definitivamente. Ese dios es tan viejo como lo puedo ser yo dentro de unos cuantos milenios y esté todavía vivo para poder contarlo. Ese dios es tan infatigable como sucede conmigo. - Pero... ¿todo esto qué es en realidad? ¿Un mal sueño del que voy ya a despertar? - Posiblemente sea tu Destino. ¿Has pensado alguna vez en tu Destino? - ¿Yo casada con usted? ¿Qué le sucede? ¿Le ha sentado mal la cerveza? - Espero que no y espero que tampoco a ti te haya sentado mal. También espero que puedas seguir... - La "Isla Blanca" también era conocida con el nombre de Thulé. Hecateo de Abdera, del siglo III antes de jesucristo, asevera que los Hiperbóreos habitaron la Isla de la Gran Bretaña. Su narración concuerda, en esencia, con las sagas celtas de los Tuatha de Danann. - ¿Te parece demasiado complicado todo esto o quieres continuar hasta alcanzar la gloria ante todos los hombres y que todos los hombres te adoren para siempre? - Yo no quiero tanto. Eso rebasa mis sueños. - ¿Y por qué puede ser malo rebasar los sueños? ¿No son solamente etapas de nuestras vidas que vamos superando uno tras otro si es que queremos triunfar? - Sí. Pero no de esta manera. - Pues debes enfrentarlo y superarlo. No puede ser de otra forma. - Estoy pensando en dejarlo... - No. Ahora es muy importante no abandonar y seguir... Ella decidió seguir porque había cierto encanto en aquel hombre que podía ser hasta su bisabuelo... - Contaban los fieles de Orfeo, que éste destronó a Cronos, soberano de la Primera Edad del Mundo, encadenó al viejo dios, que era su padre, cuando éste estaba ebrio de hidromiel, y lo condujo a los extremos confines de la Tierra, allí donde el viento dulce del Océano sopla sobre la torre en la cual vive encerrado. - ¿Qué me dices ahora del tema de la edad? ¿Se puede o no se puede vencer a Cronos? ¿Podemos o no podemos dejar de tener edad para ser eternamente jóvenes? - No podemos tener la edad suficiente... - ¿Edad suficiente para qué? - Para ser siempre héroes y heroínas. - ¿Y quién te dice a ti que tú no lo eres ya? - ¡Todo esto es pura ficción! - ¿Y no crees que la pura ficción es la que nos otorga la edad suficiente para ser joven a cualquier ser humano, hombre o mujer, que la viva con intensidad? - ¿La pura ficción se puede vivir con esa intensidad tan total? - En efecto. Cervantes lo demostró con El Quijote. ¿Cuánto años crees que tenía El Quijote? - Por lo que he leido podría ser como usted. - ¿Y por qué no como tu novio? - Caramba. Eso no lo había pensado. - ¿Por qué no lo habías pensado? - Porque es imposible. - ¿Imposible? Sigue leyendo y visualizando lo que lees. Luego me dices lo que es imposible y lo que no es imposible. Me parece que te falta todavía mucho por descubrir sobre las vidas ajenas. - La Isla Blanca había sido la patria de la madre de Apolo, llamada Latona. Apolo, nacido en Delos, había pasado largas temporadas en el País de los Hiperbóreos y allí volvía cada diecinueve años. Zeus lo envió a Delfos y a las corrientes de la Fuente Castalia, para desde ahí profetizar a los Griegos, pero Apolo, montado en su carroza, hizo que los cisnes volaran hacia donde habitaban los Hiperbóreos. Los de Delfos invocaron al dios para que volviera de aquel país. Él, por su parte, después de un año entero de pronunciar oráculos a los habitantes de aquella tierra, cuando creyó oportuno que también los de Delfos tocasen sus trípodes, dio orden a los cisnes de regresar del País de los Hiperbóreos. Era, por entonces, mediado el verano, cuando, según Alceo, Apolo se apartó de los Hiperbóreos. - ¿Te has dado cuenta ya, Micaela? - ¿De qué me tengo que dar cuenta? - De que tienes diecinueve años y estamos a mediados del verano. ¿Tú crees que eso significa algo o que no significa nada? - Según el interés de cada persona. - ¡Eso es! ¡Ya vas acertando en cuanto a las edades humanas y los tiempos terrenales! Todo eso depende solamente del interés de cada persona. ¿Cuál es tu interés por ser como Latona? - ¿Cómo se ha dado cuenta de eso, Don León? - Porque lo noté en tu mirada cuando pronunciaste su nombre. ¿Sabes que Latona puede ser una diosa de tan sólo diecinueve