Susan*
Publicado en Jan 08, 2014
Susan llega del colegio nadie la recibe excepto el perro feliz de saber que llega como de costumbre, entra ala casa se dirige a su habitación avienta la mochila, entra despistadamente al baño en su mano pequeños vidrios rotos de un frasco, caí en la presión de su abandono, al cerrar la manija de la puerta nadie si imagina lo que pasaría, se arremanga el suéter al quitare las pulseras sus muñecas quedan desnudas, Susan harta de tantos rechazos de la sociedad como de su singular familia, sin pensarlo dos veces se hace pequeñas cortadas en la muñeca sintiendo un pequeño cosquilleo, viendo como los pequeños vidrios se sumergen en la sangre mientras las lagrimas resbalan por sus mejillas.
Se siente mejor se lava la cara, viste sus muñecas de aquellas cómplices sus pulseras, sale del baño pero antes guarda los vidrios para volverse acortar cuando se sienta sola de amor y de confianza, su historia es trágica no como una novela sino como una historia normal, esa joven susan a sus cinco años supo que su madre biológica la había abandonado, con las personas que vivía no eran sus padres biológicos, eran familiares de su madre biológica, vivió sabiendo que esas personas en especial la madre jamás le podría decir hija ya que no era de su sangré, ellos tenían una hija ya llamada Isabel, susan vivía haciendo su mejor esfuerzo hasta que se canso todo con tal que un día su madre(la persona con la que vivía) le digiera felicidades nunca escucho eso, Isabel jamás le dijo hermanita le llamaba por su nombre, ella no sabia quien era su padre biológico, vivió con su familia adoptiva, pero lo que ellos no sabían es que susan vivía haciendo su mejor esfuerzo la mínima cosa para enorgullecerlos, pasaron los años Susan al cumplir los 12 se dio cuenta que no quería nada que fuera lo que tuviera, no era feliz, por las noches lloraba hasta quedarse dormida, le decía a todos creí en el amor, para que no se acercaran los chavos con intención de ser novios, se enamoro dos veces de distintos jóvenes pero ellos nunca lo supieron, lloro en silencio quebrantando su promesa de no enamorarse, pasaron los años ya tenia 14 años , no era muy social tenia pocos amigos, era buena amiga, hija, consejera y alumna pero aunque hubiera siento de personas a su alrededor se sentía sola, sin nadie con quien hablar y que no tuviera miedo de mostrar quien era, aconsejaba a sus amigos, algunas veces les demostraba que todo se podía en la vida, todos creían que era feliz pero era así, nadie sabia que la pequeña palabra de odio de injusticia la partía en dos, no conocía lo que era ser feliz a sus amigos siempre complació ayudándolos, aconsejándolos, escuchando sus problemas dándoles respuestas, cientos de veces ayudándole a sus amigas a tener una relación con el chavo que amaba, no se daba la oportunidad de ser feliz creyendo que le podía hacer daño alas personas que quería. Susan estaba en su habitación mientras que su madre arropaba a su hija Isabel, mientras que Susan batallaba en arroparse pero nunca se lo dijo por temor, ¿a que? No lose. Susan se arreglaba como de costumbre para irse ala secundaria pero esta vez no seria igual que los demás días...
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Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
Felicitaciones y creo que sigue naturalmente
un sentimiento
Gracias saludos:)
Mara Vallejo D.-
La historia que nos compartes es interesante,recurrente e impredecible; en cada caso juega un papel importante cada ser involucrdo.
Buen texto
Saludos
un sentimiento
Lucy reyes
un sentimiento
Gracias por leer el texto, Saludos*