Memorias de un líder inesperado - Capítulo 2 (Diario)
Publicado en Dec 17, 2013
La que se arma cuando llega el momento de llevar a cabo la confección del cuadro correspondiente para repartirse los meses de vacaciones es un punto y aparte pero yo lo voy a exponer en un punto y seguido. Sale a relucir toda la mala leche reconcentrada y, como buitres al asalto de la carroña, se cometen toda clase de tropelías, trampas, asaltos a los derechos contraídos y marrullerías permitidas por parte de los jefes y los subjefes para beneficiar a sus preferidos y a sus preferidas. Es el baile de las... (pongo puntos suspensivos porque se entiende lo que iba a decir). Nosotros observamos todas las injusticias clamando al cielo pero lo que vemos es una falta total de camaradería. Entonces es cuando me viene a la memoria todo aquellos de ¡compañeros unidad, compañeros unidad! y me entra la risa cuando compruebo que lo que existe en nuestro negociado, al igual que en los demás negociados, es toda esa clase de buitres al asalto de la carroña. El quítele allá unos días a los honrados para salir aprovechándose nosotros está a la orden del día. Ni orden ni concierto. Todo lo apalabrado durante el año se viene abajo como un castillo de naipes cuando sopla el viento solano y te quedas más solo que la una cuando intentas defender tus derechos adquiridos con el sudor de tu frente, de tus manos y hasta de tus pies. Ni compañerismo ni leches. A la hora de repartirse los meses de las vacaciones nadie se acuerda ya del grito de guerra de ¡compañeros unidad, compañeros unidad! y los primeros que se olvidan de ello son los mismos sindicalistas que lo estaban proclamando a voz en grito. A nosotros nos entra la risa y yo sigo, en silencio, viendo cómo se reparten la tarta incluso a tortas si es necesario. Cada uno mete la cuchara grande o el cucharón en el calendario y que los que vengan detrás que arreen. Es la ceremonia de la confusión. Algunos y algunas hay que son capaces de vender toda clase de dignidad a la hora de repartirse los meses de las vacaciones al igual que ocurre con los puentes de Semana Santa o de la Navidad. ¡Quiénes os han visto y quiénes os ven a la hora de la verdad, señores sindicalistas! ¡Quiénes os han visto diciendo ¡justo, justo, justo! y quiénes os ven cuando llega la hora de la verdad! Hay cosas que no tienen remedio es lo que te dicen para justificar lo injustificable. Es entonces cuando sale a relucir la verdadera personalidad de los bancarios jefes, subjefes, administrativos e incluso ordenanzas con aspiraciones a ser jefes o subjefes. Claro que cuando los borricos tienen el poder en sus patas para confeccionar los cuadros de vacaciones uno se puede imaginar qué clase de cuadro de vacaciones va a resultar al final. ¡Todo un cuadro! ¡Todo un cuadro de burradas confeccionado por los burros! Y entre col y col lechugas. Si reclamas resulta que lechugas nos han dado. Así que sigo guardando silencio. El caso es favorecer a los favoritos y a las favoritas. El proceso resulta más kafkiano que el del mismo Kafka. El proceso resulta, al final, más simple que el mecanismo de un chupete porque están más claras que los caldos de un asilo todas las clases de injusticias que se cometen. Tú que has estado trabajando durante todo el año con un grupo de personas determinadas resulta que cuando llega la hora de confeccionar el cuadro de las vacaciones terminas encuadrado en un grupo de gentes con las que no has trabajado nunca y que si las conoces es de lejos! Esa es la fórmula que emplean burros como Grogüe. Y tú que has estado todo el año colocado el número 1 para cuando lllegue el cuadro de las vacaciones, te jorobas y pasas a ser el número 5 de otro grupo al cual no has pertenecido jamás ni en sueños, con compañeros y compañeros, y llamarles compañeros y compañeras es por hacerles un favor, con los que nos has tenido ningún contacto laboral ni tan solamente durante un segundo al año. Hay