Plataforma del Sentimiento (Poesía)
Publicado en Feb 06, 2014
Efímeros sentimientos del alba
que llenan la lúdica presencia… una esencia de espuma marítima de nácar. Una superior manera de entenderte en este estar y siempre serte fiel compañía sin ausencia… ciencia de estar, sueño a sueño, presente. Purpurada el alba con memoria es la lúcida ausencia de la muerte… se siente vida entera en nuestra historia. Una plataforma de sentimiento propio me apropio en la avanzada hora en que la ola hace figuras con el viento y siento, más allá de cualquier momento, el sonar de la caracola. Barcarola. Afán de tener siempre tu acento grabado en mi verdad… no existe edad para besarte en el aposento. Entre aves que vuelan por las nubes tú subes… y subes… en mi sueño vertical. Es entonces cuando la horizontal de lo que se asoma por la ventana me dice que la mañana se hacer rumor de cristal. Imagen de vida eterna entre la lúcida y tierna madrugada del presente. Y siente… siente… tu cuerpo mi firme y entera forma de besar certera. Beso caliente. Deseos y formas soñadas que hacen, enamoradas, nacer de nuevo al alba… y nunca se acaba este transitar verdadero. Por eso es arte sincero este caminar por tu risa. Deprisa… ya llega el aguacero con el sentido primero. La misa queda para lo postrero. Es día de levantarse amando tu nueva presencia… querencia de poder enamorarse. Peso ligero y suave de tu boca en mis caricias… Delicias que trae el alba agradable y, amable, discurro por las primicias del sentirte enamorada y elevada cuando tu sonrisa inicias. Tu voz me llena de cuentos como infancia encendida y son cientos… doscientos… los sueños que tengo de vida. Plataforma que se ensancha cuando se hace más ancha la vida junto a tu lado. Se ha quedado la muerte ya derrotada y se agacha el sopor de aquel mal hado para vivirte acompañada del cante flamenco y el fado. Entre canciones de mares navegan mis pensamientos y cientos… doscientos... los besos que, a cada instante, suenan en el constante amanecer de los vientos. Un total y cierto aroma se asoma… se asoma… y noto que toda mi alma ha perdido ya su calma en tu boca encardinada. Abandonada se queda la ya dispersa sensación que queda inmersa en esta espera acabada. Hora de sentirse vivo… hora de amar tu frente… hora de ser hombre fuerte… hora de ser sincero amando como el nevero ama su blanco traje. Yo extraje de tu amor el lisonjero poema de abencerraje que cantaba aquel gitano agitando ya su mano como si fuera un paisaje de un gran poema lorquiano. ¿Qué autor es el que escribe estos versos para amarte?. Solo yo… solo y es mi arte para que tus ojos lean y que los duendes te vean cómo el poema describe tu mirar de caminante. Andante… el piano de la noche ha dejado ya el derroche de sus notas plañideras. Y por las enredaderas que están junto al porche suben palabras enteras. Todo el mundo se me olvida en este sentir la vida junto a tu cuerpo ceñido, cuerpo que ya he medido cuando tu boca encendida a mi boca le ha pedido una frase amorosa. Tomo una rosa y la regalo al destino; yo soy el ser masculino que ama tu cuerpo de esposa. Si se levantara del suelo el último enemigo yo te digo… te digo… que no volvería a nacer en este puro renacer como fiesta de domingo. El mendigo pide su necesidad más yo sólo contigo soy esa tierna edad de dar un poco de anhelo a quien suplica al cielo pero en cuestión de amarte es imposible olvidarte… y se derrite el hielo cuando descorro el velo de tu misterio elegante. Y marcho siempre adelante… paises… paisajes… rostros… un sinfin del vivir caminante hasta llegar a la cuna donde nace, al fin, la luna de esta bohemia cantante. Plataforma de los sentires… este total sentimiento de unir nuestros vivires basados en la experiencia de una mujer en presencia del hombre que soy y me siento. Nunca conocí el desaliento al sentir que eras ausencia tiempo… le di a mi vida tiempo dominando la impaciencia y por eso ahora siento necesidad de una ciencia que demuestre si es que miento o soy de verdad la clemencia para aquellos que traían por envidia su demencia. Plataforma firme y cierta nunca tuve manifiesta ni ira ni fiera ofensa pues fue solo mi defensa tener tu amor en la siesta, en la noche, en la mañana… y al sonar la campana de cualquier hora inquieta. Quieta se ha quedado la tarde y arde… arde… cien… mil.. un millón de veces este alarde de tener en el sillón que te regalé por princesa, por poema, por palabra… y que tu corazón abra este amarte con riqueza de verbos enardecidos que están ya tan crecidos, apartada la maleza, en nuestros únicos caminos. Allá quedaron los dañinos seres que tanto ululaban cuando de envidia dejaban sus insultos peregrinos… y como lúcido poeta salté esos miles de abismos para alcanzar la meta. Esa meta que es tu boca, tu cuerpo, tu aroma y ese corazón que se asoma como una esperanza loca. ¿Y qué importa si enloquecí desde el día en que te vi?. Prefiero ser tus sentidos a los míos adheridos antes que ser como ellos hacer de mi han querido. No. Yo soy tu marido, tu esposo y hasta tu amante y que dé un paso adelante quien así no lo ha querido. Sí. Sé que me he vencido a mí mismo por amarte pero en la vida es arte nacer como se ha nacido. Plataforma del sentimiento… tu cuerpo es mi pensamiento. -José Orero de Julián- (DIESEL) (Para Liliana de los Ángeles Del Castillo Rojas (LINA).
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