Cuatro poetas peruanos  y un mexicano
 
Siento que no soy nadie,
ante tantos poetas.
Quisiera inspirar como ellos.
Inconveniente:
La creatividad me falta
para plasmar el éxtasis del amor.
Mis ojos se nublan con  lágrimas de envidia
al leerlos,
pues sólo llegaré a esculpir
sobre está superficie blanca,
un te quiero. 
Tú, te enamorarás de Alejandro con su poesía
 que te estaré leyendo para decirte que

"(...)Te amo por tus manos
y por lo que viene detrás de tus manos;
por tus cabellos que se debaten con los míos
entre las sábanas perfumadas de tu noche,
para buscarte el nombre en el vientre
y morderte con suavidad de caricia
e irte colocando estrellas, letras y lluvia entre las piernas. 
Te amo para dibujarte
sin querer que tengas una forma precisa,
que tu cuerpo sea sólo el silencio,
la arquitectura de la nada. 
Te amo,
Porque es así que vivimos bajo el agua
como bellos animales de párpados invisibles,
en donde busco tu cuerpo
que es también mi luna y mi espejo,
la daga que me abre el pecho
y permite que te reflejes en mis latidos
azules y limpios
y me vayas dibujando
con tus pies descalzos(...)"
 
Pero tendré celos,
por lo estúpido
de no lograr regalarte palabras
perfumadas con rosas de anhelo. 
En verdad, qué  envidia por no ser poeta,
por no poder escribir que te necesito
en el espiral de esta vida,
ya que percibí,
como se te enchinó la piel con ese poema
de Alberto
que ayer te hizo vibrar de emoción,
y yo sólo pude sentir tu entrega,
al decirte que,
 
 "(...)¿Somos más grandes
de lo que realmente
somos
ante la mirada del otro,
y somos más pequeños
de lo que realmente
somos
ante la vista encorvada del otro
después
del accidente del orgullo?
Nos necesitamos
a pesar
de las diferencias,
nos queremos
a pesar
de las semejanzas,
¿nos amamos
a pesar de la afasia?,
la comunicación
es una ínsula anclada en el mar(...)" 
  
En verdad que envidia de no ser poeta,
pues desconozco el octosílabo,
y tampoco manejo el verso del romance,
aunque yo seguiré escribiendo,
no como ellos,

"(...)pero te seguiré viendo
en los días lentos, contando las horas
que marcan el paso de la luna
en tus cabellos de oro arena
convirtiendo tu angosta espalda
en el mapa de la constelación
donde nos conocimos.
Sosteniendo mi cabeza en la mano que no escribe
mientras la otra te guarda en los ojos:
Nariz,
pecho,
ombligo
Todo lo nombrado en la carne(...)"
Y aunque este poema tampoco es mío
"(...)Es la voz que delira cerca
muy cerca(...)"
de una poeta llamada Rocio.
 
En verdad que envidia por no ser poeta,
porque las estrofas,
que te  recitaré
para decirte que te quiero,
inconveniente:
nunca podré,
ni siquiera garabatear.
 
"(...) pero no creas que me he rendido(...)"
(Como el poema del
Soldado en tregua
 de Anahí)
 
"(...)Ya que aún quiero tenerte
Hasta que me digas
Que siempre me dirás que no
Que nunca me dirás que sí. 
Desde mi trinchera, lucho. 
Planifico mi estrategia. 
Porque quiero golpear tu corazón
Con un dardo de cristal
Y que seas mi botín. 
Quiero luchar y mi estrategia
Es despistarte y confundirte
Para que cuando menos lo esperes
La cruz esté a dos milímetros de mi fusil. 
Quiero desde mi cubil,
Lanzarte besos y palabras
Como un proyectil entre mil. 
No creas que me he rendido, 
Tengo ya, los pies en el campo. 
Nos mataremos con besos y te quieros
Lucharemos alma a alma,
Cuerpo a cuerpo.
Y los dos ganaremos, por mutuo trato(...)"