Mariano Moreno
Publicado en Feb 28, 2009
"Cuando los dueños del poder y de la historia quieren tapar sus crímenes, los cubren de misterio, arrojan sospechas que no conducen a nada sobre lugares previamente seleccionados, y acusan a los que manifiestan dudas de crear "visiones conspirativas", usando el viejo truco de invertir la carga de la prueba."[1]
El comienzo de nuestro desgobierno o bien el inicio de nuestra distorsión institucional "En los últimos decenios del siglo XVIII y en los primeros del XIX el pensamiento político -social tenía su epicentro en Rousseau como después lo tuvo, y hoy lo tiene en Marx. Obviamente no todos estuvieron antes a favor de los principios roussonianos ni hoy lo están a favor de los de Marx. Pero sus ideas fueron y son de tal trascendencia que ninguna expresión pública pudo ni puede pasarlos por alto, o bien alabándolas o bien combatiéndolas" "...la mayoría de los que militaron en Mayo se inspiraron en las ideas de Juan Jacobo Rousseau..." [2] El historiador Miguel Ángel Scenna definió con breves y ajustadas palabras la situación en nuestro territorio en 1810: "Aquí, después que Buenos Aires se negó a ser inglesa, no estuvo dispuesta a ser francesa. Sería española, o formaría su propia nacionalidad. Cuando se creyó definitivamente perdida a España, se puso en marcha la determinación, y entonces Mayo".[3] La revolución se respiraba en todos los órdenes de la actividad pública, la colonia tocaba a su fin, en todos los niveles se actuaba para lograr el objetivo de los patriotas, a veces planificadamente y la mayor de las veces desordenadamente. "Desde el momento en que el gobierno español oscila entre las juntas populares y Napoleón, la revolución conservadora del Río de La Plata es un acontecimiento indiscutible. Y "gobierno autónomo" supone - cuando se normaliza - rentas propias, administración de esas rentas, pero sobre todo un nuevo sistema rentístico"[4] Había que cubrir déficit, lograr contribuciones, reglar administraciones, generar recursos. ¿Cómo se llegó al intento del primer gobierno? Nadie lo sabe con certeza y muchos hicieron conjeturas - así nacieron muchos mitos... "¿Sabían los jacobinos de la Primera Junta en esa remota, casi improbable fría y lluviosa mañana de mayo de 1810 qué vientos corrían en el planeta? Hasta dónde eran jacobinos, hasta dónde alcanzaba su lectura de la historia , hasta dónde se decían que la historia no era una pesadilla de la que deseaban evadirse, sabían que la Santa Alianza levantaba, en Europa, el retorno al viejo orden, y que Napoleón, el representante más sagaz de la burguesía francesa; a quien el bueno de Hegel llamó el alma del mundo; cumplía con prolijidad y genio, la tarea de enterrar los ecos de la caída de la Bastilla, de Valmy, y del sueño igualitario de las sansculottes." [5] Según nuestras versiones históricas esa junta fue el primer gobierno patrio y fue la gestora de "nuestra revolución" ¿A quiénes representaba, de qué pueblo eran líderes? "Tal vez el cristal de Rousseau o el ejemplo de las Juntas españolas les hacía exagerar (a los patriotas) la amplitud de una conciencia revolucionaria que en realidad era sólo patrimonio de unos cuantos centenares de individuos, pero el esfuerzo consciente de los pocos hizo entrar a nuestro país en el ciclo de la revolución democrática." [6] La falta de madurez, el movimiento popular parcializado desencadenó empero también todas las contradicciones que se sucedieron a lo largo de nuestra historia. En ocasiones se ha querido mostrar los sucesos de Mayo como un simple golpe de estado, en donde la participación popular estaba totalmente ausente, los documentos y testimonios de participantes en los hechos, demostraron que buena parte de la sociedad participó en la gesta. Según los diversos autores va variando el concepto, de movimiento popular, de simple reacción lugareña, de fogosos