Un pequeo detalle (Novela) Captulo 6.
Publicado en Jan 07, 2014
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- ¡Guauuuuu! ¡Estás preciosa de verdad, Alma! ¡Eres el monumento viviente más perfecto que existe!
- No empecemos, JC.
- Por algo hay que empezar, digo yo...
- Veo que estás de buen humor.
- Lo que sucede es que ante alguien tan sexy como tú a mí se me levanta...
- ¿Qué barbaridad estás diciendo?
- ¡La moral! ¡Me refiero a la moral!
- ¿Se puede saber qué haces con esa enorme bolsa de palomitas de maíz?
- He aprendido que todos los investigadores de Estados Unidos compran enormes bolsas de palomitas de maíz cuando están llevando a cabo una investigación.
- ¿Quién te ha dicho eso?
- Lo he visto en cientos de películas de cine y de televisión que contienen misterios policiacos. 
- ¡Jajaja! ¡Es verdad! Yo también las he visto.
- Y claro está... como debemos ser profesionales...
- Pues has comprado una enorme bolsa de palomitas de maíz. 
- Veo que ya estás aprendiendo a deducir bien. 
- Teniendo a un maestro como tú eso es fácil; pero... ¿cuánto tiempo llevas esperándome?
- ¡Una eternidad!
- Venga. Habla en serio, JC.
- No te preocupes, Alma. Tú has sido puntual porque son las 9 de la noche. Lo que sucede es que yo tengo por costumbre llegar una hora antes cuando tengo alguna cita. Se descubren muchas cosas acudiendo una hora antes a una cita con alguna chavala guapa y observando, por ejemplo, tras los cristales de un bar.
- ¿Solamente con las chicas guapas haces eso?
- Solamente con las chicas guapas hago eso. Y más si es el mejor espectáculo del mundo.
- ¿Hablas del circo o de mí?
- Hablo de ti.
- Pues si sigues así... ¡ahora mismo me regreso a mi casa!
- ¿Podemos regresar los dos juntos?
- ¡Venga, JC! ¿Vamos a trabajar o no vamos a trabajar?
- Vamos a trabajar.
- Pues empieza ya a funcionar.
- ¡Vamos para dentro! ¡¡Comienza la función!!
- ¡¡Damas y caballeros!! ¡¡Niñas y niños!! ¡¡¡Van a presenciar todos ustedes el mayor espectáculo del mundo!!!
- ¿Ves cómo es cierto, Alma?
- ¿Qué es cierto?
- Lo que te dije antes de entrar aquí. Dije que deslumbrarías. ¿Verdadero o falso?
- ¡Oye, JC! Si vas a seguir así yo no trabajo.
- Perdona. Apúntalo todo. ¿Vale?
- Vale si estás callado hasta que yo te lo diga.
- Está bien, Alma. Eres la primera mujer que me da órdenes que yo acato.
- ¿Siempre eres así de rebelde?
- Cuando tengo que escapar...
- ¡¡Para comenzar la gala estelar de esta noche, verán ustedes la asombrosa agilidad de nuestro prestidigitador "El Gran Pañolón"!!
- Adelante, Alma. No te pierdas ni un pequeño detalle.
- ¿Un pequeño detalle?
- Muchas veces un pequeño detalle es la respuesta adecuada.
- ¿De qué estás hablando ahora?
- De que pongamos todos nuestros ocho sentidos en pleno funcionamiento. Un pequeño detalle puede ser la solución a todo este conflicto.
- ¿Sabes algo que yo no sepa?
- Te prometo que después de la función nos tomamos un par de copas. Si aceptas te lo contaré después.
- Acepto.
- Pues ahora fíjate en ese tipo de los pañuelos.
- Esos trucos son ya muy conocidos. No son nada de otro mundo.
- ¿No te parece interesante?
- Le estoy observando muy bien con los gemelos de mi padre. Parece un inocente salido...
- ¿Qué barbaridad estás diciendo tú ahora?
- Salido de una revista infantil o de un cómic para niños.
- ¿Lo dices en sentido masculino?
- Sí. Lo digo en sentido masculino. He dicho niños y no niñas.
- ¿Crees que debemos hablar con él?
- Supongo que sí, pero no creo que tenga nada que ver con Antoine Magala.
- O sea... ¿no le notas que sea gay?
- No, JC...
- Pues hace unos gestos y unos ademanes muy sospechosos.
- Quizás sea gay, JC.
- Entonces sí hablaremos con él.
- Siempre deduces muy bien, JC. Posiblemente sea gay.
- O probablemente no lo sea, Alma; pero tenemos que salir de dudas.
- Y la mejor forma de salir de dudas es hablando con él... ¿no es cierto?...
- No es cierto. La mejor forma de salir de dudas es que él hable con nosotros.
- ¡Jajaja! Otra vez llevas razón.
- ¡¡Ahora, damas y caballeros, niñas y niños, observarán las increíbles proezas del trío "Los Calabazas", quienes montados en sus motos a toda velocidad y dentro de esa pequeña esfera, saldrán vivos a pesar de sus arriesgadas maniobras!! ¿Saldrán vivos o morirán en el intento? 
- ¡Arrea, Alma! ¡Es la primera vez que oigo hablar de este trío "Los Calabazas"! ¿Quiénes son?
- Los conozco muy bien por haberles visto actuar cuando yo sólo era mucho más niña de lo que soy.
- ¿Cómo se llaman en realidad?
- ¿Es importante saberlo, JC?
- Muy importante.
- Antes de ser motoristas super stars circenses eran remeros del Volga. Participaron en los Juegos Olímpicos de Moscú y como no lograron ninguna clase de medallas decidieron dedicarse a esto. Se llaman Emus Volganski, Bonus Volganski y Maxus Volganski.
- Hablaremos también con ellos. ¡Qué barbaridad! ¡Cuántas cruces se hacen y ni tan siquiera se rozan un pelo entre sí! ¿Es que son muy ortodoxos?