años de edad? ¿Te interesa o no te interesa? - Ahora sólo me interesa llegar pronto a casa para seguir estudiando. - ¿Apuntes? ¿Notas de Taller nada más? ¿Po qué no empiezas a vivirlo por ti misma y te olvidas de estudiar cómo debes interpretarla? - Eso sólo lo puede decidir Pepe Luis. - ¡Ya! ¿Quieres decir que Don Carlos es quien dirige todo? - ¡Se equivoca, Don León! Pepe Luis no nos dirige a nadie pero deja que nosotros nos dirijamos, libremente, tal como deseamos que él nos dirija. Quizás tenga usted que aprender también mucho sobre eso. - ¿Crees que tu profesor me supera a mí? - Creer no es suficiente. Afirmar es creer más allá de lo que los demás creen o no creen. - ¿De quién es eso? - De Pepe Luis para nosotros y de Don Carlos para ustedes. Don León Tigre y Gato descubrió algo que hasta entonces no había sentido. Descubrió que un sencillo profesor de Literatura podía demostrar lo que él intentaba demostrar con la Filosofía. Así que replegó sus alas y cambió de asunto porque estaba seguro de que aquel tal Pepe Luis debía saber más de Cervantes y Don Quijote que él mismo, que se había esforzado en leer las Aventuras del Ingenioso Caballero de La Mancha demasiadas veces. - ¿Y la Isla Hiperbórea? ¿Qué siente ante la Isla Blanca? Mi pergamino no es un simple papel - Estoy acostumbrada a la prudencia y por eso, antes de agarrar una oportunidad, tengo que saber lo más importante. - ¿También te ha dicho eso tu Pepe Luis? - También. Le considero, de momento, más inteligente que usted a pesar de toda su metodología filosófica. La Literatura es lo que vivimos siempre más cerca de nuestro corazón y más lejos de nuestra razón. Por eso poetizar es más que filosofar. Por eso escribir es más que racionalizar. Por eso narrar es más que contar. Y por eso expresar es más que impresionar. El Cine puede vivir sin la Filosofía pero no puede existir sin la Literatura. - ¿Cómo puedes pensar eso? - Claro que el Cine encierra Filosofía pero si la Filosofía que encierra el Cine no es capaz de liberar nuestra Imaginación la película se convierte en un petardo. - ¿Qué irreverencia es esa, jovencita? - Lo dice mi maestro en el Taller de Actuación. Si la Filosofía no logra hacer que sintamos lo que estamos representando gracias a la Literatura lo mejor es apartarse de la película. Mi maestro no huye de los simplemente filósofos, los ataca, los derriba y nos propone filosofía vital para poder llegar a alcanzar lo que soñamos. - ¿Tú crees que eso es prudente para una jovencita de tan sólo diecinueve años de edad? - Lo que creo es no querer estar presente donde no se desea estar presente. También es de Pepe Luis. Yo me limito a sentir que es verdad pero usted... lo que es usted... parece que no está lo suficientemente liberado como para entenderlo... - Acepto que es una buena definición. Ahora veo que ya estamos preparados. Si te digo que llegarás a ser estelar es porque tu Destino es llegar a serlo. ¿Quieres seguir leyendo? - Sí. Pero antes quiero hacerle una pregunta. - Pregunta... pregunta porque toda pregunta tiene siempre una respuesta. - En realidad son dos preguntas en una sola. - Estoy esperando... - ¿Por qué le considera a Pepe Luis un rival y por qué le tiene tanto miedo? El viejo Don León Tigre y Gato no supo que responder y guardó silencio mientras ella volvió a la lectura. - No será inútil detenerse en el significado de dos de los nombres del cielo mítico de Apolo: Latona, nombre de su madre, y Delos, nombre de la isla en la que nació el dios. El nombre de la diosa, en griego, tiene dos alternancias vocálicas. - ¡Espera! ¡Espera un momento! ¿Qué sabes tú de las alternancias? - ¿Vocálicas? - No. Me refiero a los alternes juveniles; allí donde la inmensa mayoría se hunden para no resurgir más. Sólo unos pocos, porquísimos, llegan a donde de verdad querían haber llegado. - ¿De qué narices me está usted hablando? - Del viaje. - ¿Qué viaje? ¿A qué viaje se refiere? - Al del camino sin retorno. A esa especie de retroceder hasta olvidarse del punto exacto. Supongamos que yo regreso a los veintiseis años de edad. ¿Podría o no podría ocupar el lugar de tu amado