Amor en serie
Publicado en Feb 28, 2009
Fue una delicia amarte...
...aun después de inerte tu cuerpo se me sigue antojando. Te meteré al congelador para mantenerte fresco. Te sacaré los ojos, ya que no quiero reclamos, quizás los ponga en el bote de desperdicios para los cerdos, y antes de que estos degusten su comida, los gusanos puedan desaparecerlos... Te daré calor cinco veces al día. Me fundiré contigo; desplazaré el hedonismo comercial por la expansiva lujuria carnal. Le daré vida a tus células necrófilas, volverás a nacer dentro de mí y yo, seré un cádaver viviente. Dejaré de ver el mundo por los agujeros en mi cabeza, ahora en cambio, hurgaré en mi interior los nichos sanguinolientos y frondosos de mi cuerpo, jugaremos a que debo encontrarte y tú, fingirás esconderte... ...¡será divertido!... mascullaré ese artefacto divino que Dios nos regalo... Confía, siempre he sido buena destruyendo cosas, pero esta vez, prometo hacer de ello un arte, un juego falso y verdadero, loco e iluminado...te encontraré...tú sigue esperando. Luego, como dos niños traviesos, seremos castigados...me dolerá que finjas no conocerme...eso dolerá... Se me caerán las alas que por tanto tiempo cuide... Tú, llorarás amargamente sobre ese afilada piedra donde se acabrán mis días de gloria; yo, igualmente lloraré... por ti más que por mi. Te pediré UN perdón; me arrancaré la podredumbre que llevo encima y haré de ella un obsequio para ti... Hay regalos amargos que se guardan en el armario...pero, ¿qué más puedo darte? ¿Qué más pude haberte dado yo?
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Sebastian Rodriguez Cardenas