Datos recogidos de diversos medios de comunicación social:  Quijorna, y su ‘mercadillo franquista’. Un pueblo de Madrid permite la exaltación franquista y nazi en un colegio. Quijorna, un pueblo de la sierra madrileña, acoge una feria donde se podía ver banderas preconstitucionales, imágenes de Franco o esvásticas. El acto se llamó ‘Primeras Jornadas de Exposición, Militaria y Cultura de Defensa’. En una carta remitida los vecinos del municipio, asegura que "no se realizó exaltación alguna, ni todos los expositores se referían a la temática franquista". En un primer momento, la alcaldesa del municipio madrileño pidió disculpas, afirmó que no sabía que se iban a exponer símbolos fascistas en el colegio. El Ayuntamiento anuncia medidas legales contra la portavoz socialista de la localidad y contra el GIQ, que denunciaron la exposición. Acusa a los partidos de la oposición de ocultar y manipular información. La oposición exige la dimisión de la alcaldesa de Quijorna por la feria fascista. La concejal socialista y varios vecinos del municipio denuncian la muestra nazi y franquista ante la Guardia Civil por no respetar la Ley de Memoria Histórica. La localidad madrileña de Quijorna organizó un mercadillo donde se vendían símbolos fascistas.  mercadillo donde se vendían símbolos fascistas.  La exposición se celebró en el colegio público Príncipes de Asturias. La alcaldesa de Quijorna fue una de las asistentes al evento, lo que ha provocado malestar en el PP de Madrid. El Ayuntamiento insiste en que se trataba de acercar a la población la cultura de la defensa. Mercedes García, la edil de la localidad, sostiene que "la exposición tenía una visión general". Mercedes afirma que sí vió una exposición de soldaditos de plomo, pero niega la existencia de puestos de venta de símbolos fascistas. "No me paré en ver en detalle los símbolos fascistas, porque no era el objetivo de la exposición". La alcaldesa de Quijorna justifica la utilización de colegio público para la exposición, porque "no hay otro sitio con ese espacio disponible". Mercedes García insiste en que era una actividad cultural, aunque su versión queda en entredicho por las fotografías que se han publicado del evento.

En cuanto a mi versión personal, por lo tanto subjetiva pero sustentada en la opinión pública de los habitantes de Quijorna, la alcadesa de dicha localidad madrileña es inocente; en primer lugar porque pidió perdón diciendo que era ajena a lo que sucedió y porque me han informado que se encuentra tan afectada que está moralmente destrozada. Muchos habitantes de Quijorna están proclamando la inocencia de la alcaldesa y que es hora de colocar a cada cual en su verdadero lugar.
Conozco Quijorna desde hace varios años y nunca he tenido ningún contratiempo con bandas de neonazis ni de fascistas; así que mi deducción sobre los nefastos sucesos acontecidos en el citado colegio es que un pequeño grupo de nazis, quizás incluso algunos llegados de otros pueblos vecinos pero no residentes en Quijorna, se aprovecharon de la buena voluntad de la alcladesa para montar su acto de provocación a todo un pueblo que, insisto, siempre ha sido pacífico en todas sus manifestaciones culturales, sociales y políticas. Estoy casi seguro de que la mayoría de estos provocadores fascistas y neonazis no eran habitantes de Quijorna sino llegados de pueblos vecinos para buscar camorra y armar la bronca porque saben que su período histórico e histérico ya está totalmente superado por la Democracia y sólo son unos cuantos fanáticos totalmente obsoletos en nuestra sociedad española.