novio? - ¡Está usted mal del todo! - ¿Crees que estoy loco? ¿No sabes que Cronos es impredecible? - ¡Me aturde con tanta mitología! - Pues todavía debes seguir... - Voy a seguir. No se me va a acabar el mundo por eso. - ¿A qué mundo te estás refiriendo, Micaela? - A mi mundo, Don León, a mi mundo. - ¿Tu padre, tu maestro y tu novio tal vez? - Tal vez. - ¡Eres muy inocente! - Pues la inocencia es la mejor verdad que existe. Don León no se esperaba aquello y quedó un poco sorprendido... - Entonces, sigue... - Latona deriva de las raíces de donde procede el verbo lantháneo que expresa el "estar escondido", el estar oculto. Delos, en cambio, se enlaza con el adjetivo "visible" y con el verbo "hago ver". Latona, entonces, corresponde simbólicamente con la oscuridad, con la noche preñada de Sol, con la sapiencia primordial escondida. Latona viene de la Tierra de los Hiperbóreos. Literalmente su nombre significa "la oculta", la no manifestada. - ¿Tienes miedo ahora o has superado ya el miedo? - No tengo por qué tener miedo... ¿no es cierto, Don León? - Se supone que no debes tenerlo, así que lo mejor es que sigas adelante... si sabes lo que es seguir adelante... - ¿Me está usted pìdiendo que cruce la frontera? - Para dejar de ser "la oculta" debes cruzar la frontera con determinación absoluta. Nada de relatividades ahora, Micaela. - ¿Eso tiene que ver con tener fe o no tener fe? - Eso tiene que ver con tener predisposición... - Yo tengo suficiente predisposición y me sobra fe en lo que hago. - ¿Estás totalmente segura de eso o lo estás relativizando? - Totalmente segura. Me parece que quien no está seguro del todo es usted. - Si eso es cierto... si es cierto que me superas en lo de estar seguros de lo que hacemos, de lo que buscamos y de lo que encontramos, sigue... - Voy a seguir. Por supuesto que voy a seguir adelante. Pero debe usted saber, Don León, que un ser humano sólo es verdadero cuando se enfrenta con su Verdad Absoluta sin tener que engañarse a sí mismo ni a los demás llamándola Relatividad. Mucho de usted y su personalidad me recuerda a aquel tal Agustín Rondelo Filo que se vanagloriaba de amar a su corta inteligencia delante de las mujeres aunque, claro está, su inteligencia para con las mujeres no era realmente corta, sino más bien cortísima... porque no pasaba de ser un simple machista con dos o tres ideas que él las llamaba brillantes cuando sólo eran pura filfa. Por eso no ligaba con las que de verdad merecía la pena ligar y se conformaba con las que nadie quería. - ¡Caramba! ¿De dónde has sacado eso de la Verdad Absoluta? - Un Taller siempre enseña mucho más que unas simples lecciones académicas. - ¿Te lo ha dicho Don Carlos? - Supongamos que sí. Pero lo más importante no es quien nos enseña sabiduría sino que seamos capaces de aprender sabiduría. - Entonces sigue y no te olvides de visualizar... - Delos, es por tanto, el lugar de la manifestación Apolo-Sol y es también el hogar donde se revela en el logos apolíneo la sabiduría hiperbórea que primero estaba oculta. Delos, lugar de tales manifestaciones y a la luz de las etimologías, cobra el significado de un centro espiritual derivado del Centro Primordial, o Isla Blanca, o Tierra Hiperbórea, en un momento determinado del ciclo cósmico y de la historia de los hombres. - Manifestaciones, Micaela, manifestaciones... - ¿Qué quiere decir eso, Don León? - Que todos los hombres y todas las mujeres somos capaces de manifestarnos en algún momento determinado de nuestro ciclo cósmico. - ¿Cósmico o cómico, Don León? Otra vez la sonrisa vertical en la cara del viejo... - ¿De verdad no le sucede nada raro, Don León? - No. Lo que me sucede es que me ha hecho gracia eso de llamar cómico a lo cósmico. - ¿Es que no es para tomárselo a risa? - Podría ser. Tal vez tengas razón y haya que tomarse todo lo de los ciclos cósmicos de manera cómica. ¿Te interesa más conocer a Tigre o te interesa más conocer a Gato? - Para ser una aventura interesante me interesa más conocerle como Tigre. - Te advierto que yo como Tigre puedo ser más inexorable que como Gato. - No tengo miedo, Don León. - No me estás