Podemos aprender a ser mejores?
Publicado en Nov 05, 2013
En la famosa película "La lista de Schindler", el protagonista, que se llama Oscar, estuvo en un campo de concentración y podía hablar con un comandante nazi. Hizo cierta amistad con él. Un día contempló cómo aquel comandante nazi disparó a un prisionero y lo mató. El prisionero sólo estaba paseando y era inofensivo. El comandante nazi lo mató sólo por el placer de matar. Oscar le preguntó por qué había hecho aquel acto criminal. El comandante nazi le respondió que solamente lo hizo por sentir lo que era el poder. ¿El poder? Yo me pregunto ¿qué es el poder?
¿Podemos aprender a ser mejores? Eso sí que sería tener poder: abandonar definitivamente la maldad y descubrir que somos más fuertes cuanto más amamos a los demás seres humanos. ¿Hay un poder superior a ese de amar a la humanidad por encima de cualquier obsesión de ser los más poderosos? ¿Quiénes son más grandes? ¿Los que aman o los que odian? ¿Los que quitan la vida para ser más poderosos o los que defienden la vida para ser más grandes? Hoy en día hay muchos hombres y algunas mujeres que se dedican a calumniar a quienes no hacen otra cosa sino amar la vida hasta el extremo de respetar la vida de quienes les odian. ¿Es el odio un poder? El odio es, aunque parezca lo contrario, la mayor debilidad que puede tener un ser humano, hombre o mujer, que cree que matando es más poderoso. Pero el odio es lo contrario del poder. El odio siempre se basa, en sus inicios, en la envidia, en el rencor y en la murmuración. Quienes carecen de valentía suficiente para amar a aquellos y a aquellas que son mejores tanto en lo físico como en lo espiritual, refugian su impotencia en querer demostrar que poseen un poder para decidir sobre las vidas de los demás. Y esa es la mayor equivocación que existe en el mundo. ¿Podemos aprender a ser mejores? Albert Camus, un escritor de los que he mejor he leído, dijo que "si el hombre fracasa en conciliar la justicia y la libertad, fracasa en todo". Decir no a la violencia es necesario para poder aplicar el amor incluso con personas como aquel comandante nazi para nunca jamás odiar como él odiaba. El comandante nazi de "La lista de Schindler" era el ser que menos poder tenía y por eso odiaba a los demás. Decimos siempre que el ejemplo debe comenzar "por los de arriba". Yo os digo que no. Yo os digo que el ejemplo debe comenzar "por lo de dentro" de nosotros mismos. Dios no entiende de escalas ni de escalafones. Dios sólo entiende de ser o no ser diferentes. Y si somos diferentes de los que nos envidian, de los iracundos, de los murmuradores y de los que nos llegan a odiar porque somos diferentes, es que nos estamos convirtiendo en personas. En personas con futuro sin tener que plantear batallas equivocadas. Vencer en una pelea puede convertirse en perder ante la vida si la pelea es injusta. Recuerdo a Manolo Escobar en "Mi canción es para ti". Ese es el verdadero poder de los seres humanos. Ser bohemio de Dios. Cuando somos bohemios de Dios, en el nombre de Jesucristo, hemos aprendido a ser mejores gracias a la iluminación del Espíritu Santo. Podemos ganarlo todo si hemos aprendido a ser mejores simplemente amando lo que se debe amar. La esfera de lo mundano nos lanza el guante del duelo. Recogedlo y trunfad superándolo. Mejorar siempre es posible si aprendemos la enorme diferencia que existe entre ser valientes o ser violentos. Por eso escribí "Dos pistolas escarlatas". Porque lo justo es aquello que se opone a lo injusto; porque lo noble es aquello que se opone a lo innoble; porque lo razonable es aquello que se opone a lo irracional; porque la grandeza es aquello que se opone a la mezquindad...
Página 1 / 1
Agregar texto a tus favoritos
Envialo a un amigo
Comentarios (0)
Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.
|