Habían dos pequeñas aves enjauladas en miles de kilometros separadas, pero ellas se hablaban a través de las nubes y su plumaje se hacía cada vez más bello al incrementar su comunicación, tenían el plumaje tan hermoso que los dueños decidieron llevarlos a una tienda y venderles, pero estaban en la petshop del frente de la otra, ahora se podían mirar, pero ya no habían nubes, sólo miradas y picos doblados, un avecilla a travez de su mirada le dijo que necesitaba de la otra e intentaban miles de planes para poder estar juntos, pero no había caso la jaula era dura y no se podía romper, ellos necesitaban tanto del otro y era tanto el afecto que se hicieron fuertisimos, pasaba el tiempo y ahora eran de exhibición, ya no estaban a la venta, su jaula era más reforzada, el dueño de un ave era malisimo, golpeaba a esta y le quitaba las plumas, una vez casi la come, le gritaba y le dejaba la jaula tapada para que no viera a nadie, la dejaba sin agua y sin comida, esta se puso flaca y feucha sin ganas de vivir, casi muere, y el ave tenía que ver todo de lejos con la rabia llenando de ardor sus ojos y su sangre, enfadado intentaba romper la jaula que le distanciaba de su amiga, pero sólo le causaba flagelo, mientras la avecilla lloraba por el dolor que le provocaba su dueño, el ave estaba cada vez más herido y sangrante con marcas de fierro en su cuerpo, ninguno de los dos era hermoso ya, sólo con su interior y su esperanza de estar juntos, ella le decía que no, que no siguiera, él insistía, el dueño del ave herido no hacía nada, no se daba cuenta de nada, ya estaba casi desmayado, no comía, quería que el poder le invadiera así que empezó a comer otra vez, hacía ejercicios hasta no dar más, y logró romper la jaula, voló hasta su amiga le picó los ojos al mal dueño lo ató en el piso con una soga girando al rededor hasta lograr el lazo perfecto le puso un paño en su cara y lo dejó boca abajo. El ave amigo fue hasta su compañera abrió su jaula la miró a los ojos, le dio comida y frotando sus picos, le dijo "te quiero" con una lagrima saliendo desde lo más profundo de su valiente corazón.