defraudando, Micaela. Lejos de defraudarme me está entusiasmando tu valor. - Es connatural con mi naturaleza femenina. - Tu transformación parece que coincide con mi ciclo cómico. ¡Jajaja! - Veo que a usted también le da risa hablar de lo cósmico. - Contagio interpesonal. A eso se le llama contagio interpersonal, - Otra vez me he perdido, Don León... - Sigue leyendo y te encontrarás... - Antes, y relacionado con eso de econtrarnos, escuche los siguiente Don León y visualice usted ahora a ver si puede hacerlo mejor que yo: Llenó sus ojos de palomas, inundó su corazón de un verde valle repleto de abedules y adentró en sus entrañas las misiones viajeras de quien toma el rumbo de lo desconocido para saborear su propia personalidad. Yo no la dije nada. Sólo miré sus ojos llenos de palomas, escuché latir su corazón de verde esperanza y me adentré en sus sueños de viaje. Sé que a veces acertará y otras tendrá errores... pero estoy seguro de que cuando volvamos a vernos, con la próxima primavera contándonos las edades de los tiempos, veré a una mujer mucho más completa, mucho más exacta, mucho más real. ¡Suerte! Estoy seguro de que tus sueños serán experiencias para contarnos en la próxima primavera. - ¡Recontra! ¡Esto sí que no me lo esperaba yo! - Porque hay otro yo mucho más superior que el suyo. ¿Ha podido visualizarlo? Vuelvo a repetir que su ego me parece algo superior al de aquel tal Agustín Rondelo Filo pero es que aquel tipo tenía un ego más bien retorcido del todo. Don León Tigre y Gato quedó desconcertado mientras ella continuó visualizando la lectura... - Y si Delos, como la Isla Blanca, etcétera, no es sólo una región mítica, sino también la alegoría de un estado de conciencia que corresponde al ingreso enn un estado del ver, los mitos del cielo apolíneo ponen en evidencia los requisitos interiores, a fin de que todo estado de conciencia -la Isla Blanca- pueda alcanzarse con la superación de la tiranía de los sentidos y el "descondicionamiento" de los paisajes ligados a la "tierra", la victoria sobre la hýbris expresada en el mito por los Centauros y por los Gigantes contra los que Apolo lucha. Según los relatos más antiguos, el principal enemigo de Apolo era una dragona de nombre Delphyne, que deriva de "delphys","útero", 'ubre". Otro enemigo era Ticio, un gigante fálico que había atentado contra su madre Latona. Al mismo tiempo, Delphys, tras la victoria de Apolo sobre el dragón-hombre, en la versión más antigua del mito, se convierte en el nombre del templo más ilustre del dios, cuyo significado es otra vez "útero". Pero esta vez de renacimiento. - De momento no sigas, Micaela. Espera a que razone lo suficiente como para que puedas estimarme mejor. Yo no soy ni tan siquiera parecido a aquel pobre imbécil llamado Agustín del cual ni me acuerdo de sus apellidos ni me hace falta alguna recordarlos. - En este punto lleva usted toda la razón, Don León, porque ninguna clase de buenas mercedes ni mucho menos de mercedes buenas tenía aquel caballero que se decía a sí mismo ser ilustre cuando en realidad sólo era palustre. Resultaba ser más pesado que tener que cargar todo un santo día un saco de cien kilos de patatas al hombro. - ¿Quién sabe si no es necesario actualizar un Nuevo Renacimiento humano o quizás retroceder hasta la Edad de Piedra? ¡Superficiales! ¡Vanidad de vanidades el mundo entero! ¿Qué están haciendo con nuestras mentes? ¡Demencia digital! ¡Llaman interesantes a quienes solamente son un rebaño de locos! Hay que salir del rebaño, Micaela, hay que salir del rebaño para volver a ser nosotros mismos, para volver a tener nuestro propio "status quo", nuestra propia manera de ser, de vivir y de soñar. - Tiene usted una mente demasiado lineal, Don León. - Demasiado lineal pero demasiado racionalista. - Por eso mismo. Usted es incapaz de plantear la vida de manera más literaria. Se limita a ser lo que es... - No. Tal vez sea un trasnochado para los tiempos en que vivimos; pero soy una buena persona o, mejor dicho, me esfuerzo por ser una buena persona. Lo puede atestiguar mi soledad. - ¿Cuántos nombres de personas conoce usted, Don León? - ¡Ese