Dama de noche
Publicado en Sep 23, 2013
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Ella era todo eso que decían en las calles, era esa mujer que hacia que olvidaras que vivías; era quien te llevaba a descubrir esa nube en el cielo que podías tocar; ella era mujer que se encuentran en las esquinas de las calles y dan amor por el precio justo tocando tu corazón.


Así fue como la conocí una tarde que la curiosidad me movió hasta aquella esquina maldita donde toque su mano rumbo a un hotel de poca monta, ahí donde descubrí el placer por el costo de una hora cuando ella me amó como si fueramos amantes de verdad.


Allí el fuego inundo por primera vez mi corazón desde mi estomago hasta ahí donde debía viajar para hacerme tocar el cielo con la punta de la lengua en sus caderas morenas. Yo era un hombre amando a esa mujer en medio de un cuarto sucio y de gritos de placer, era quien se perdió en una hora como un trago de agua en medio del desierto y pidió otro más.


Por semanas estuve ahí buscando sus labios cambiando billetes y monedas que apenas y lograba juntar, mi desesperación por esa pasión se convirtió en un deseo por poseer por completo a aquella mujer que me dejaba apenas y el ultimo centavo llegaba como manecilla del reloj. Y yo me enamoré oh iluso de mí, eso no se debe hacer.


“¿Acaso no escuchaste a papá?, ¿no escuchaste aquellas canciones de tragedia cuando tu corazón cae por una de ellas?”


El frió traspaso cuando la venda se dio y vi que ella era una mujer cruel que disfrutaba de mi amor y supe que no había escapatoria para mi corazón, cuando ella una noche tomo mi amor sin necesidad de cambio. Ella me llevo mucho más allá del cielo entre besos humedos y caricias descaradas que descubrieron partes de nuestros cuerpos que nadie nunca podrá descubrir porque quizás se fundieron en aquella habitación de luz donde supe amar.


Un cigarro y el humo por la habitación, el olor a su piel y luego el adiós.


Me dejo sin decir siquiera avisar, cuando conocia todo de mí, cuando no hubo donde más buscar, al final ella me dejó en la oscuridad de la calle donde la veo ir a ese hotel donde descubrí que ella era eso que decían y mucho más.


Mi nombre murió y vivió en sus labios, mientras mi alma se retorció entre sus dedos y sus ojos encantaron mi corazón. Ella era una dama fugas alguien a quien puedes amar como una estrella detrás de la luz del sol pero no al cobijo de la luna.


Ella me dejo ir sin que yo me quisiera ir.


Ahora solo vengo a recoger los trozos de su bondad que mis billetes logran cobrar en una habitación de hotel apenas iluminada y donde no dice nada que no sea una mentira de brillo fugas. Ella es cruel, me boto y ahora juega con este pobre juguete de papel que solo aspira detener el tiempo en ese destartalado lugar...
 

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Foto del autor Ruka Hatake
Textos Publicados: 77
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Descripción

Palabras Clave: mujer pasion labios amor hotel noche dinero caricias hora necesidad

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Ficcin


Derechos de Autor: La imagen no me pertenece


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