De todo hay en la viña del Señor. He visto y he oído ya tantas cosas (muchas de ellas escritas en mi Diario) que ya no me sorprende nada; pero siempre hay algo que es todavía más increible que todo lo conocido. Eso fue lo que pasó con Judas Domingo Furtado, apodado "Marranada". Por algo será. Y ese algo es que este Judas supera lo insuperable en cuanto a dar puñaladas traperas por la espalda. La historia personal de "Marranada" tiene intringulis yes digno de ser recogida entre las páginas de mi Diario aunque jamás hubiera preferido tener que hacerlo. Pero lo escribo porque es mi obligación defender el honor y la honra de mi Princesa. 
 
"Marranada" llevaba una clase de vida que no se la deseo ni al peor de mis enemigos. Atracador de bancos, ladrón de comercios, bebedor empedernido (o sea, borracho), drogadicto y, además, de esos mujeriegos de los de "aquí te pillo aquí te mato" más un verdulero hablando. Y, claro está, después de pasar por varias cárceles y presidios, terminó en "Remar". Allí conoció a Inocencia quien, de manera inocente, confundió el amor con la lástima. Y, por lástima más que por amor, se casó con él. Pero ya "Marranada" tenía la enfermedad incurable de quienes abusan del sexo sin ninguna clase de conciencia. Como algunas veces se confunde la lástima con el amor suele suceder que "quien mal anda mal acaba" como bien dice el refrán español. El asunto es que, de repente, sale de "Remar" y, sin tener preparación culta alguna, "Marranata" se erige, a sí mismo, como profeta y comienza su periplo hiperrealista hiperreligioso. ¿Cómo es posible que alguien sin preparación alguna se dedicara a impartir talleres de teología con la gran cantidad de conocimientos que hay que tener para ello? ¿Cómo se puede hablar de Dios a lo tonto? Lavida está llena de estafadores aun dentro de las iglesias. El caso es "vivir del cepillo" que es una manera de vivir muy cómoda mientras, de manera oculta, se sigue haciendo lo de siempre. O sea, engañar hasta a la inocente Inocencia. 
 
El declive de "Marranada" comenzó cuando mi Princesa entró en acción para desenmascararle y me avisó de que le vigilara estrechamente. La trampa era fácil y consistió en aceptar sus invitaciones para que "Marranada" nos constase su verdadera vida. El resto fue todavía más fácil. Voy a Madrid (a Vallecas exactamente) a observar de cerca a "Marranada" y "Marranada" me muestra su cuaderno de estudios. Ni un chaval de Primaria escribe tan mal y con tanta escasez de ideas. Algo debe pasar en este asunto. ¿Es en realidad un profeta el tal "Marranada" o es un timador?
 
He conocido ya demasiados casos (algunos de ellos muy evidentes) de falsos profetas surgidos de la nada y que acaban siempre en la nada porque suelen ser ignorantes de la Palabra de Dios metidos a maestros sin tener ni idea de lo que es ser maestro. Así que la strategia para descubrirle la planificamos con gran exactitud.
 
Es entonces cuando entran en acción Micky y Riana. Una pillería para pillar a un pillo es una estrategia permitida por Dios. Y surtió el efecto deseado. Micky y Riana consiguieron hacernos saber que era un murmurador, un ex delincuente que sólo hacía levantar falsos testimonios contra personas (especialmente mujeres sobre todo casadas que no caían rendidas en sus brazos de profeta "amoroso"). Cuando Micky y Riana le descubrieron hablando mal de ellos dos fue fácil observar e ir deduciendo por la manera de comportarse "Marranada". ¿Por qué tuvimos que hacer eso? ¿Por qué escupía tanto en plena calle el tal Judas? Porque, como canta Shakira, no se puede vivir con tanto veneno. Y es que, en realidad, este pseudoprofeta era muy venenoso en sus comentarios contra quienes no caían en sus redes.
 
Pillado como palomo por querer ser gavilán, "Marranada" no tuvo otra opción que sacar a relucir su oculta personalidad. Mi Princesa aconsejó a Inocencia que cogiara a su niño y se fuera rápidamente a protegerse con su familia paterna y materna de El Salvador ya que, después de haber perdido a su niña (motivos hay para pensar que Judas intervino directamente en dicha pérdida que le costó a Inocencia una grave crisis personal), ya que allí, en su propio país nativo, dejaría de ser maltratada física y moralmente por Judas Domingo Furtado "Marranada" quien, ya descubiertas todas sus patrañas, tuvo la infeliz idea de levantar falsos testimonios contra mi Princesa diciendo, a escondidas como hacen estos falsos profetas, que me engañaba con todos los hombres que conocía y, en el colmo de sus maledicencias, llegaba a afirmar que nuestro gran amigo y hermano en la Fe, Krister, era el que hacía de "Celestino" con ayuda de su esposa Lisbeth. 
 
¡Pobre hombre! No sabía, el muy ignorante, que jamás mi Princesa me ha engañado nunca y que jamás la he engañado nunca yo a Ella porque tenemos un Pacto con Dios y del cual también forman parte Krister y su esposa Lisbeth. Habla mal siempre quien vive peor. Y no le pegué dos ostias como bien se merecía el infeliz porque, avisado de la tormenta, se fue a esconder a El Salvador depués de que un verdadero profeta llegó a su iglesia y anunció que había que barrer toda la mierda allí acumulada. Y barrió hasta hacerla desaparecer para que no siguieran cayendo hombres y mujeres inocentes.
 
Quien habla mal (y Judas no sabía ni tan siquiera hablar bien) crea un mal que se le vuelve como un boomerang contra él mismo. Descubierto que su iglesia era un "bluf" donde se levantaban falsos testimonios e infundios propios de cretinos, aquella cueva de murmuradores quedó barrida del mapa murciano de inmediato. Una vez que me enteré de lo que este Judas iba murmurando contra mi Princesa (al igual que había hecho con otras varias mujeres más) se libró de recibir las dos ostias que se merecía porque cuando me lo encontré, cara a cara, fue en una bilbioteca pública. Eso fue lo que le salvó de salir con la cara partida. Se salvó por un pelo de recibir las dos ostias que se merecía. Sólo le di el aviso de que cogiera el primer avión que pudiera y desapareciera de mi vista para siempre. Estuvo a punto de irse de España bien caliente. 
 
Yo no sé si ahora estará más caliente que nunca o se ha quedado definivamento helado porque cuando vio que yo iba a por él se le convirtió su falsa sonrisa en mueca de feriante y se quedó más congelado que los peces de Pescanova. Espero que ya haya perdido la fea costumbre de abrir los frigoríficos ajenos para robar todo lo que podía robar. Eso espero por su bien y por su bien espero que nunca más se me cruce en el camino de mi Princesa y yo porque si es así de las dos ostias no le libra ni San Pedro convertido en su ángel de la guarda.