es el problema que quiero que asumas! A pesar de mis ochenta y cinco años de edad nadie, absolutamente nadie, conoce mi verdadero nombre. - ¿No se llama usted León? - Exacto. Me llamo León pero no me refiero a eso. ¡Tú eres mi única esperanza! Me ocurre que, a la vista de los demás, soy un ser fragmentado y desordenado; algo así como un personaje de "Crimen y Castigo". - Me da un poco de miedo escucharle hablar de esa manera. Fiodor Dostoievsky ha sido estudiado muy en profundidad por Pepe Luis. Me ha hablado bastante de él. Hablando con usted me viene a la memoria algo así como un estudiante que apenas tiene para sobrevivir. - Y es cierto. Apenas tengo para sobrevivir aunque he oído la necedad de que soy millonario que se hace pasar por poibre. Una vez se me presentó la ocasión de poder casarme por interés y salir de mi pobreza. ¿Sabes lo que hice? - Casarse por supuesto. Eso lo haría un ser normal... - Pero no yo. Yo soy diferente a como muchos dicen que es ser normal. ¿Qué es ser normal, Micaela? - Siempre he pensado que lo que hace la mayoría de las gentes. - ¡Ese es el error! He leído a una periodista que ha escrito, sobre el mundo actual, que "es como si te arrodillaras para plantar una semilla de un árbol y éste creciera tan deprisa que se tragara todo tu pueblo antes de que tengas tiempo de levantarte" Es una cita de un tal Lanier pero quizás sea cierto. ¿Conoces tú alguna cita mejor para discutir conmigo? - ¿Sobre la desesperanza, Don León? - Sobre la desesperanza. ¿Conoces a alguien que haya escrito sobre la desesperanza mejor que Lanier? - ¿Tiene usted buena memoria, Don León? - La suficiente... - ¿La suficiente como para retener lo más esencial de lo que voy a decirle para derrotar a Lanier? - La suficiente... - Pues escuche esto. No es mío pero sí de alguien superior a su Lanier: estaba tirado en el pasillo central de la Facultad de Filosofía. Huellas de pisadas de zapatos sobre él. Un poema de un joven desesperanzado de vivir, sin ganas de vivir... que los demás habían pisoteado por no dar importancia a sus angustias. Lo único que pude hacer es recogerlo y añadirle un sencillo final: No te apartes de la vida. Y lo cologué en el panelógrafo de la Facultad por ver si la mirada de los demás podían sentir lo que yo en ese momento sentía: deseos de darle el abrazo de amistad a un ser anónimo que lucha contra la desesperanza de sentirse abatido por el viento. ¿Qué le ha parecido? - Si tuviese un sombrero me lo quitaría... - Pues él no se quita el sombrero por tan poca cosa. Es capaz de algo mucho mejor todavía. - ¿Mucho mejor todavía? - Sí. Es capaz de escribir sobre la esperanza porque es mcuho más positivo que su Lanier. - Demuéstralo... - Ahora sí que va usted a tener que hacer un esfuerzo mental para memorizar. - Memorizaré... - Espero que no se lleve un desengaño sabiendo que es mejor que su Lanier. - Esperaré a ver si es cierto. - Contadme allí... entre los que sueñan con tosas las esperanzas conquistadas al amanecer y entre los que se hunden en lo profundo del suelo de los inventores de cuentos -cuentistas alegóricos de la realidad- de la imaginación; esos pequeños e inocentes juegos/jugos de palabras que se hilvana, enhebran y entretejen, para producir verdades irrebatibles en forma de creaciones y creatividades increíbles: hábiles e incesantes/interesantes curiosidades que detallan/estallan todo lo que nos rodea en forma de sentires y sentimientos metafóricos, transformaciones alambiqueadas de las evidencias e inquietudes divertidas u otras ilusiones/alusiones de la vida... lejos... muy lejos de la fría tecnología. Contadme entre los que, de la nada/nadie, hacen surgir hadas y gnomos, duendes y, sobre todo ello, mariposas encantadas que nos guían y nos transportan a un mundo mucho más humano. Contadme allí... donde están los que nacieron con alas/olas para desbocar las palabras y convertirlas en pasiones/mansiones pronunciadas con letras vivas escritas/descritas en la atmósfera de un bar, de una cantina, de un restaurante humilde, de un zaguán... repartidas siempre con amor por entre las estrechas e internas entrelíneas