que favorecer a los pelotas y a las pelotas, a los enchufados y a las enchufadas; aunque sea asaltando toda clase de derechos adquiridos por nosotros los que no hacemos la pelota a nadie y no estamos enchufados por parte de nadie. Y eso nos pasa por no hacer la rosquilla ni al lucero del alba. ¡Los pelotas y las pelotas primero por favor, no faltaría más! Hay que confeccionar un cuadro de vacaciones y de puentes de tal manera que salgan siempre favorecidos y favorecidas todos ellos y todas ellas. ¿Todos somos iguales, señor Grogüe? Durante el año se le llena la boca al señor Grogüe diciendo que todos somos iguales para él. Ja, ja y ja. Me entra la risa cuando veo cómo se sacan los ojos y cómo se corre el escalafón según sea el capricho de los jefes, los subjefes, los administrativos y hasta los ordenanzas que aspiran algún día a llegar a ser jefes y subjefes. La que se arma en el negociado bancario es peor, pero que mucho peor, que la que se armó en la Guerra de Troya. ¡Y todos los años pasa igual! La Justicia pasa a ser, en esos momentos, una señora vestida de negro... por aquello de mantener los privilegios de los pelotas, las pelotas, los enchufados y las enchufadas hasta la muerte. Algunos y algunas se mueren de envidia al ver que nosotros no protestamos porque protestar hasta te puede costar otro castigo, a lo cual ya estamos muy acostumbrados. Y así vamos año tras año y cada año peor. La paciencia es entonces una virtud que brilla por su ausencia en esto de repartirse la tarta aunque sea a tortas que es como mejor lo entiende este bruto de Grogüe. Es como si estuviéramos todo el año en Primera División y, de repente, al llegar la confección del cuadro de las vacaciones y los puentes, te descendieran automáticamente a Tercera Regional sólo por complacer a quienes se arrastran durante todo el año como lamebotas al servicio del burro. Los burros y las burras delante para que no se nos espanten. ¿Sabrán los altos dirigentes del Banco lo que sucede de verdad cuando llega la hora de confeccionar el cuadro de las vacaciones y los puentes saltándose a la torera la reglamentación que los altos dirigentes han publicado? ¿O lo desconocen por completo porque ni los sindicalistas se lo hacen saber? ¡Homenaje a la Justicia! Si esto es la Justicia de Justo prefiero seguir siendo un bandolero que se fija solamente en las compañeras de muy buen ver mientras sonrío y a veces se me escapa la risa. Y todo para no perder el alma. Pese a haber tenido que soportar año tras año estas injusticias, entre otras muchas más, ahora resulta que si te quejas eres un mal compañero cuando el único verdadro compañero, durante todo el año, has sido tú. Y cuando resulta que al fin te toca el turno de gozar de un buen mes de vacaciones, tras esperar los años suficientes, viene el burro de Grogüe y te tira todas tus ilusiones por el suelo. Se te cuelan por todos los lados los pelotas, las pelotas, los enchufados y las enchufadas. Todo esto es como el circo donde a algunos y algunas les crecen, de repente, los enanos. Pero hay que guardar silencio. Te pasas algunos años enteros por ver si llega el momento de que te toque el premio que te has merecido y viene el burro de Grogüe y te quita el caramelo de la boca si es que le haces caso. Lo mejor es no hacer caso y ya está. Así que lo único que nos queda es seguir hablando con las más guapas, las más sexys, las más inteligentes, las más atractivas, las más divertidas (todo eso junto) ¡y que se mueran los feos!. Y todo ello acompañado de un beso cordial que te sabe a beso de Judas Iscariote (no me refiro a las que nos gustan sino a las que no nos gustan y que nos han chafado el cuadro). Pero como no hay mal que por bien no venga resulta que el tiempo atmosférico nos favorece y, aunque tienes que soportar las injusticias, resulta que luego el mes que te han dejado como el mes de la purrela es el mes que mejor tiempo hace y el mes en que mejor se disrutan