JUEGO MACABRO
Publicado en Sep 22, 2013
En una casa de dos pisos yo solo. Solo yo y frente a la casa un centenario pino. Bajo y golpeo leve una vez sobre la oxidada puerta de hierro. Subo. Me acuesto y pregunto desde mi cama,¿quién es? Espero tres minutos. Pueden ser más pero me parecen tres minutos. Nadie responde. Entonces bajo y golpeo de nuevo sobre la brillante puerta de cobre. Vuelvo a subir y vuelvo a acostarme. No es insomnio. Pregunto en voz más alta, ¿quién es, qué desea? Agregué un interrogante para dar otra posibilidad de respuesta a quien pudiera hacerlo. Espero cinco minutos y me levanto tranquilo. Pueden ser más minutos pero deseo pensar que solo fueron cinco. Bajo y toco en la sólida puerta de cedro negro. Más insistente en esta ocasión. Golpeo con los pies. Subo rápido a mi alcoba y me acuesto. Decido vestirme. Tengo frío. Pregunto, ¿a quién necesita? Si es a mí no respondo. Si es a otro, tampoco. Silencio total. Repito la acción. Ahora golpeo la transparente puerta de cristal únicamente con los pies. Me lastimo. Subo y me acuesto. No miro en el reloj de la pared qué hora volvió a ser. Me acuesto y digo, sé que es a mí a quien necesita para darme alguna grata noticia. Bajaré de nuevo y por última vez tocaré. Abriré. Debo abrir. Mientras lo hago y arrojo estos enormes candados, entre por la ventana y ocupe su sitio en mi cama. Entonces bajo y abro la puerta y digocon voz apagada, como si alguien estuviese ahí, mi casa es tuya, tómala; mi cuerpo es tuyo, entra y ocupa los lugares que desees, de todas maneras no vivo aquí.
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