- Deben ser muy religiosos, JC.
- ¿Por lo de las cruces que se hacen?
- Si. ¡Jajaja!  
- Ahora resulta que tú también eres muy graciosa. ¿De verdad ese trío de patéticos personajes eran antes remeros del Volga?
- Sí. De verdad. De ahí les viene lo de sus apellidos Volganski.
- ¡Vólgame Dios! Esto... ¡válgame Dios!...
- Si te das cuenta el que lleva siempre la batuta es Emus.
- Ya lo veo.
- Bonus y Maxus sólo siguen las órdenes que les transmite Emus.
- O sea, que en quien tenemos que fijarnos bien es en Emus Volganski. Pero eso del trío "Los Calabazas"... ¿por qué, Alma?...
- No lo sé, pero debe ocurrir que no se comen ni una rosca con la que ellos quisieran comérsela. Jejeje.  
- Muy bien, Alma, muy bien. Supongo que de ligar con chavalas como tú sólo entienden un poco del libro "Cómo ligar en este difícil mundo con la que soñamos".
- ¡Jajaja! ¿Quién ha escrito ese libro, JC?
- Me lo acabo de inventar; pero... ¿no te parece un buen título?
- ¡Jajaja! ¡Me parece un título genial! Eres un genio poniendo títulos.
- Algo de eso, Alma, algo de eso me dijo Carmen.
- ¿Quién es Carmen?
- Digamos que "La Piconera"
- ¡Habla en serio, JC!
- Hablo en serio, Alma. No sólo sé poner buenos títulos sino que los contenidos son geniales, cosa que Carmen no sabe.
- Entonces ¿qué hacemos con "Los Calabazas"?
- No me parecen nada interesantes, pero también hablaremos con ellos y mientras yo observo lo que hacen Bonus y Maxus tú pones toda tu atención en lo que dice Emus. Será quizás una pérdida de tiempo pero no importa. ¿Te estás divirtiendo, Alma?
- Investigar contigo resulta más divertido que estar viendo todo el santo día al Jefe.
- ¿Es que El Jefe no te parece interesante?
- En primer lugar, JC, El Jefe está casado desde hace muchas décadas y, en segundo lugar, JC, El Jefe está más pasado de rosca que el grifo de la casa de mis vecinos.
- ¿Qué me estás contando, Alma?
- Que El Jefe está ya demasiado visto por muchas que no tienen ocasión de ver algo mejor y, por eso, está totalmente fuera de moda. Sólo las desesperadas se fijan en él.
- ¡Jajaja! Sabía que eres buena observadora pero no tanto.
- ¡Mira! ¡Han terminado de hacerse cruces los tres! ¿Aplaudimos para que se lo sigan creyendo?
- ¿Creyendo el qué? 
- Que son tan guapos como valientes. ¿Aplaudimos o no aplaudimos?
- Yo no aplaudo nunca salvo cuando estoy soñando...
- O sea, cuando estás viajando por la Luna...
- O por Venus...
- ¡Jajaja! ¡Eres el sinvergüenza más simpático que he conocido!
- ¿Has conocido a muchos sinvergüenzas, Alma?  
- Muchos más de los que yo hubiera querido conocer. Sobre todo de los especialistas en ligar con "varillas".
- ¡¡Jajaja!! Eso me recuerda al conocido trampero canadiense Benoit Molineri.
- ¡¡Jajaja!! A mí también me lo recuerdan.
- Ser de la Policía de Nueva York trae estas curiosas consecuencias.
- ¡Arrea, JC! ¿Qué personaje más raro?
- ¡¡Atentos ahora, damas, caballeros, niñas y niños, al Hombre Salvaje!! ¡¡¡Con sus propias manos se va a enfrentar, él solo, con tres fieros y hambrientos leones!!!
- ¡Qué salvaje debe ser ese hombre, JC!
- No te asustes, Alma. Ya se saben que los leones no son tan fieros como los pintan.
- ¿Quieres decir que están amaestrados?
- Por supuesto que están amaestrados y, además, drogados. Sólo mira cómo actúan.
- ¡Parecen leones mariquitas!
- Y esto me dice que también tenemos que entrevistar. 
- ¿A los tres leones? ¡No te van a contestar nada, JC! 
- ¡Jajaja! Pero El Hombre Salvaje me contestará aunque gruña todo lo que quiera gruñir.
- ¡Y qué forma de gruñir, JC! ¡Nos tiene a todas y a todos completamente asustados! ¡Yo no me atrevería a entrevistarle!
- Pero yo sí. Y ruego a Dios que salga vivo después de las preguntas que voy a hacerle.
- Pero... ¿no eres un cinturón negro, tercer dan, en todas las artes marciales?
- Por eso mismo, Alma. Me estoy refiriendo a que ruego a Dios que El Hombre Salvaje salga vivo después de enfrentarse conmigo.
- Nada de violencias, JC. Nos lo tiene prohibido El Jefe.
- La fuerza de las palabras es muchísimo más fuerte que la fuerza de los puños pero...
- Pero... ¿qué?
- Que si tú corres peligro vas a ver cómo la fuerza de los puños es muchísimo más fuerte que la fuerza de los gruñidos.
- ¡Jajaja!
- ¡¡Ahora van a ver ustedes, damas y caballeros, niña y niños, el fantástico equlibrio de Iván Ivanovich Ivanov, el mejor funambulista de todo el Universo entero!!
- ¿Qué te parece, Alma?
- ¡Muy flacuchento para mi gusto! ¡Le estoy observando con los gemelos de mi padre, y a ver si mi padre no se entera de que se los he cogido sin su permiso, y descubro que tiene una pequeña cicatriz en la frente!
- ¿Cómo si le hubieran atizado con un objeto pesado?
