Te hablo a vos.
Publicado en Jan 07, 2014
Un día como cualquier otro me senté a escribir. Estaba cansada de trabajar pero junté fuerzas y comencé a escribirte.Por qué tan sorprendido? Si te comencé a escribir a vos, mi compañero de viaje, mi amigo fiel, la única persona que me conoce mejor que yo misma.No digas nada, no hace falta. Sólo quería que supieras que te estimo, y mucho.No podría compartir mi vida con nadie más que no fueras vos, realmente me entendes y lo que más me gusta es como me aceptas tal cuál soy, estas ahí para mí siempre, sé que cuento contigo oh amigo mío.
No sabía que decirte, o como empezar a decírtelo, Bien sabrás que no soy muy expresiva, pero hacerte saber cuánto me importas es mi prioridad.Eligiendo entre mis recuerdos, encontré uno muy bueno, te acordás cuando nos escapamos de la escuela para ir al parque a comer helado?. Hacía mucho calor y nuestras túnicas estaban enchastradas de barro y tiza, nos sentamos en un banco y alimentamos a los patos con las migas de tu merienda, o mejor dicho lo que quedo de ella, y cuando terminamos nuestros helados, nos pusimos a hablar de trivialidades, lo cual me pareció genial porque no me gustan los temas serios en absoluto.Y entonces me hiciste la pregunta más emocionante que podrías haberme hecho….¿Qué querés ser de grande? . A lo que respondí igual que cualquier otro niño lo haría, -no lo sé. Segunda Parte.Espero que estés bien, no nos vemos hace meses y te extraño.Te voy a ir a visitar, no sé cuándo pero prometo ir. Me volví tan sentimental de pronto, estoy segura que te asombra y mucho, pero no he podido dejar de pensar que voy a hacer ahora que tu cumpleaños se acerca, no voy a llamarte. Eso sería ridículo y te ofenderías mucho, y aunque vivo lejos siempre cumplo mis promesas.Me quedé pensando en tu pregunta, en serio pase mucho tiempo meditándola, estudiándola, hasta que un día hace mucho tiempo atrás encontré la respuesta que creí sería la indicada; verás amigo mío, me encontré perdida ante un mundo de posibilidades, y mirando para adentro logré darme cuenta que defender a la gente en serio me apasionaba. Por eso de grande decidí ser abogada.Pasé años soñando, con ser abogada, pensando que algún día la justicia y yo seríamos como un matrimonio unido y feliz, trabajando a la par para hacer el bien, pero no fue hasta que cumplí dieciocho que me di cuenta que las cosas cambian, mis pensamientos cambian, mi pasión también había cambiado y todo pasó tan rápido que no me di cuenta. Tercera Parte.Veía esos paisajes increíbles que nunca antes había visto porque soy muy distraída y no tenía ganas de emplear tiempo en cosas no útiles a mi entender. No sé cómo pasó pero sentía la necesidad todo el tiempo de sacarle fotos a todo, literalmente todo. Mi madre se enojaba porque siempre que salíamos a algún lado no podía dejar de sacar fotos y no disfrutaba el paseo en sí.
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Silvana Ledesma Trivio
Agustina Aguirre
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