Entre miradas cómplices y roses de deseo
se fusionaron nuestras almas.
Caminamos descalzos sobre brazas y esquirlas dejando atrás todo nuestro pasado.
Inventamos nuestros sueños,
Construimos el camino por encima del pantano.
Pero el tiempo es cruel y no se aferra al pasado.
Mata segundos, horas, años y los arroja en un costado.
Y la verdad que se esconde como asustada dentro de tú boca
y se anima a salir sólo conmigo justificando la cobardía.
Ahí en nuestra cama se encuentra nuestro amor desparramado desbordando,
pero hoy desde un segundo plano.
Me convertire en tú amante eterno para conservarte,
para gozar de esos encuentros despiadados y salvajes,
aunque mis lágrimas se derramen cuando no estés a mi lado.
 
Seguiré nuestro camino sin importar sí llego desangrado.