- ¡Exacto, JC! Es como si le hubieran hundido la parte derecha de su frente, pero intenta disimularlo con el largo flequillo y, además, la cicatriz no deja duda alguna de que le han golpeado en ese lugar de su flacuchenta anatomía física.
- ¿Algo así como "El Monstruíto de Alcalá" que se quedó loco del todo?
- Sí. Algo así. Conozco esa historia de miedo. 
- Yo cuando la vi sólo me produjo risa. 
- ¿Es que tú no te asustas por nada?
- Solamente me asustan las chavalas tan sexys como tú... pero los tipos locos, por muy duros que se las vayan dando como el de la película "El Monstruíto de Alcalá", me dan ataques de risa.  
- ¡Jajaja! ¡Lo estoy comprobando por mí misma!
- Mantiene muy bien el equilibrio sobre el cable, Alma.
- No es un cable, despistado, sino una soga... 
- ¡Caramba! Quizás fuese un trozo de la misma soga con la que se ahorcó Antoine Magala. ¿No te parece interesante?
- Él no me parece interesante, JC. 
- Estoy hablando de la soga... 
- ¿Quieres decir que entrevistarás también a Ivan Ivanovich Ivanov?
- Eso es. Por mucha cicatriz que tenga en su hundida frente y por muy loco que esté no me da miedo entrevistarle. El asunto de la soga es importante en este asunto. 
- Supongo que en el Circo Ruso, al igual que en todos los circos del mundo, las sogas son necesarias para muchas cosas. 
- Por ejemplo, para que nadie pueda hablar más de la cuenta...
- ¿A qué te refieres, JC?
- De momento a nada, Alma. porque tenemos que esperar a ver qué dicen los informes de los especialistas de autopsias y análisis clínicos del muerto. 
- ¿Podría ser que no se ahorcó el?
- Esperemos a ver lo que dice la autopsia... pero tengo que entrevistarme con este tipo.
- La verdad es que es sensacional lo que hace sobre la soga. 
- ¡Mira, Alma! ¡Es capaz de sentarse sobre una silla y sin caer al vacío! 
- Se me está vaciando el boli, JC...
- ¿No trajiste dos?
- Es verdad. Menos mal que te tengo a mi lado para acordarme de todo lo que tengo que hacer. 
- Te dije que te ayudaría en esta labor. ¡Pásame el block, preciosa! 
- ¿Vas a seguir tú tomando notas?
- Eso es. Un trabajo en equipo es un trabajo en equipo. Tú disfruta de lo que resta todavía por ver. 
- ¿Y después me invitarás a una copa?
- Exacto. El Jefe no se va a enfadar por esa cuestión si es que le llevamos datos interesantes y estamos tomando datos no sólo interesantes sino muy interesantes. 
- ¡¡Ahora, antes de que llegue el número final de nuestras atracciones, les dejo con el celebérrimo payasito "Piolín" y sus famosos, a escala universal, monólogos con los que ha recorrido ya varias veces el mundo!! ¡¡Pongan mucha atención al payasito "Piolin" y escuchen manteniendo la respiración!! ¡¡¡Aquí está "Piolín"!!! ¡¡¡Recibámosle con unos sonoros aplausos!!!
- Vaya escándalo, JC. 
- Ya lo veo y ya lo oigo, Alma. ¡El disfraz de canario es sensacional! Parece en verdad un canario. ¿Te has fijado en que es un enano?
- ¿Y qué pasa porque sea un enano?
- Pasará lo que Dios quiera que pase, Alma. Yo sólo te informo de que es un enano.
- ¿Es que tienes algo en contra de los enanos?
- Si me has conocido lo suficiente como dices, debes saber que no tengo prejuicios de ninguna clase ni ningún tipo de discriminación contra nadie sea quien sea. No tengo nada contra los enanos como no tengo nada contra los gigantes. En mi infancia me entretenía mucho viendo a los Gigantes y Cabezudos de las fiestas populares. Pero en esta ocasión... 
- ¿Qué sucede en esta ocasión?
- Que hay un muerto por medio y me da la sensación de que ese canario "Piolín" está asustado, algo así como si el gato "Silvestre" se estuviese relamiendo de gusto para devorarlo.
- ¡Jajaja! ¡Ves demasiados programas infantiles, JC! 
- Guardemos silencio y escuchemos totalmente concentrados, Alma. 
- ¿Ya estamos otra vez con lo del tomate concentrado?
- Guarda ahora silencio, por fa... 
