España es mucho más que una Nación y mucho más que una Patria aunque ambas cosas son ciertas a pesar de las ignorancias de los independentistas que ni conocen la Historia ni la han conocido jamás en su verdadera dimensión. España es, ante todo y sobre todo, una conciencia. Esa clase de conciencia histórica que nos da una identidad común a todos los españoles y a todas las españolas que habitamos en "la piel de toro". Los nacionalismos separatistas no tienen lugar en un espacio territorial que, ante todo y sobre todo, es un propósito de vida en paz. Los trasnochados nacionalistas separatistas son el trasfondo de la ingratitud, el trasfondo de la marginalidad y el trasfondo de la ignorancia. 
 
Si leemos acertadamente la Historia de España nos encontramos con una idea de carácter superior; con un proyecto de vida comunitaria que si pervive es gracias a ese sentido de unidad y de destino común de todos los pueblos españoles. Nadie, absolutamente nadie, puede poner en duda que España es una conciencia en un mundo que, gracias a los españoles y a las españolas, ha sabido surgir siempre con más fuerza cuando mayores han sido las crisis que hemos tenido que superar. Ahí está la Historia de España para demostrarlo.
 
Ser español y ser española supone mucho más que ser de alguna de todas sus regiones. Y digo todas sus regiones en contra de las estulticias que proclaman los pseudistóricos y fantasmales nacionalistas independentistas que ni llevan razón alguna ni nunca la han llevado. El Estado de las Comunidades Autónomas fue el paso definitivo para afirmarnos como españoles y como españolas antes el resto del mundo. Y los nacionalistas independentistas que esgrimen falacias y mentiras son aquellos que olvidan, porque les interesa a sus bolsillos olvidar, que España es una esencia y, sobre todo, una conciencia. 
 
No debemos dar ni un solo paso atrás en la lucha por la unidad de toda España. O somos españoles y somos españolas o no somos nada de nada en el conjunto histórico de las naciones. Pero bien sabido es que España ha sido siempre ese conjunto referencial para el resto del mundo. No es lo mismo Nación que nacionalidad. Varias veces he hablado de esto pero no me importa decirlo una vez más. La unidad es la base fundamental para el desarrollo dentro de un campo jurídico legítimo y constitucional. Es con esa unidad como podemos saber que ser y sentirnos españoles y españolas es un derecho inalienable que nos otorga la Historia. Esa conciencia que nos hace ser como somos y no como desean que seamos los siempre obsoletos nacionalismos independentistas que no tienen ninguna razón de ser ni de existir. Tenemos conciencia española porque todos nosotros somos españoles y somos españolas. 
 
Que existan gentes que no lo quieran saber no sirve para deslegitimar ese derecho de ser, todos y todas juntos, una unidad histórica que nos ha dado carácter genuino e identidad indisoluble. España es España y no un conjunto de naciones disolventes sino una sola nación/noción. Y cuanto más quieran destruir esa unidad más fuertes nos harán y más se robusterá esa conciencia firme y rotunda de que España no se va a fragmentar porque existimos como unidad desde las primeras épocas históricas.