patriotas, de reacción por el libre comercio a la necesidad de autogobierno y a las influencias ideológicas de las "grandes revoluciones" Según José María Rosas la Junta del 25 de mayo del 1810 fue simplemente una remodelación de la junta que se rechazó el día 24 se buscaría un representante o dos del ejército, algún representante clerical, representantes comerciales y también letrados. Así se conformarían todas las partes. Algunos fueron directamente incorporados sin ser consultados y aún más sin saber de su inclusión como Manuel Belgrano y también Mariano Moreno. "Cuenta su hermano Manuel que a Moreno le sorprendió el nombramiento de miembro de la Primera Junta. Prestada su conformidad se constituyó por propia gravitación en el alma del gobierno." [7] Guido escribiría medio siglo después que la lista fue armada por Berruti por "inspiración divina".- Años después diría Pueyrredón que los nombres salieron del cuartel de Patricios y fueron seleccionados por Chiclana, Diaz Velez y Pedriel entre otros. Moreno fue simplemente incorporado a igual que Passo por su condición de "buen letrado" y el primero más aún por sus conexiones profesionales con los ingleses. Ambos eran secretarios sin voto. La verdad era, que, en realidad a los oficiales de Patricios, militares en fin, les interesaba la jefatura de Saavedra y que a los demás los consideraban simples adjuntos. Pero el drama de ese primer gobierno fue que no acertara a marchar de acuerdo. Tendría que haber podido coincidir en una acción en común. Pasó ya en aquellos albores lo que nos marcara a lo largo de estos doscientos años. No supieron o no quisieron tomar conciencia de posición, respetar y capitalizar la energía, la capacidad, el sentido común y la popularidad de cada uno en beneficio de todos. Así se dio que "Ni Saavedra atinó a ser Jefe ni Moreno a ser Secretario."[8] "... En el accionar de la Junta poco jugaron los demás... No se puede decir que en la junta hubo morenistas y saavedristas. Fueron ocho morenistas contra un solo saavedrista, el presidente."[9] Saavedra envanecido por el poder y afirmándose al apuntalamiento del virreinato quitó a todo el movimiento el carácter de revolución popular sin darse cuenta que podría haber sido el caudillo que ese pueblo necesitaba para imponerse. Lo triste es que la figura de Moreno tampoco ayudó, ya que tampoco era vocero del verdadero pueblo. No era hombre de multitudes, era un intelectual, un político teórico de biblioteca y con el escudo de una sola corriente de ideas.- Adoctrinar y no conducir era su concepción, además de que la influencia inglesa, según algunos, no le permitía entrever una América española unida. Veía como quimera la posibilidad de un gran Estado. Le interesaba más bien un Estado pequeño manejado desde Buenos Aires. Él mismo escribió en su "Plano de Operaciones": ..."Los pueblos nunca saben, ni ven sino lo que se les enseña y muestra." "En la junta oscilaban entre la presión militar y la conciliación. Como Moreno expresaba el interés porteño sin mayores matices, impulsa el más cerrado centralismo; y como "centralismo" se interpreta a la francesa, Buenos Aires devino para la para la historiografía liberal como una suerte de petit Paris..."[10] ¿Es Moreno el idealista, el criollo afrancesado, el político de biblioteca, es sólo un letrado que sabe expresarse, está enfermo o lo enferman, es el joven bonachón simpático, o el enjuto criollo picado por la viruela, tiene una clara visión de estadista o es sólo un soñador? Está claro que fue un aguijón molesto. Esta controvertida imagen de Mariano Moreno, la figura de un patriota muy joven que en muy poco tiempo pudo trascender sin haber sido comprendido - que sin proponérselo o sí, logró dejar un legado y ser motivo de arduas discusiones es la que pretendo desarrollar en este escrito. * "Sancho, ladran... señal de que estamos cabalgando..." Toda