- ¿Habéis visto la lluvia? Esta lluvia de madrugada que ha colgado sus lágrimas en el perchero gris de la sombra de los juncos. ¿No la habéis visto? ¿Pero si está cuajada en las horas de vuestros párpados sedientos? ¡Es imposible que no la hayáis visto! Ha llegado así, de repente, con la tristeza del niño acurrucado bajo el mantón de la abuela. Ha sido una lluvia de pequeños llantos colgados, como la rama del almendro que está ahora sollozando por la larga espera. ¿De verdad que no la habéis visto? Ha sido una lluvia de mandrágoras saladas surgiendo de un vaporoso lugar de mares en tinieblas. Pero bien. ¡Tenéis que haberla visto! Una lluvia de cristales agudos erizando sus aristas en el corazón de la madrugada, con los gorriones dormidos en medio de las callejuelas en donde hay sapos croando al cloquetear de las viejas sandalias del pescador. ¿Es verdad que no la habéis visto? Ha sido la lluvia del desamparado perro dálmata, blanco y negro como la noche de los pecados inocentes del sarmiento. Sí. Ese sarmiento empeñado en sacar a la luz su inerte sonrisa. ¡Tenéis que haberla visto! ¡Seguro que habéis visto esta lluvia calando los huesos del camposanto de la sementera! Aquí. Aquí mismo. Bajo las buhardillas del desamparo yo he visto cómo se han mojado todas las sonrisas del desdentado y viejo borracho empeñado en beber las lágrimas del viento. ¡Y cómo chorreaban los bordillos de las aceras!.¿No habéis visto cómo chorreaban los bordillos de las aceras? Quizás porque estábais abstraídos en observar los railotes del tejadillo de las iglesias. Claro. Pero de tanto llorar las campanas no habéis podido escuchar el llanto del recién nacido. Sí. Ha nacido hoy, bajo la lluvia, el infantil recuerdo de una melancolía colgada del aguacero de la madrugada. ¡Estoy seguro de que habéis oído la lluvia! ¿Por qué os da miedo o temor o requemor reconocer que habéis oído a esta lluvia pedir licencia para morir de hambre? No. No es posible no haberla oído. Esta madrugada la lluvia ha sido más huracán, más tormenta, más espanto que nunca… y las mujeres del burdel se han quedado solas, llorando por el niño perdido en la barahúnda de los jardines del sueño de su madre. Ha sido una lluvia de ceniza clavada en el ras del suelo. Sí. En el ras del suelo de los que carecen de todo excepto de nostalgia. ¿De verdad que no la habéis visto? ¿De verdad que no la habéis oído?¡Pero si ha sido una lluvia tan poderosa como el terror de la propia muerte! El niño se ha ido a llorar a la otra esquina, la de las paredes sucias envueltas en la bruma de los vencidos. Y yo aquí. Observando tras los cristales de la funámbula silueta una especie de lluvia ácida como el jugo de los limoneros. Sí. Los limoneros que han parido al niño bajo la yerma sequedad de sus guedejas. ¿Qué de qué guedejas hablo? De las guedejas de una madre en donde se ha terminado de sacudirse el sueño soñado de lo inerte. ¿Es posible que no la hayáis visto? Ha sido una lluvia de parto con dolor, de muerte hacinada bajo las sombras del enebro. ¿Es que no habéis oído el llanto del niño? Lo que debe suceder es que acaso los acentos del viento no os han dejado escuchar o discernir. Pero yo os doy mi palabra de que ha sido una lluvia de temblores y de fríos. Que ella se ha quedado tan lejana como la última estrella del alborear y que el niño aún está ahí, desmadejando su sueño entre las telarañas de la inexistencia. La madre ha muerto llorando por la lluvia y el niño llora porque la lluvia le moja la vida. 
- ¡Sensacional, JC, sensacional! No me extraña nada que le aplaudan tanto y con tanto entusiasmo. 
- Es sensacional pero... ¡a ese hombre le sucede algo!.
- ¡Que es sensacional, JC, reconócelo! ¡Es sensdacional! Eso es lo que le pasa.
- Espera, que todavía no ha terminado. Guarda otra vez silencio por favor... 
- La acción da lo mismo. Al alzarse el telón no está en este momento. Es un viejo de agradable presencia. Representa una edad aproximada a los ochenta años. Ha salido un momento. No sé dónde he leído si mi madre no ha cumplido los cincuenta pues recelé siempre. Hay alguien peor. Los de siempre. Supongo que los de siempre, pero no hay que alarmarse, que la sangre no llega al río. Se me está haciendo tarde y voy a tener que marcharme sin ver a doña Pilar. Aún no. Cuando viajo en el Metro no soy muy aficionado a leer. A mí también me gusta mucho el teatro. Una noche es una mujer deslumbrante, no por su indumentaria, sino por su tipo. Un rato de felicidad. Pasa un cuarto de hora y digo yo pues ya lo ve... miraré su bondad, sus sentimientos, su delicadeza. He traído unos poemas de mi último libro. ¡Ese libro no lo vendo en la librería aunque se empeñe Celia!. No hay nada que hacer. La conozco hace tiempo y me precio de conocer a las personas tanto como a los libros, que me sé de memoria los títulos de las obras completas de todos esos escritores. Honestidad. Hace más de diez minutos acaban de salir. Por lo visto está cansada de cenar en el Ritz y se van a Torrelodones. ¡Es un ser egoísta! Sólo piensa en acumular dinero. A mí me ha costado mucho trabajo ganar dinero para derrocharlo en mujeres como Anabel. Queda tiempo. Lugar de cultura. Quiero dejarla libre para celebrar las tertulias de poesía. Apenas si viene nadie. Me refiero a algunas mujeres. Que haya suerte. Comprenderá que eso no es para hacer amistad con nadie. Ni pienso hacerlo. Yo jamás saldré por ahí. La zorra es un animal astuto. Es ridículo que dos mujeres se peleen por un hombre con los que hay en el mundo, claro que hay que saber buscarlos y no es nada fácil. Este libro me recuerda Madrid en otoño. ¿Para arreglar la poesía? ¡Pero si la poesia de hoy no tiene arreglo!. Es natural, como no hablan más que de muertos... como que si estuviera muy interesante. No. Tengo paciencia para escucharla. Me gusta tanto hablar que cuando me embalo no hay quien me pare y ya tengo un poco de prisa. Es tan hermoso hacer el bien a quien lo necesita... Por aquí debe haber algo que tiene ochocientas páginas. Adiós, abogada del diablo. La muerte de tu padre no es cosa mía. A qué llamas tú nueva vida. ¿A mendigar a nuestras amistades un trozo de pan? No pienses que yo me voy a prestar a ser lo único que deseabas. Ten un poco de paciencia. Te he dado cuanto tenía, no puedes reprocharme nada. No, gracias. Bien que te lo advertí. Si me hubieras hecho caso, te habrías evitado una situación tan violenta como ésta. ¡Pobre del imbécil que se enamora de una mujer tan violenta! Lo mío fue sólo una cena y eso porque tú me lo pediste. Aquí empezó esta historia y aquí debe terminar. Las dos cosas. ¿Mañana?. No creo que te importe, Inés. Sigo teniendo una gran fortuna. Podría comprarte cuanto quisieras: angustia... desesperación... tristeza... y unas enormes ganas de llorar... Calla por favor. Es peligroso jugar con el amor. Fin de la comedia. 
