El que soñó con las manos.
Publicado en Dec 09, 2013
Al pasar recordó las palabras, revivió las caricias.
Encogido de hombros, con la cabeza a gacha siguió caminando. Podía volver una y mil veces, sin que lo vieran esos ojostemerosos y ciegos, tristes y envenenados, que ya un tiempo atrás lo mordían, dejándolo atrapado. Un lugar lleno de risas,de amor mal gastado, una suerte de edén,de vientre materno al que hacia ya un tiempono había regresado. Lo encontró mas oscuro como si un huracánhubiese roto los faros, de aquel inmenso castillo,en el que vio la luz la utopía del fracaso. Invadido de sueños, falsos,en una tormenta gigante las que mojan por dentro con truenos rabiosos,nubes de polvo, finalmente molido por un feroz granizado. Siguiendo las sombrasde el tempestuoso pasado, se regocijó pensando que no era su altar,sino, un tembloroso peldaño, del que cayo suavemente rodando, con unos pocos rasponesen las palmas de sus manos. Como siempre, austero,el que creyó ser felizen el mismísimo infierno, el hombre de las cavernas,un orate, el mas loco, el que soñó con las manos.
Página 1 / 1
|
natalia
soadora