persona que hace algo es tan discutida y criticada como aplaudida. Es muy difícil encontrar en alguien todo bueno así como tampoco se encuentra sólo todo lo negativo. En el vaivén de las opiniones se buscará la verdad y tal vez no se la encuentre nunca. Cuando una vida es breve e intensa cuesta mucho destacarla y cuesta mucho clarificarla. Todo hombre que realiza algo es generalmente producto de una circunstancia, es consecuencia de un momento histórico dado y eso lo hace aún más difícil de justificar o entender. Cuando esa personalidad se enfrenta a muchas disyuntivas y además es protagonista de actos controvertidos y tiene muchos opositores o detractores se entra en explicaciones míticas o en ensayos novelescos, cosa que aún enturbia más la verdad... La Argentina forma parte del concierto mundial de las naciones independientes desde mayo de 1810.- En realidad no era aún la Argentina. Todo había empezado antes en las colonias del sur. Cuando sus habitantes rechazaron los aguerridos ejércitos británicos sin ayuda de la metrópoli y frente a ese virrey irresoluto deciden deponerlo, son ya, en principio dueños de su destino. La oleada de ideas de las revoluciones norteamericana y francesa sumada a la situación y suerte de España en aquellos años, afianzan una conciencia renovadora que halla su expresión en la famosa Semana de Mayo. La nueva nacionalidad necesita que alguien la encare y además sea algo así como su símbolo vivo. Según algunos autores lo encuentra en el secretario de la Primera Junta, Mariano Moreno. Otros opinan que si bien es protagonista, no tiene en claro que necesitaba una revolución y que ésta sin movimiento popular en realidad no tiene identidad de tal. Su energía arrolladora no bastaba. Al héroe culto, el "demócrata"soñador pero político jurista y deshumanizado lo llaman el "Robespierre argentino". Podría haberlo sido. "Su vida es meteórica, pero señala rumbo. Parte de su acción es su labor escrita. Artículos publicados en La Gaceta de buenos Aires y reunidos en un libro por su hermano Manuel en 1836. Años más tarde - 1893 - Norberto Piñero publicó las Obras completas del tribuno. Se discute la autenticidad de su "Plan" que exaltaría aun la actitud revolucionaria del brioso autor de tanto artículo admirable, no sólo por la fuerza de su pensamiento, sino por la claridad lumínica de su estilo. La esencia de su obra y de su vida queda autenticada en este aforismo: "Prefiero una libertad peligrosa a una servidumbre tranquila."[11] ¿Quién fue en realidad? ¿No llegó o no le permitieron llegar? Fue el joven fogoso y luchador, fue el letrado taciturno, fue un enfermizo erudito de biblioteca o fue el visionario que muchos describen. Creo que fue el germen que de alguna manera signó a esta "Patria retórica" que en la "seudo revolución" se separó de Europa en 1810. José Abelardo Ramos presentó la personalidad del secretario de la Junta así: "Mariano Moreno será la figura de rasgos más acusados; este joven enérgico, tan astuto como ardoroso, que revelará en pocos meses una intuición política asombrosa para su edad y su medio, será el más grande revolucionario de su época, el que disfrutará más efímeramente el poder y sobre quién la gloria ensañará como en pocos para volver irreconocible su programa."[12] Y creo es este autor quien realmente vio a Mariano Moreno con bastante objetividad. Norberto Galazo reivindica a Mariano Moreno afirmando que no estaba ajeno a su tiempo y que embebido de las ideas revolucionarias europeas no iba a caer en el error de jóvenes afrancesados que apoyaban invasiones extranjeras, si no que su discurso era verdaderamente progresista para el estado naciente. Frente al concepto de José María Rosa que se desarrolló al presentar este escrito, que ve un Moreno que desea amoldar la realidad a sus libros, tendríamos que leer a Castelli o a Manuel Moreno que