- ¡Genial, JC, genial! Ese enano es un genio.
- Será todo lo genio que tú quieras decir, Alma, pero le sucede algo malo.
- ¿Sólo porque es un enano le tiene que suceder algo malo?
- No es porque sea un enano... sino porque insisto en que está asustado..
- ¡No puede ser, JC! Es un hombre acostumbrado a recibir aplausos en todo el mundo por donde actúa.
- ¡Actuar! ¡Esa es la palabra! ¡Está actuando! No voy a discutir ahora contigo, Alma, pero está actuando.
- Lógico que si es un artista esté actuando.
- En este caso no es tan lógico, Alma.
- ¡¡Nos merecemos todos, ahora, un descanso de diez minutos antes de que vean ustedes, damas, caballeros, niñas y niños, la última maravilla del Gran Circo Ruso!! ¡¡¡Prepárense para recibir un verdadero shock emocional!!!
- ¡Estupendo, Alma! Tenemos tiempo para comernos las palomitas de maíz a medias entre los dos.
- ¿A medias dices? ¡Pero si ya te has zampado la mitad de la bolsa tú solo!
- Esto... lo he hecho por hacerte un favor...
- ¿Hacerme un favor es comerte tú solo la mitad de las palomitas de maíz y compartir la otra mitad a medias conmigo?
- Sí. Porque así tienes que masticar menos.
- ¡Eres un sinvergüenza y no sé porque no te dejo plantado en estos mismos instantes! ¡Eres un caradura y un maleducado!
- Que no, Alma, que no soy nada de eso, sino un caballero que está haciéndote un gran favor.
- Que me estás haciendo un gran favor... pues entérate de que el hecho de que me hayas sacado de la burocracia del despacho del Jefe no quiere decir que me hayas hecho un gran favor, tramposo...
- Para un momento, por favor. Lo que debes saber es que masticar demasiado hace que las mandíbulas se desarrollen de manera cuadriculada y eso está muy bien en el rostro de los hombres varoniles pero en cuanto al rostro de una bellísima señorita pues no es lo mejor.
- ¡Jajaja! ¿Cómo sabes tanto de morfología humana?
- Lo aprendí cuando, de niño, me lo explicó Míster Florence Lukacs Rouge.
- ¡Buen maestro tuviste, JC!
- ¡El mejor de todos después de Jesucristo!
- ¡Pero no aproveches la charla para comer tantas palomitas de maíz a puñados mientras yo las como una a una! Y no me digas que ahora lo haces para hacerme un favor porque no te creo.
- Creéme si quieres y no me creas si no lo deseas; pero tienen demasiada sal y el exceso de sal engorda. Lo hago para que sigas manteniendo tu esbelto cuerpo de modelo publicitaria en plena forma física y química.
- ¡Cállate ahora que va a comenzar el último espectáculo!
- ¡¡Damas y caballeros!! ¡¡Niñas y niños!! ¡¡Llega la Gran Sorpresa del Circo Ruso!! ¡¡¡Ante todos ustedes la gran trapecista venezolana Arit que va a realizar todos los triples saltos mortales que ustedes se puedan imaginar!!! ¡¡¡Culminará su actuación  con un triple salto mortal, a la máxima altura que jamás se ha visto en un circo, con los ojos completamente vendados y sin red!!!
- ¡Qué buena sorpresa, JC!
- ¡Sí! ¡Está muy buena!
- ¿Cómo se te ocurre decir eso delante de mí? ¡Es una grosería que no te perdonaré jamás!
- Que no me refiero a Arit, aunque lo cortés no quita lo valiente, sino que está muy buena la noche para invitarte a una copa.
- ¿Hablas en serio o es para disimular?
- Hablo en serio. Entre ella y tú hay una enorme diferencia a tu favor. Ahora vamos a callarnos los dos y pásame los gemelos de tu padre.
- ¡Eres un gamberrro completo!
- Completo del todo no, Alma. Me falta la que quiera compartir la vida conmigo. Y eso porque , como ves, sólo tengo 18 años de edad.
- ¡Jajaja! Te perdono.
- ¿Me perdonas por que tengo sólo 18 años de edad?
- No. Te perdono que tengas tanto afán en usar los gemelos de mi padre. ¡Como se entere mi padre de para qué los estás usando!
- Pásamelos y si se entera tu padre comprenderá fácilmente que los uso para investigar.
- ¡Jajaja! Como se entere mi padre te expulsa de este país. Es amigo de todas las altas autoridades de los Estados Unidos y resto de América.
- ¿Incluso del Señor Presidente?
- Incluído el Señor Presidente, el Señor Vicepresidente y hasta el Señor Ordenanza de la Casa Blanca.
- ¡Fíjate! ¡Fíjate ahora, Alma, y deja de echarme la bronca! ¡Ahora va el triple salto mortal con los ojos vendados, a la más alta altura jamás conocida en el mundo del circo y sin red!
- ¿Y se atreve esa tal venezolana llamada Arit?
- Vamos a ver si lo consigue...
- Conseguir lo va a conseguir, JC.
- Me estoy refiriendo a otra cosa, Alma.
- ¿Algo que yo no pueda saber?
- Todavía no. Necesito comprobarlo. 
- ¿Qué es? ¿Alguna de tus intuiciones?
- Digamos que sí. Pero... ¡mira!... ¡lo ha conseguido!...
- ¡Jamás había escuchado yo tantos aplausos en mi vida!
- Yo tampoco, pero lo importante ahora es cumplir con mi promesa si tú no te echas para atrás.  
- ¿Tomarnos un par de copas juntos?
- A eso me refiero.
- No me echo para atrás.
- Pues conozco un bar de copas muy cerca de aquí, en el mismo Chelsea.
- ¿Un bar de alterne quizás?