de una hoja en blanco que se transforma en compañera y amiga a través del simpático momento de lo intrascendente/ascendente... quizás bajo el olor de un chocolate caliente, el sabor de un café con leche, el humo de un cigarrillo popular o el singular aroma de los avellanos. Desde ese mismo momento/encuentro contádme... pues no hay nada más fácil que crear una sencilla/sentida oración viva cuando las sílabas silentes y calientes salen del corazón y se hacen sonoridad y sinceridad sin mancilla; como, por ejemplo: "Padre, hoy tengo más vida y más presencia que siempre gracias a Ti". Contadme allí... entre los protagonistas de la inspiración/aspiración relatada en hondos guiones de teatro humano o en profundos libretos de cine dinámico y vivencialmente visionario. Y entre los que, investigando librésimo/libérrimo a través de todo lo intuído/extraído presenciado son capaces de sentirlo y con todo ello crear escenas tan llenas de vida que se transforman en alguna grata Greta o en alguna dama azul abierta a cualquier significación final o en un señor del barrio fumando un "chester" color canela mientras el tonto del arrabal juega con los gorriones y en el loco umbral de la umbría yo me hago un poco mayor para irme por los caminos del tren... hasta introducirme en lo profundo del mar y convertirla en estatua/estatura de cristal a toda mi fantasía mientras Pinocho cuenta mentiras a Pocahontas que ésta crea/recrea porque son las verdaderas manifestaciones del amor... Contadme entre los que se llaman a sí mismo jugadores de los calendarios/candeleros conmemorativos de todos los siglos vividos y por vivir, posando/reposando sus locos versos/besos en las locas rimas/ramas de los locos almendros/rododendros. Contadme, en esta loca y triple tripartita cuestión de la tríada trinitaria, entre los que escriben millones/billones de puntos suspensivos al alba... mientras Don Quijote y Sancho Panza sueñan/resueñan con el infinito de todo lo soñado... - ¡Diantres! ¿Quién ha escrito eso? - No se preocupe por tal asunto ahora. Le veo un poco derrotado... pero siga... siga usted con su discurso/recurso... - Quizás muchos ya han agachado tanto su personalidad, tragados por esta comunicación instantánea de los seres desconocidos en que quieren convertirnos a todos. Comunicación de masas es siempre, o casi siempre, igual a comunicación deshumanizada. El mundo actual es un gigante con los pìes de barro. Lo normal y lo civilizado deberían ser la misma cosa; pero observando la actualidad mundial... ¿qué opinas tú, Micaela?... ¿es la misma cosa/causa lo normal y lo civilizado o existen tantas mentes perturbadas que ser normal es, hoy en día, servir de carne de cañón para los psiquiátricos de la hipermodernidad. Hemos pasado de la modernidad a la posmodernidad y de la posmodernidad a la hipermodernidad en mucho menos de una década. Somos un tren sin frenos, Micaela, que va directo al abismo sentimental sin principios éticos ni valores morales porque precisamente porque están matando nuestros sentimientos. Tanto tiempo de viajes junto a mis sueños, tantas batallas pretéritas, tantas generaciones paralelas a mi solitaria búsqueda... y resulta que, a la hora de la verdad, he tenido siempre la balanza en mi contra, siempre la balanza en mi contra, Micaela, por ser un ser humano liberado. Cada arruga que puedes descubrir en mi rostro es un resquicio de sueños perdidos que quiero volver a encontrar. Sólo me queda la esperanza de que la Isla Hiperbórea pueda renacer de nuevo... - ¿Continúo? - Continúa. No estoy vencido. - El mito griego coincide con el celta y con las sagas griálicas en las principales virtudes que debe distinguir a quien se dispone a emprender la Búsqueda de la Isla Blanca: las castas entendidas como superación del yo y liberación de las potencias terrenas. Como Apolo, también Artemisa, la famosa Diana, había residido, con el nombre de Opis, en la Tierra de los Hiperbóreos. Opis es el nombre de una de las sacerdotisas hiperbóreas , acaso de la misma Artemisa o Diana; y las mujeres de Delos -tierra natal de Apolo- le ofrecían a Opis la cabellera al momento de las