realmente lo conocieron, o verlo como lo ve Ernesto Palacios cuando expresa que ante la derrota política de Moreno y su muerte, realmente se puso en peligro el destino de la revolución. Sea político letrado de biblioteca o político natural, intuitivo, Moreno formaba parte del grupo de los revolucionarios más resueltos y activos, pero siempre mantuvo una visión independiente, puede decirse que el joven abogado no perteneció a ninguna de las tendencias que actuaron dentro del campo de la revolución. No se había comprometido con el Carlotismo, ni tampoco con aquellos que proponían un compromiso con Gran Bretaña, pese a sus relaciones profesionales, para obtener los objetivos de la revolución, en una palabra, Moreno trabajó desde un plano de independencia, tanto en lo organizativo como en lo ideológico. Desde el mismo 25 se convirtió en el corazón y el alma de la nueva junta revolucionaria. Por la noche se sumergió en un fecundo trabajo, redactó proclamas para enviar al interior, comenzó la tarea de organizar la expedición que debía marchar hacia el interior para hacer llegar a todos las nuevas voces de la revolución que en Buenos Aires comenzaba. Sin duda expandir la idea de libertad y de independencia total fue su obsesión, sabía que el enemigo no se rendiría fácilmente y sentía la necesidad de que los "vecinos" también se convencieran para asegurar al nuevo estado, que él centraba en Buenos Aires. Con ello comenzó otra historia, con Mariano Moreno en el rol de protagonista, colocando al servicio de su pueblo toda la inteligencia y patriotismo que lo habían llevado a ser elegido por el partido revolucionario para ocupar un lugar preponderante. Aunque Moreno no formaba parte del grupo constituido por Castelli, Paso, Belgrano y otros, que venían actuando desde algunos años antes, estos lo invitaron a participar en sus reuniones por la lucidez de sus ideas, contrarias al sistema colonial y por el prestigio que había logrado como abogado. Los últimos años de la colonia, resultaron ser notablemente agitados, pero la falta de coordinación y unificación de criterios, produjeron el fracaso de algunos intentos que cuestionaban el orden establecido, el ejército cuyo mayor exponente era Cornelio Saavedra, se negaba a tener, hasta ahí, posturas contrarias al sistema colonial. Manuel Moreno explicó con total exactitud, el sentimiento arraigado en la población, luego del exitoso rechazo de los agresores ingleses:" Después de la invasión inglesa, sus naturales adquirieron más bien el conocimiento de sus fuerzas, que el deseo de emplearlas en mejorar su condición; y fieros de haberse libertado de su opresión extraña se hallaba en cierto modo más avenidos con la antigua, que les parecía tanto menos violenta cuanto debían su permanencia a actos espontáneos de su coraje. Por otra parte parecía que la restauración de la colonia, debida enteramente al denuedo de sus habitantes, el número considerable de tropa que fue preciso levantar para su defensa, y la manifiesta ineptitud de la metrópoli para proteger su establecimiento, darían ocasión a proyectos avanzados hacia un estado de felicidad permanente". Y continuaba diciendo: "Se había acabado la docilidad absoluta al régimen antiguo, más todavía los límites de una separación completa estaban muy remotos; estaban sólo más cerca de la edad presente. En una palabra, Buenos Aires después de sus victorias, no podía continuar en ser el teatro del capricho de la metrópoli; pero se debía ser siempre una parte del imperio español". Surgen aquí las dos posturas que pasaron a la historia como las dos corrientes: morenistas y saavedristas. Frente a frente, uno de levita y otro de uniforme, Moreno de Chuquisaca y Saavedra de Potosí, se odian pero no se desprecian "Impío, malvado, maquiavélico", define el coronel al secretario de la Junta; y cuando se refiere a uno de sus amigos, dice en