- No. Es un bar de lujo solamente para personas privilegiadas como tú.
- ¿También conoces lugares para las personas de lujo?
- Sí. Para ti es muy normal; pero para mí siempre es una ilusión.
- A veces pareces un niño.
- Por eso mismo vamos a ir hacia ese bar.
- ¿Estás hablando en serio?
- ¿Dónde tienes tu automóvil? 
- Muy bien aparcado y con un empleado cuidando para que nadie se le acerque.
- Entonces vamos andando.
- ¿Quieres que caminemos juntos?
- Si tú quieres...
- Yo sí. Pero... ¿por qué?...
- Porque quiero contarte algo; así que no te detengas y caminemos despacio.
- ¿Alguna sorpresa?
- Escucha, Alma... yo también sé hacer monólogos... sobre todo bajo la luz de las estrellas...
- Demuestrámelo... 
- Prometo escribir un texto largo y denso sin tener que acudir a las tildes ni a los acentos, ni a los falsos signos que no sean otra cosa que amar libremente bajo las noches con luna blanca, en las calles libres lejos del mundanal trasiego de la avaricia en forma de metal. Prometo escribir un largo y denso texto sobre el amor que no sabe de subir a los podios para ponerse, como yugo, el oro, la plata o el bronce de las ataduras mundanas. Prometo escribir un largo y denso texto sobre el amor sin falsas tildes, sin inocuos acentos, sin interrogaciones dubitativas, sin admiraciones deformantes... prometo, y lo voy a conseguir, escribir un largo y denso texto sobre el amor vivido en las habitaciones con las ventanas abiertas porque no le importa el cotilleo de los vecinos ni los chismes de las vecinas. Prometo escribir un largo y denso texto sobre el amor sin tildes parafernalias, sin acentos de hombres y mujeres mezclados sin ninguna clase de moral ni de conducta sana. Prometo escribir un largo y denso texto sobre el amor ahora y cuando llegue el anochecer... para demostrar que se pueden decir verdades sin tildes falsas, sin acentos vacuos, sin interrogaciones dubitativas, sin exclamaciones vanas y soberbias; que se puede escribir del amor que reside solamente en los besos boca a boca, en los besos cuerpo a cuerpo, en los besos alma con alma sin ninguna cortapisa de complejo alguno. Prometo escribir un largo y denso texto sobre el amor sin recurrrir a ninguna otra forma ni manera de entenderlo sino la del hombre y la mujer viviendo en medio de su intensidad, de su inmensidad, de su infinitud y de su grandeza. Prometo escribir un largo y denso texto sobre el amor que se vive sin censura ni pecado alguno. De ese amor natural que nace en la madrugada y dura hasta el anochecer de todos los años de nuestras vidas. Prometo escribir, sin tildes ni acentos, sobre esos amores que hacen la historia verdadera de los hombres y las mujeres de verdad; de esos amores que viven sus luchas diarias en medio del beso enardecido y las manos asidas al alma del anochecer; de esos amores que bailan al sonido de los instumentos musicales que provienen del interior del sentimiento; de esos amores que no tienen tiempo para perderlo en las angustias de la avaricia ni en las ansias de los poderes; de esos amores ocultos en las viviendas calientes de las noches que arden bajo el furor de los besos y el tacto sin mancha alguna de pecado venial, ni de pecado cardinal, ni tan siquiera de pecado original. Prometo escribir un largo y denso texto, sin tildes ni acentos, sobre los amores del primer hombre y la primera mujer que habitaron la estancia de las arboledas sumergidas en el sueño de los tiempos; de ese amor que se vislumbra siempre bajo las hogueras invernales y entre las ensoñaciones del alba. Prometo escribir un largo y denso texto sobre el amor para hablar sin alharacas jocundas ni retorcidas palabras del puro sentimiento que une a un hombre con una mujer en la ceremonia de los pleamares que, en el horizonte, reflejan su luz en los ojos enamorados, en los labios enamorados, en los cuerpos enamorados, en las almas enamoradas. Prometo escribir un largo y denso texto, y lo voy a conseguir, diciendo al mundo entero que me sobran las tildes y me sobran los acentos para escribir mil veces la palaba Amor en las cortezas de los abedules, en las hojas de las plantas que rebosan vino entre sus frutos. Si. Vino de fiesta para celebrar la ceremonia de un hombre y una mujer que no tienen tiempo sino existencia. Prometo escribir un largo y denso texto sobre la palabra Amor y desgajarla de las mentiras para convertirla simplemente en un soy contigo y contigo soy, voy contigo y contigo voy, estoy contigo y contigo estoy. Prometo escribir un largo y denso texto sobre el amor de los gorriones y las gaviotas convertidas en seres humanos que pueblan la tierra, surcan los aires y vuelan sobre la mar. En el horizonte lejano no hay ninguna tilde ni ninguna clase de acento que haga del amor una parodia. Prometo escribir un largo y denso texto sobre el amor que no se limita nunca porque cruza las fronteras del miedo y se enardece con los infinitos de los confines de la vida; de un AMOR con A grande de Amanecer, con M grande de Mantener, con O grande de Ordenamiento y con R grande de Romance. Prometo, y lo voy a conseguir, escribir un largo y denso texto, sin interrupciones algunas, sin tildes y sin acentos y sin interrogaciones dubitativas ni admiraciones exclamativas para convertirlo solamente en un discurso de palabras enraizadas en la plataforma de todos nuestros sentidos corporales y en todos nuestros sentidos espirituales. Un amor de hombre con mujer que rebase la frontera de la mentira, del engaño, de los celos, del odio, de la ira, de la envidia... de muchas circunstancias que tanto abundan hoy en esta Tierra que arde de desazonamiento por culpa de las patrañas de unos pocos y unas