En memoria de Octavio Paz.
Publicado en Sep 01, 2009
Cohabitando escodida
entre sábanas insomnes tu cuerpo y el mio, cuerpos de cal y yeso. Entre blancura y pureza convertidos ahora. en piedras, cenizas rotas, atenuadas, volando por el viento, como estóicas gaviotas a refugiarse del dolor y la lluvia en ese mundo plagiado de sombras turbias en el que tu ya has quedado sepultado con tus huesos casi convertidos en polvo por el pasar del tiempo. Te ame mucho, y te extraño en el todavía y no hay gestos con que definir ese amor que me caló las entrañas ni palabras, ni el infierno, mordiéndose la cola porque nunca fue un tejido de estrellas tampoco una carcajada de luna llena fue solo una ilusión. pero no te preocupes por mi También el llanto sirve de almohada. Doris.
Página 1 / 1
|
oscar
un saludo
doris melo
Anna Feuerberg
Besos,
Annita