las vacaciones. Gozas de unas plácidas vacaciones sin agobios, sin tener que soportar calores asfixiantes o fríos inesperados y entonces van y se nos cabrean porque Dios nos ha favorecido. Sales a la calle con la intención de encontrar esa Justicia en algún Ovni por ejemplo y nos encontramos con lindas señoritas que nos sonríen y además nos dan las gracias por ser como somos. ¿Será por ser como somos? El caso es poder aguantar la risa para que Grogüe no se de cuenta de que nos ha favorecido en contra de su voluntad. El asunto es no perder el tiempo discutiendo con los berberiscos y las berberiscas que se insultan entre ellos y ellas porque todo les ha salido mal, se injurian y se odian hasta el extremo de dejar de hablarse de por vida. ¡Qué vida ésta de las vacaciones señores compañeros y señoras compañeras! ¡Pase usted delante en cada cuadro de vaciones, señor y señora compañero y compañera, que para eso estamos los caballeros! Después, una vez consumada la injusticia con el silencio de los sindicalistas, pasa lo que pasa y lo que pasa es que Dios pone a cada uno y a cada una en su lugar y como no se pueden quejar ante Dios nos escuchan la culpa a nosotros. Consumado ya el patético e injusto cuadro de las vacaciones y los puentes me da por seguir trabajando mientras recuerdo lo aprendido en el Instituto San Isidro de Madrid: si el conjunto A es igual al conjunto B y el conjunto C es igual a un revoltijo de los que forman el conjunto D que resulta que es igual que el revoltijo de los que formamos el conjunto E resulta que nada es lo que parece ser salvo por los caprichos del dictador Grogüe o, dicho en otras palabras más literarias, si uno es igual a uno resulta que uno es igual a uno y no hay más cera que la que arde. Descubierto el potaje salgo a la palestra, pido cortésmente la palabra, y les cuento la verdad de todo a todos los queridos compañeros y las queridas compañeras. Después de quedarse todos por un largo rato con la boca abierta les da a todos y a todas por partirse de risa como diciendo que estoy loco de atar. Así que me vuelvo al trabajo y no me queda más remedio que volver a pensar, mientras trabajo sin desmayo alguno, en todas aquellas que nos gustan de verdad porque son las más guapas, las más sexys, las más atractivas, las más inteligentes, las más interesantes y las más divertidas. Y que siga la diversión dentro del negociado donde todavía, ya dado el visto bueno por los jefes y subjefes al patético e injusto cuadro de las vacaciones y los puentes, todavía siguen algunos y algunas discutiendo entre sí lo de que nunca se hartan de salir favorecidos los pelotas y las pelotas y los enchufados y las enchufadas y hasta los favoritos y las favoritas de Grogüe y sus adláteres. Así que lo mejor es pensar en el fútbol y comentar la última jugada del Buitre con mi verdadero amigo Aldaro ante la estupefacción de los pelotas, las pelotas, los enchufados, las enchufadas y los favoritos y las favoritas de Grogüe y sus adláteres. Cuestión de pelotas es esto de hablar de fútbol con mi verdadero amigo Aldaro cuando los demás se siguen sacando los ojos por culpa del patético e injusto cuadro de las vacaciones y los puentes de Semana Santa y, lo que es peor todavía, el de Navidad donde todo debería ser amistoso y cordial pero no lo es. ¿Y la Navidad? ¿Qué sucede durante la Navidad en nuestro negociado y en los demás negociados del Banco de cuyo nombre ya empiezo a no querer acordarme? Que todos, una vez consumada la felonía del patético e injusto cuadro al gusto de los consumidores como si fuera un plato de patatas a lo pobre, se vuelven más hipócritas que Hipócrates y venga abrazos por aquí, venga abrazos por allá, venga un beso por aquí, venga otro beso por allá aunque sean muy mal disimulados y todos a cantar adiós con el corazón que con el alma no puedo, al despedirme de ti de sentimiento me muero. Es para morirse de risa. Y siguen con lo de tú serás el bien