LIBRE DE PECADOS
Publicado en Sep 03, 2009
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La besó. Volvió a besarla. Siguió besándola. La encerró entre sus brazos. Acarició sus hombros. Ella volaba, soñaba, reía. Un instante de amor es eterno. La besó una vez más. No podían separarse. No deseaban dividirse. Ella cruzó la avenida. Él la observó atento. Ella volvió la cabeza. Él la saludó con un gesto. Ella se perdió entre la gente. Él se quedó sin la gente. Ella llegó a la oficina. Él dispuso su día libre. A las 20 ella regresó a la esquina. Él nunca regresó. Ella cree que encontró la infidelidad. Él cree que conoció la libertad.
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miguel cabeza