pocas que tienen mucho... de unos muchos y unas muchas que tienen poco... de unos y unas que ni tienen mucho ni tienen poco... y de muchos y muchas que no tienen nada. Prometo escribir un largo y denso texto de amor con las rosas del aliento y los claveles de la voluntad. Porque entre los amores de los hombres y de las mujeres siempre hay que entender y saber diferenciar los verdaderos de los falsos. Por eso prometo escribir un largo y denso texto, sin tildes ni acentos, para demostrar que se puede amar bajo el alba de la madrugada, bajo el sol matinal, bajo el calor de la tarde, bajo el atardecer transitivo, bajo la luna inicial y bajo las estrellas del pleno anochecer sin tener que pensar para nada en el pecado de las tildes peyorativas, de los acentos amenazadores, de las interrogaciones que hacen dudar, de las admiraciones que hacen caer en la soberbia. Prometo, y lo voy a conseguir, escribir... escribir... escribir... y escribir un largo y denso texto sobre el amor de los puntos suspensivos en los que colocar todas nuestras ilusiones, todas nuestras esperanzas, todos nuestros sueños, todo nuestro nuevo amanecer una vez que hemos despertado del insomnio de esta sociedad perdida en medio del desconcierto, de la inicuidad, de ese trastorno mental y sexual en que se han convertido muchos y muchas por querer demostrar que son libertarios. No. No intento ser libertario ni hablar de los libertarios. Intento solamente hablar de la LIBERTAD con L grande de Linaje; con I grande de Igualdad; con B grande de Belleza; con E grande de Esperanza; con R grande de Romance; con T grande de Transcendencia; con A grande de Arrobamiento y con D grande de Destino. Prometo escribir un texto largo y denso sobre el amor para demostrar a los que solamente son polluelos desplumados a la hora de hacer el amor, que no se necesitan alharacas fantasmales para ser, para existir y para amar siendo y existiendo. Para demostrar a esos que se creen los dueños del libertarismo que sus ideas no son mis ideales ni que sus ideales son mis ideas. Prometo escribir un largo y denso texto sobre el amor sin tildes fronterizas, sin acentos con barreras, sin interrogaciones con dudas, sin admiraciones con soberbia... para demostrar que en los puntos suspensivos de cada amanecer, de cada atardecer y de cada anochecer puede erradicar el verdadero arte de saber amar. Prometo escribir un largo y denso texto que vaya lejos, muy lejos de la pantalla de mi computadora y se salga de su pantalla para dejar claro, sin tapujos, que no es amor el amar con las mentiras, los engaños y toda esa parafernalia de cruces raros y trasnochados que confunden con la verdadera bohemia amorosa. Estoy seguro de poder conseguir un largo y denso texto sobre el amor que se vive entre un cuerpo masculino y un cuerpo femenino para derrotar a las parejas que no lo son. Basta y sobra con poner un poco de alma para demostrar que Dios tiene la Verdad, que la Naturaleza tiene la Verdad; que Jesucristo es la Verdad y que no es necesario ser un santo ni una santa para poder amar dentro de las proyecciones dimensionales y el proyecto del Ser Supremo. Prometo, y ya lo he conseguido, escribir un largo y denso texto donde acumular toda mi franqueza para derribar el engaño de los que visten de lujo o visten de muerte... que el verdadero amor es la Vida en el pleno sentido NATURAL con N grande de Nacimiento, con A grande de Agradecimiento, con T grande de Tratamiento, con U grande de Ungimiento; con R grande de Robustecimiento, con A grande de Adelantamiento y con L grande de Lanzamiento. Y es que el amor verdadero, el libre, el de la Verdad, el de un hombre con una mujer, es el nacimiento de un beso en el alma, el agradecimeinto de un beso en los labios, el tratamiento de un beso con apasionamiento, el tratamiento de un beso con virilidad, el ungimiento de un beso sin pecado, el robustecimiento de un beso con ardor, el adelantamiento de un beso prematuro y el lanzamineto de un beso sin final. Final. El amor verdadero ni se cambia ni se compra ni se vende ni se mancilla. El amor verdadera es siempre un Principio con P de Poder de Dios. Y soy Cristiano con C grande de Compromiso. 
- ¡¡¡Ostras!!!
- Pues no digas nada más porque ya hemos llegado...
- ¿Qué desean los dos jovencitos?
- Un poco de respeto, mesero...
- Está bien... ¿qué desean el señorito y la señorita?
- ¿A usted no le han arrancado todos los dientes de un solo puñetazo alguna vez?
- Nunca.
- Pues como siga así esta va a ser la primera noche en que yo lo haga. Así que ya sabe lo que tiene que hacer.
- Perdón. ¿Cómo debo dirigirme a ustedes?
- Nada de jovencitos ni jovencitas, ni señoritos ni señoritas, limítese a llamarnos a los dos solamente jóvenes. ¿Se ha enterado, pingüino de agua dulce?
- Deja de pelear con el mesero, JC.
- Es que te mira demasiado.
- Pero es normal que me miren los hombres.
- Pero éste no es un hombre para ti. Este engreído prepotente porque trabaja en el Bar Glass es solamente eso, un mesero de bar y ahora, en su jornada laboral, debe estar trabajando y no gozando con la vista. Después del trabajo que haga lo que dé la real gana.
- No me negarás que tiene buena vista...
- No lo niego... pero puedo hacer que se le quede totalmente extraviada de un solo guantazo.
- ¡Perdón, caballero! ¡No quise ofenderle a ella ni a usted!
- ¡Déjese de tonterías ahora y cumpla con su misión como yo cumplo con la mía!
- Benito. Me llamo Benito Benutti. 
- ¿Origen italiano tal vez?
- De Venecia exactamente, caballero.
- Pues bájese de la góndola y deje de soñar con ella.
- Repito que no quise molestarles ni a ella ni a usted.
- ¡Ya está bien de discusión, JC!