discriminación abierta: "El alma de Monteagudo, tan negra como la madre que lo parió". El primer incidente ocurre cuando los jacobinos descubren que diez jefes municipales están complotados contra el nuevo poder. En una sesión de urgencia Moreno propone "arcabucearlos" sin más trámite, pero Saavedra le responde que no cuente para ello con sus armas. "Usaremos entonces las de French", replica un Moreno siempre enfermo, con el rostro picado de viruela, que acaba de cumplir 30 años. Al presidente lo escandaliza que ese mestizo use siempre la amenaza del coronel French, a quien hace espiar por sus "canarios", una especie de soplones manejados por el coronel Martín Rodríguez. Los conjurados salvan la vida con una multa de dos mil pesos fuertes, propuesta por el presidente. "¿Consiste la felicidad en adoptar la más grosera e impolítica democracia? ¿Consiste en que los hombres impunemente hagan lo que su capricho e interés les sugieren? ¿Consiste en atropellar a todo europeo, apoderarse de sus bienes, matarlo, acabarlo y exterminarlo? ¿Consiste en llevar adelante el sistema de terror que principió a asomar? ¿Consiste en la libertad de religión y en decir con toda franqueza me cago en Dios y hago lo que quiero?", se pregunta Saavedra en carta a Viamonte que lo amenaza desde el Alto Perú. Pero habría que preguntarse, Moreno realmente quería una política de terror? Sus ideas eran tan antieuropeas y anticlericales como se l e quería imputar? A quiénes criticaban a Mariano por su intransigencia, su hermano Manuel les contestaba: "Querer una revolución sin males es tan quimérico como una batalla sin desgracias, y así los culpables de las acaecidas en Buenos Aires, que por fortuna han sido muy raras, son los promotores de la revolución misma."[13] La profundidad que caracterizaba a Moreno para analizar los problemas sociales y llegar a meollo de la cuestión, le permitía ver el mal que aquejó al país desde la época colonial, donde sectores minoritarios usufructuaban de una riqueza que el patrimonio del trabajo de todos los integrantes de la sociedad. Tanto en la Representación de los Hacendados, donde atacaba a los comerciantes, como en el Plan de Operaciones, sostenía una evidente postura contraria a las oligarquías económicas y políticas, precisamente en esto debe buscarse la causa de las innumerables enemistades que cosechó a lo largo de su corta carrera. Desde fines de agosto, Moreno ha hecho aprobar por unanimidad el Plan secreto de operaciones que recomienda el terror como método para destruir al enemigo emboscado. Ese texto feroz, por momentos descabellado, no se conoció hasta que a fines del siglo XIX. Eduardo Madero - el constructor del puerto - lo encontró en los archivos de Sevilla y se lo envió a Mitre. Para entonces, los premios y castigos de la historia oficial ya estaban otorgados y Moreno pasaba por un periodista y educador romántico influido por las mejores ideas de la Revolución Francesa. Pero es la aplicación de ese método sangriento lo que garantiza el triunfo de la Revolución. Hasta la llegada de San Martín la formación de los ejércitos se hizo a punta de bayoneta, la conspiración de Alzaga, como la contrarrevolución de Liniers, terminaron en suplicio y los españoles descubrieron, entonces, que los patriotas estaban dispuestos a todo. Esto es lo que necesitaba la revolución, en realidad sólo así sería revolución que llevaría al logro de una independencia firme y segura. . "Nuestros asuntos van bien porque hay firmeza y si por desgracia hubiéramos aflojado estaríamos bajo tierra. Todo el Cabildo nos hacía más guerra que los tiranos mandones del virreinato", escribe Castelli antes de ser llevado a juicio. La auténtica conciencia revolucionaria, de Mariano Moreno, dio con la solución a los problemas, esto significaba encarar el proceso de industrialización, dentro de las limitaciones de la