de mi vida tú serás el bien de mi alma tú serás el pájaro pinto que alegre canta por las mañanas. No sé si se refieren a mí pero prefiero seguir en silencio. Sí. Llega la Navidad y es hora de olvidar lo que nadie olvida aunque disimulan mucho diciendo que todo está olvidado. Pero los puñales siguen clavándomelos en la espalda y yo aguanta que te aguanta y que te aguanta; así que le echo mucho corazón al asunto y se me escapa una gran sonrisa bohemia que a todos desconcierta menos a mi verdadero amigo Aldaro que también le contagio la sonrisa. Y entonces continuamos hablando del Buitre en medio de todos estos buitres. Es entonces cuando El Justiciero, el de las isas canarias que ha dejado hecha polvo a la catalítica, nos informa que los enlaces sindicales han logrado que nos suban dos duros el sueldo mensual aunque el coste de la vida ha subido cinco duros cada mes. Ante mi perplejidad todos aplauden de manera delirante. ¿Será que no saben ni sumar ni restar? Y además nos informa que hemos perdido, por si fuera poco, unos cuantos privilegios sociales y entonces todos, bajo la batuta personal del personalista Justiciero, cantamos qué buenos son los enlaces sindicales, que buenos son que nos llevan de excursión. Algunos hasta se meten los palillos mondadientes para sacar los restos de aceitunas La Sevillana, olé olé y olé, que se les han quedado pegados en las muelas. A otro, el dolor de muelas le impide tomar aceitunas La Sevillana, olé olé y olé, y entonces es cuando todos nos levantamos de repente, bajo las órdenes personalistas de El Justiciero, y brindamos por el año que viene y a ver si seguimos todos y todas con la misma salud en el cuerpo. Nos saludamos los unos con los otros y con las otras y yo busco, con la mirada, a las que más me apetece saludar y voy y las saludo haciendo un gesto amistoso y ellas me sonríen y entro en calor cantando lo de malagueña salerosa besar tus labios quisiera, que queda muy bien y todos y todas me aplauden. Hay que seguir adelante contra el viento y la marea; así que la fiesta continúa en una sidrería del casco viejo madrileño donde a todos y a todas, menos a mí que estoy pensando, les da por contarse confidencias más o menos absurdas pero todos unidos como Fuenteovejuna o sea todos a una. Y claro que se alma el alboroto y hay quien se arranca con cantes jondos y los demás y las demás se echan a llorar de entusiasmo (fingido por supuesto) porque lo verdadero es, en estos momentos en que sigo pensando, que aquella realidad es toda una irrealidad y parece un surrealismo de Buñuel. Alguien propone el absurdo sartriano, aunque no tiene ni idea de quien es Sartre, de tomar buñuelos de viento. Así que me vuelvo a sentir otra vez solo, rodeado por todos y todas que me dicen que no me preocupe pero resulta que solo estoy preocupado por todos ellos y todas ellas... pero que si quieres arroz Catalina porque no me comprenden nada de nada. Y entonces me da por sentarme a escuchar el ruido de las olas porque como me aburro tanto que estoy empezando a soñar y lo que pasa es que estoy soñando con mis vacaciones en La Manga del Mar Menor y solo espero a que nadie de aquellos energúmenos y energúmenas me estropeen el bello sueño despertándome mientras espero, aunque bien sé que no va a ser nunca cierto, que el próximo año se haga, por fin, un cuadro de vacaciones y puentes como Dios manda. Lo cual es pedir un imposible pero nunca pierdo la moral. Espero que me dejen algún mes algo apetecible, aunque sea Octubre o Noviembre, para poder ir a la Costa Brava. Entonces es cuando vuelvo a la realidad circundante y todos y todas, comiendo patatas bravas, nos tomamos una ración de aceitunas La Sevillana, olé olé y olé, mientras a El Justiciero le da una de sus manías y canta, aunque sea canario, jotas aragonesas y cuplés de la época de Juanita Reina. Yo me digo, para mí mismo, que Miguel Reina es un portero de fútbol y que gracias a Miguel Reina a lo mejor