bodas . Opis es, en Platón, epíteto de Artemisa y, en Herodoto, el nombre de una virgen hiperbórea. - ¿Eres virgen porque quieres o porque no puedes dejar de serlo? - ¿No habla usted tanto de la voluntad de los seres humanos, Don León? - Sí. Hablo mucho de la voluntad de los seres humanos. - Entonces ya sabe la respuesta. - Pero no has contestado realmente a mi pregunta. - ¿Es que la voluntad no es una realidad, Don León? - Supongo que sí... - Parece que ya es usted quién está dudando. - Me confundes... - ¡Pues entonces visualice usted ahora si es que puede! - Poder creo que puedo... - Pues a ver si cree lo siguiente: Mientras llega el día paso la noche indagando en mí mismo, preguntándome qué es lo que me conmueve y qué es lo que me impide salir a la superficie a expresar lo que me conmueve. De repente, debido a implicaciones del universo inconsciente del ser humano, los sucesos internos de mi pensamiento se desarrollan como escenas de un film que me impulsa a una conexión con los arquetipos universales y ellos crean una fascinación donde conjugo realidad con fantasía que tiene fronteras apenas imperceptibles. Eso es lo primero que se derrumba entre incomprensibles deficiencias narrativas y las impávidas situaciones de mi sueño que me hacen despertar para regresar violentamente a la realidad. Enciendo entonces un cigarrillo para meditar que estoy frente a una película, pero no me distancio de esos momentos sino que me alejan de ellos el sonido del reloj de pared y un espacio delicioso de enajenación experimental que termina por diluirse entre los anillos del humo del cigarrillo. Sin embargo, estas objeciones impresionistas no son las que más me preocupan. De hecho se dejan maniobrar a pesar de su pertenencia a un ritmo a veces excesivamente parsimonioso. Hay entonces un momento de intensidad dramática, donde recreo lo verosímil en mi escenario epocal, pero ese mismo momento me conmina a cuestionarme la posibilidad de la creación de imaginarios sociales. La historia de la noche constituye una posibilidad de remirar mi pasado para impulsarme hacia el futuro mas este principio no cuenta con respaldo suficiente y termina por disiparse también por culpa de un cañonazo que lo destruye todo. Nada puedo hacer, nada puedo desenmovilizar, me queda una sensación de desconcierto, de desconsuelo mientras se consume el cigarrillo y la idea de emanciparme de mis ideas se vacía de sentido en la medida en que como suceso resulta aislado, sin capacidad de potenciar los hechos siguientes porque la narración permanente queda cortada por el ecuador de la nada. Sé que solo es un ejercicio de concepción individual, sin compromiso con un colectivo simbólico y al final, derrotado, pierdo la sangre de mi fiebre creativa esperando que llegue el día en donde la incapacidad de retomar la historia pensada como algo imposible vuelva a legitimizarse de nuevo y me reafirme ese poder imaginario del dominado cuya mínima voluntad de insurrección se enfrenta a un poder omnímodo, eternizado y cínico, que no sé cómo se llama en realidad pero que se encuentra al doblar la esquina de la primera calle que doblo cuando salgo a tomar el sol en el aledaño jardín de las esperanzas. - ¡Ostras! ¡Eso sí que no lo supera mi Lanier! - Entonces... ¿cree necesario seguir?... - Lo creo más necesario que nunca. - Un hiperbóreo, Olen, había fundado, según la tradición, el templo de Apolo en Delfos. Cuando los Gálatas se acercaron con intenciones hostiles al santuario del dios se aterrorizaron por la aparición de fantasmas hiperbóreos. - ¡Cuidado con los fantasmas, jovencita! - ¡Jajaja! Veo que o es usted un desvariado total o simplemente un cómico del cosmos. - Digamos que cuando estamos a punto de llegar a algo concreto suelen aparecer algunos fantasmas... y sabes bien a lo que me refiero... - ¡Jajaja! Sé bien a lo que se refiere y hasta a quiénes se refiere usted. No se preocupe tanto. He aprendido de los cazafantasmas lo suficiente como para no ser presa de ellos. - Entonces continúa... y espero que lleguemos a algo muy concreto... - ¿Necesito seguir visualizando? - ¡Hasta el final, Micaela, hasta