- ¡Porque me lo pide ella... que si no fuese por eso ahora mismo se enteraría usted de quién soy yo en este mundo, Romeo Benito Benutti. Resulta que Julieta no le pertenece. ¿Me está entendiendo bien?
- ¡Que pares de discutir con el pobre mesero, JC!
- Pues si es pobre que se busque un amor que le convierta en rico pero en otro corral. 
- ¡Jajaja! ¡Deja ya de discutir, JC!  
- Bueno.
- ¿Qué desean tomar?
- ¿Puede ser un gintonic para tí, preciosa?
- Puede ser un gintonic para mí.
- Entonces sírvanos dos gintonic en aquella mesa.
- Sus peticiones son órdenes para mí, señor JC.
- ¿Cómo sabe que soy el señor JC de 18 años de edad pero que puede partirle la car en menos que canta un gallo, pingüino de cloaca?
- ¡Por favor,JC! ¡Basta ya de discutir!
- Se acabó la discusión, polluelo. Sírvanos los gintonic y dirija la vista hacia el surtidor a ver si se le refrescan los sueños y despierta. Vamos a la mesa, Alma.
- Ahora que estamos bien sentados y bien servidos... ¿por qué aceptaste este trabajo, JC?
- Para sacarte a ti de la burocracia del despacho del Jefe.
- No puede ser que sea por eso solamente.
- Te voy a decir la verdad. Además de sacarte de ese despacho es porque el Jefe me ofrece 100.000 dólares si consigo resolverlo.
- ¿Y por qué me has elegido a mí como compañera de trabajo habiendo hombres policías mejor preparados que yo?
- ¿Te sigo diciendo la verdad?
- Dime solamente la verdad.
- Porque es un insulto a tu inteligencia tenerte todo el santo día trabajando como burócrata. La inteligencia no está reñida con la belleza y tú no eres un objeto inanimado sino un monumento con mucha vida.
- ¿Sólo por eso?
- Que se pueda contar... sólo por eso... y sólo por eso es por lo que he decidido compartir contigo los 100.000 dólares a medias. Vamos los dos al 50 por ciento.
- ¡No lo acepto, JC!
- Si deseas puedo darte lo 100.000 dólares completos a ti.
- ¿Tú eres tonto? No lo digo por eso.
- Pero lo justo es lo justo y el reparto al 50 por ciento es lo justo.
- Ya te expliqué antes que soy millonaria y no necesito más dinero durante todo el resto de mi larga vida. Además, me pagan un buen sueldo por ser Secretaria del Jefe y, en mis tiempos libres, aprovecho para trabajar en como actriz en Teatro, en Cine y en Televisión. Y como Modelo de Piblicidad cuando me viene en gana. Tú sí que estás necesitado de verdad.
- Puedo llegar al final de mes más o menos...
- Y estas dos copas van a cargo de la cuenta corriente del Departamento de la Policía de Nueva York.
- Te equivocas mucho conmigo. Estas dos copas salen de mi propio bolsillo.
- ¡No voy a permitirlo! ¡Estás trabajando y no es justo!
- Esto es un capricho que se sale del trabajo. Además no hace falta saber si tendré o no tendré dinero mañana porque Jesucristo dijo que no nos afánasemos de ese día de mañana sino del día de hoy. Y eso es lo que hago.
- Perdona, JC. No quise insultarte.
- No me hacen mella los insultos por parte de nadie ecepto por ti.  
 - Pero no te estaba insultando sino comprobando hasta dónde puedes llegar por algo que amas como es tu trabajo que te ganas de forma totalmente honrada y no como mcuhos que yo sé.  
- Ahora estás trabajando conmigo y es justo que ganes la mitad.
- Está bien. Acepto el 40 por ciento para mí y el 60 por ciento para ti.
- O vamos al 50 por ciento los dos o te buscas a otro policía, de esos que tienen tanta experiencia, para que me reemplace y le ofreces todos los datos que ya tenemos como pistas para que no se despiste.
- De eso nada. Acepto la mitad porque no te cambio por nadie.
- ¿Crees que soy un cromo de futbolista para poder cambiarme porque me tienes repetido?
- ¡No seas tonto! ¡Eso lo hacen las que no tienen gusto alguno y les da lo mismo uno que otro cualquiera! ¡No te cambio por nadie porque eres el mejor a pesar de tus 18 años! ¡Me lo ha dicho el Jefe pero yo también lo he estado observando durante los 6 meses que llevo en la Policía de Nueva York!
- Entonces termina la copa porque tenemos que volver al Circo Ruso.
- ¡Pero si ya ha terminado la función de esta noche!
- Pero la noche es todavía muy joven, nosotros dos somos muy jóvenes y hay que aprovecharlo.
- Lo aprovecharíamos mejor si me invitases a una discoteca. 
- Eso es lo que más me gustaría hacer pero repito, de nuevo y una vez más, que antes es la obligación que la devoción. Fin de la discusión.
- Fin de la discusión. Brindemos por un final feliz.
- En cuanto al nuevo presentador del Circo Ruso... ¿qué opinas, Alma?
- Es muy buena persona, JC. Antes trabajó en un canal de televisión como presentador del programa infantil "Dubi Dubi Cantidubi" especialmente dedicado para la población latina. Es alguien que reparte felicidad a las niñas y a los niños sin fijarse en su clase social ni cualquier otra circunstancia. Un hombre así sólo puede ser bueno.
- ¿Cómo se llama?
- Gary Cooppens. Es de orígenes neerlandeses por parte de madre. En realidad debe ser que está solo ante el peligro.
- Entonces después me limitaré a hacerle una sola pregunta.
- De acuerdo. Si tú lo dices será mejor lo que tú dices.                                             
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 
 
 
 
 
 
 
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Foto del autor Jos Orero De Julin
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Descripción

Novela de Ficcin.

Palabras Clave: Literatura Prosa Novela Relatos Narrativa.

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Ficcin



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