época, buscando los capitales ahí donde se encontraban. La independencia no podía limitarse a los aspectos formales sino que debía ser fundamentalmente económica y cultural. "¿Qué obstáculos deben impedir al gobierno, luego de consolidarse el Estado sobre bases fijas y estables, para no adoptar unas providencias que aún cuando parecen duras en una pequeña parte de individuos, por la extorsión, que pueda causarse a cinco o seis mil mineros, aparecen después las ventajas públicas que resultan con la fomentación de las fábricas, artes, ingenios, y demás establecimientos a favor del Estado y de los individuos que las ocupan en sus trabajos?". El Plan de Operaciones de Mariano Moreno constituyó el primer proyecto auténticamente nacional que reafirmaba la voluntad de establecer un nuevo sistema de gobierno soberano, en él se vislumbraba claramente el pensamiento del autor. Una a una fue delineando sus ideas para trasmitirlas a sus pares, demostrando que eran una consecuencia directa de un conocimiento acabado de la realidad de su país. Transmitía su deseo de concluir con la injusticia del sistema colonial y mostraba la influencia que sobre él habían ejercido los acontecimientos europeos, en especial la revolución española y la lucha heroica contra el invasor francés. En el Plan se defendía el concepto de soberanía popular, que había sido levantado por los revolucionarios franceses y que estaba siendo puesto en práctica por el pueblo español, que por un momento había logrado dejar de lado y neutralizar la pesada carga de la nobleza, cortesanos y curas reaccionarios que durante siglos impidieron su expresión y que dieron suficientes muestras de ineptitud y cobardía en el momento que se necesitó defender la nación. En el plano económico apoyaba el papel del Estado como forma de suavizar e impedir la injerencia de potencias extranjeras. También consideraba que en las naciones en formación, el Estado constituía la única garantía de empujar un desarrollo industrial sostenido. En ello y con ello veía la necesidad de impedir el enriquecimiento ilimitado de una minoría que conspiraba contra los intereses de la mayoría del pueblo americano. Otros de los aspectos importantes que emanan del Plan es la concepción americana de la revolución: los lazos tendidos a Chile, la liberación del Alto Perú, el comienzo de la campaña a Paraguay, la idea de liberar la Banda Oriental y de expandir el eco transformador hacia el Brasil, dan una idea del carácter continental de la epopeya que alcanzó su mayor esplendor con San Martín y Bolívar. Si bien él no deseaba la Patria grande como los libertadores, sino lo vislumbraba como una necesidad para asegurarse su Nación. En el Plan se comenzaba a esbozar el deseo de independencia que no aparecía en los primeros meses de la revolución. Para demostrar la audacia de la concepción política de Moreno bastaría con mostrar su proyecto de liberación de los esclavos en el Brasil, siendo que estos superaban ampliamente en número a los hombres libres. Estos fueron a nuestro entender, los grandes lineamientos del Plan, que más allá de algunos errores, atacaba los principales problemas de la nueva nación. * Hacía falta tanta agua para apagar tanto fuego... ¿Quién era pues Mariano Moreno? Era un puro discípulo de Juan Jacobo Rousseau - cuando se apartó del destino de clérigo que le era reservado como hijo mayor de los Moreno? Era quizás el joven letrado que se conmovió ante la explotación y miseria de los mineros de Potosí? Era el gran defensor de los aborígenes? El gran admirador de Atahualpa? Era el dulce y romántico enamorado de Guadalupe Cuenca? O quizás el serio asesor del Cabildo porteño? Fue o no amigo de Rivadavia? Por qué los liberales lo quieren vincular con el primer presidente? Cuál era la motivación de su perfil bajo en aquél 25 de Mayo? Cuál era su relación con los ingleses? ¿Era un soñador? ¿Un