el final! Me estás demostrando que no sólo no tienes miedo a lo que lees sino que no tienes miedo a lo que haces. - Si quiero ser la mejor tengo que actuar mejor que la mejor... - Eso es. Termina ya con el proceso de visualización y dejemos que el Tiempo decida dónde debe estar tu lugar. - Un breve apunte merecen, por otra parte, las expediciones de los héroes al Jardín de las Hespérides en busca de las manzanas de oro, o del vellocino de oro. La sede de las Hespérides coincide, en el mito, con la posición polar. De hecho está situada al lado de Atlas, el gigante que lleva a cuestas el eje en torno al cual gira el cielo estrellado, custodiado por las constelaciones de la Osa . Hércules se dirige al país de las Hespérides y por su condición de inmortal le es permitido el acceso. El héroe debe luchar contra un genio, o numen de las aguas (Tritón o Nereo), y debe derrotarlo para lograr que le sea revelado el recorrido. Según Apolonio de Rodas, Hércules usa, en este viaje, la copa del Sol para atravesar indemne el Océano. De acuerdo con otras versiones del mito, el titán Prometeo aconseja a Hércules que acuda a Atlas para pedirle las manzanas de oro. Según las indicaciones de Prometeo, el país de los Hiperbóreos está situado detrás de los montes Rifeos y el acceso está defendido por una región donde sopla invencible el viento del Norte. Al lado de los Hiperbóreos vive feliz una población, los Gabos (o Gabeos), que de la tierra reciben espontáneamente el alimento. Tal vez estos últimos han de identificarse con los héroes de los que habla Hesíodo. Guardián del jardín es la serpiente Ladón, que vigila insomne, habiendo sido puesta por Hera para custodiar el árbol de las manzanas de oro. Según algunas versiones, Hércules mata a la serpiente. Según la pintura de un vaso hecho por Asteas de Pesto, la ninfa Calipso ofrece a la serpiente un copa llena de bebida mágica. Por otras representaciones se deduce que esta bebida es vino ytransformadas en Ménades, invadidas por el enthousiasmós divino mientras una Niké alada le lleva a Hércules una corona . En las empresas de Jasón, el vellocino de oro aparece colgado de la boca del dragón, o, en las pinturas de vasos, colgado de las ramas de un roble custodiado por el dragón. En una versión del mito, Jasón es arrojado por el rey de la isla a las fauces del dragón y una pintura de vaso lo presenta desmayado entre las fauces del dragón, con el vellocino de oro colgado del árbol y Atenea vigilando al héroe. - Fin de la historia... por lo menos de momento... Al decir esto volvió a aparecer la sonrisa vertical... - ¡Oiga, Don León! ¿Dónde estamos? ¡Esta no es la carretera que llega hasta San Javier! ¡Ni tan siquiera hasta el Aeropuerto! - Exacto, jovencita. Esta es la autopista que llega hasta tu Destino. Era necesario, como ya te dije, que cruzaras la frontera conmigo siempre a tu lado. - ¿Está usted loco de verdad? ¡Haga el favor de parar el coche o grito pidiendo auxilio! - No te preocupes. No te va a suceder nada malo o, por lo menos, nada de lo que yo considero que es malo. - ¡Le he dicho que pare el coche, viejo demente! - No. Hemos cruzado la frontera mental y ahora estamos en la misma onda los dos. No voy a parar hasta que lleguemos a donde queremos llegar. - ¡Yo quiero ir a San javier! - Estás mintiendo. Tú quieres llegar a la cima y a la cima te estoy guiando. - ¡¡Está usted loco del todo!! - Vaya costumbre más fea que tiene el mundo con eso de llamarme loco. Yo soy un hombre de honor y nadie es más inocente que un hombre de honor. ¿Quizás hay alguien más importante para ti que un hombre de honor? - Mi padre, mi maestro y mi novio por ejemplo. - ¿Otra vez con tu mundo? Hay quienes no saben salir adelante porque se quedan siempre donde están. ¡Es necesario que salgas de tu mundo si quieres ser quien quieres ser! - ¿Para ser lo que quiero llegar a ser? - Precisamente por eso... - ¿Y qué sucederá entonces con mi mundo? - No te precupes. Tu mundo ya no te necesita. Y el viejísimo Don León, como si fuera el dios Cronos, siguió conduciendo lejos de Murcia...
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