clasificamos para el próximo Mundial mientras sigo observando los movimientos de las que más me gustan y resisto sus brillentes miradas, con el ademán estoico y espartano que aprendí jugando de capitán en el Esparta de San Isidro de Madrid. Luego, para disimular ya que las que más me gustan me siguen mirando con sus brillantes miradas, empiezo a pensar que soy un extraterrestre con ganas de viajar a Marte o a Venus. Y es que, en esos momentos de jolgorio general, ser astronauta es la mejor manera de caerle bien a ella que es la mas bella. Pienso en Ecuador. Las demás ya no tienen importancia alguna. Algunos se me acercan a mì para hablar de El Cordobés porque alguien ha ido diciendo que sueño con ser torero y comentamos la última faenita de Curro Romero. Me entra de nuevo la risa. Como lo cortés no quita lo valiente me atrevo a acabar con mi timidez y cuento una de romanos cuando nos sirven los calamares a la romana. Ya no están ni los pelotas ni las pelotas ni los enchufados ni las enchufadas ni los favoritos ni las favoritas de Grogüe y sus adláteres; que es lo mismo que decir que nos han dejado solos a los de Tudela y por eso cantamos de cualquier manera. El Loco Vela se ha ido hasta Andorra y nos ha dejado el campo libre para charlar con la única que se ha quedado con nosotros que resulta que es la más bella. Liberada ya la de mejor ver de todas ya todo consiste solamente en seguir adelante al lado de ella encendiendo algún pitillo junto a una farola. Las calles están iluminadas. Es el momento oportuno de tomar un 501 con ella pero sólo sigo pensando en Ecuador. Y, efectivamente, me quedo otra vez solo con mi Gran Sueño. Pienso que es mejor que le den vinagres a los jefes, a los subjefes, a los administrativos y hasta a los ordenanzas que aspìran algún día a ser jefes y subjefes. Superada la prueba de resistencia me meto las manos en los bolsillos de mi pantalón y me digo a mí mismo que hasta la próxima vez. Un par de chavalas madrileñas que están estupendas mire por donde se las mire se cruzan en mi camino y se me quedan mirando. Pero yo sigo solamente pensando en Ecuador. Camino por las calles silbando el inicio de una de las canciones que me sé bien de memoria: Adiós con el corazón que con el alma no puedo al despedirme de ti de sentimientos me muero. Pero resulta que yo nunca me muero cuando alguien se despide de mí y me aparta su amistad porque sé que muchas veces es mejor estar solo que mal acompañado. En casa, mi padre, mi madre y mi abuelita materna me están esperando como agua de mayo. Entro y saludo con los besos del amor familiar. Me siento en el sofá acariciando a mi fiel "Chester" de color canela. Cojo unas hojas bien blancas y escribo un cuento a mi fiel perrillo setter irlandés que es la mejor compañía que tengo, el más fiel de todos mis amigos de verdad. Recuerdo que ya terminé "Galicia a través de sus ríos" y siento deseos de estar triste y de que me gustaría estar en Galicia, por eso de la saudade gallega y por ver si es cierto, en la realidad, lo que he escrito a través de la investigación. La fiesta familiar empieza con unas breves palabras de mi padre que me alecciona a seguir adelante pase lo que pase y yo sigo pensando en quien tengo tengo dentro de mi corazón y no puedo dejar de pensarla desde que tengo tan sólo 7 años de edad. Es mejor pensar en Ella para poder olvidar a Grogüe y todos los que son como Grogüe. La Navidad familiar transcurre en medio de mis infinitos sueños y voy y respiro ampliamente y me entran ganas de comer todo lo que me sirven pero con la suficiente habilidad de no cantar lo inconfesable para no asustar a nadie. Al final logro dormir plácidamente hasta que la luz del nuevo amanecer me vuelva a ubicar en el epicentro de mi Gran Sueño para seguir olvidando, poco a poco pero ya sin remedio alguno, el nombre de aquel Banco del cual ya comienzo a no querer acordarme.
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