revolucionario? ¿Patriota? ¿Teórico? ¿Nacionalista? ¿Estadista implacable? ¿Demócrata? ¿Egocéntrico? Tanto se borronearon sus huellas que probablemente nunca lo sabremos. Sólo sus escritos perduran y la polémica seguirá abierta. "Moreno encarnaba el ideario de los sectores que propiciaban algo más que un cambio administrativo, y que se proponían cambios económicos y sociales más profundos. Si pensaba que la revolución debía controlarse desde Buenos Aires, era porque el interior seguía en manos de los sectores más conservadores, vinculados al poder anterior"[14] Moreno renuncia y el 24 de enero de 1811 se embarca para Londres. "Me voy, pero la cola que dejo será larga", les dice a sus amigos que claman venganza. También pronuncia un mal augurio: "No sé qué cosa funesta se me anuncia en mi viaje". En alta mar se enferma y nada podrá convencer a Castelli y Monteagudo de que no lo asesinaron. "Su último accidente fue precipitado por la administración de un emético que el capitán de la embarcación le suministró imprudentemente y sin nuestro conocimiento", cuenta su hermano Manuel, que agrega en la relación de los hechos el célebre "Viva mi patria aunque yo perezca!"[15] "El caso de la muerte de Moreno es paradigmático. Se hace difícil encontrar otro episodio en el que todos los indicios nos lleven a concluir de que se trató de un asesinato, aunque debamos descartar esa certeza en bien de la unidad nacional o alguna otra entelequia parecida. Mariano Moreno fue asesinado y lo que es peor , vuelve a serlo cotidianamente cuando pretenden adulterar su pensamiento y lo califican como terrorista, como agente inglés, unitario, centralista y antecedente de Rivadavia. Como decía Borges "la verdadera muerte es el olvido" y hacia allí apuntan los cañones de quienes aún hoy se sienten denunciados por lo que Moreno hizo, soñó, pensó y escribió allá por el 1810."[16] * Bibliografía consultada Pigna Felipe - Los mitos de la historia argentina - Grupo editorial norma - Bs.As. 2004 Horowicz Alejandro - El país que estalló - Editorial Sudamericana - Bs.As. Rosa José María - Historia Argentina - Tomo 2 - Editorial Oriente - Bs.As. 1983 El Forjista - La Revolución según Mariano - Bs.As. 2006. Vida de Grandes Argentinos - Ediciones Antonio Fossati - Bs.As. 1960 Historia Integral Argentina - Centro Editor de América Latina - Tomo I De la Independencia a la Anarquía - Bs.As. 1970 Rivera Andrés - Revolución de Mayo - Revista aniversario de Página 12 - 1990 Soriano Osvaldo - Sin Paraguas ni escarapelas - Revista aniversario de Pagina 12-1990 Yunque Álvaro - Historia de los Argentinos - Ediciones Ánfora -Bs.As. 1968 * [1] Pigna Felipe, "Los Mitos de la historia Argentina"- pag.311 - Grupo editorial norma- -2004 [2] Lewin Boleslao,"Jacobinismo y Roussonismo en la Argentina" - Historia Integral Argentina - Tomo I - pag.68 Centro Editor de América Latina -- 1970.- [3] Soriano Osvaldo - "Sin Paraguas ni Escarapelas" - Revista Aniversario Página 12 - Año 1990 [4] Horowicz, Alejandro - "El País que estalló"- cap.2-pag.127-Edit.Sudamericana-Bs.As. [5] Rivera Andrés - Revolución de Mayo - Pag.2 - Revista aniversario de Página 12 - 1990. [6] Horowicz A. - op.cit Cap.2 Pag.147 [7] Vidas de Grandes Argentinos - tomo 2 - Pág. 258 - Ediciones Antonio Fossati - 1960 [8] Rosa José María - Historia argentina - Tomo 2 - Pag.199 Edit.Oriente 1983 [9]Rosa José María - op.cit. ídem. Ídem. [10] Horowicz A. - op.cit. Cap.2 - Pag.155 [11] Yunque Álvaro - Historia de los argentinos - Tomo III - Pág. 35 - Ediciones Anfora - Buenos Aires-1968 [12] "El Forjista" - La Revolución según Mariano Moreno - Cap.22 - 2006. [13] El Forjista - La Revolución según Mariano Moreno - Cap. 22 - 2006. [14] Pigna Felipe - op cit. Pag.322 - [15] Soriano Osvaldo - op.cit. [16] Pigna Felipe -. Op.cit.Pag.311
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Cris Gler