En Malabo (Slo para futboleros y futboleras)
Publicado en Nov 17, 2013
TODA UNA CAMPEONA MUNDIAL
Gana por 2-1 a Guinea Ecuatorial. Jugar ciertos partidos de fútbol no tienen ni razón ni justificación alguna salvo para que existan quienes se llenen los bolsillos de billetes. Los encuentros nominados como amistosos suelen ser, como muchas veces sucede en la realidad, los menos amistosos de los encuentros. ¿Encuentros o desencuentros? Que se lo digan al Real Madrid que se ha quedado sin Khedira (lesionado en el Italia-Alemania amistoso) para un total de 6 meses; lo cual quiere decir que no podrán contar con una de sus estrellas para todo lo que queda de competición liguera, copera y de Champions. En cuanto a nuestra Selección Campeona del Mundo, ¿quién diantres fue el que ha hecho que tuviese que combatir en un verdadero infierno? Y menos mal que salieron del infierno de Malabo con la victoria de 2-1. Lo de Malabo ha sido para olvidar. ¿Cómo se puede jugar tan a lo bruto como para poner en riesgo el físico de jugadores que no sólo son figuras internacionales sino que también son judaroes claves en sus clubes que son, al fin y al cabo, quienes les pagan sus altísimos sueldos? Según todos los cronistas que estuvieron en el campo de fútbol de Malabo, el ecuato guineano Fidjeu no es un futbolista sino un leñador que estuvo repartiendo leña en todas las direcciones durante todo el encuentro. ¿Y así quieren los espectadores ver el brillo de la Selección Española que es toda una Campeona del Mundo? Con el hacha entre los dientes no se puede dar espectáculo y, de esta manera, sólo bastaron dos pequeñas heroicidades de La Roja que terminaron en los goles de Cazorla y Juanfran para, después, aguantar la tormentosa "noche de los leñadores" ecuato guineanos que marcaron un gol gracias a Bermúdez, de claro origen español, pero que se olvidaron de jugar al fútbol y eso no es ni deporte ni espectáculo. La delegación española descansó cuando echó a rodar la pelota (que más que balón se dice que parecía una pelota de goma) y se confirmó que el dictador Teodoro Obiang Nguema Mbagogo no no había ido al estadio, aunque muchos Obiang sí que estaban por allí. Si la Selección Española de Fútbol, toda una Campeona Mundial, va a servir para intentar legalizar (a través de las fotos de "familia") la egolatría de los dictadores de "escaso pelaje" pero mucha violencia, es mejor no acudir a ningún amistoso de esta especie sino a seleccionar mucho mejor los amistosos y, desde luego, dejar el espectáculo para cuando llegue la Fase Final del Campeonato del Mundo de Brasil 2014 o para otros partidos amistosos donde, de verdad, se juegue al fútbol. Porque acudir a partidos amistosos donde la amistad no existe y pedir que nuestros jugadroes brillen como son capaces de hacerlo, es un sacrificio imposible de aceptar. Yo hubiera hecho lo mismo. Ni desdoro ni vergüenza sino solamente inteligencia. Que se lo digan ahora al Real Madrid y a Khedira. Así que hicieron bien nuestros muchachos españoles en limitarse a ganar por 2-1 y dejar el espectáculo para cuando llegue ya el Mundial. Esperemos que contra Sudáfrica sí que se vea un verdadero partido de fútbol. Yo creo que para escribir crónicas sobre estos partidos que ni son de fútbol ni de nada que se parezca al fútbol es mucho mejor pasar el tiempo jugando al Mágico Solitario o viendo una de Paco Martínez Soria y José Luis López Vázquez que, por lo menos, te hacen reír. A mis 18 años de edad soy mejor jugador que todos los de Guinea Ecuatorial juntos y no lo digo por vanidad porque no he dicho que juegue mejor que ellos sino que soy mejor jugador ya que, al menos, cuando juego practico un deporte llamado fútbol (y no lucha libre ni boxing), lo hago de manera limpia ("fair play") y siempre con la sana intención de brindar espectáculo gane, empate o pierda mi equipo. Por cierto, en cuanto a lo de Guinea Ecuatorial (con todos mis respetos a las buenas personas que viven por allí) recuerdo que un amigo que era iluminador de la RTVE cuando el 12 de octubre de 1968 dicho país consiguió su independencia, me narró una historia que afirmaba que era verdadera. Celso García, cuando yo estaba haciendo COU en la Academia González-Cañadas de Madrid capital, me contó que, nada más independizarse bajo el mandato de Francisco Macías Nguema, una de las primeras acciones que llevaron a cabo los militares ecuato guineanos fue perseguir a todos los españoles que se encontraban en aquel país para acabar con ellos. Todos tuvieron que salir zumbando y dejando todas sus propiedades para volver a España. Recuerdo que Celso García me dijo que todo el equipo de RTVE que se encontraba en la capital de Guinea Ecuatorial se vieron acorralados bajo la amenaza de que les querían pillar para raparles las cabezas con cristales de botellas rotas y ellos, asustados, tuvieron que abandonar toda la maquinaria y subir hasta la terraza del hotel hasta que llegaron en su rescate unos helicópteros de las Fuerzas Armadas Españolas. No tengo nada más que escribir. Esta crónica es una de las más desagradables que he tenido que llevar a cabo en mis labores como periodista profesional con título universitario que así lo confirma.
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