SENDERO SINUOSO (Libros de cuento)
Publicado en Mar 03, 2014
SENDERO SINUOSO
Libros de cuento de ROBERTO ATTIAS ISBN 978-987-05-9535-9 ================ La información contenida en este mi 3º libro electrónico, también conocido como e-book, eBook, eco-libro o libro digital, es una versión electrónica de un libro; es propiedad intelectual de Roberto Attias de Fontana, Chaco, Argentina, el cual Prohíbe su reproducción, publicación, adaptación y/o cualquier otra forma de uso parcial, ni su copiado con cualquier tipo de sistema presente o futuro al momento de su publicación sin el previo consentimiento por escrito del autor. ----------------------------------------------------------- Este libro Digital fue diseñado por el autor en forma artesanal, en la ciudad de Fontana, Chaco, Argentina Attias, Roberto Sendero sinuoso. - 1a ed. - Chaco: el autor, 2010. E-Book. ISBN 978-987-05-9535-9 1. Narrativa Argentina. 2. Cuentos. I. Título CDD A863 Fecha de catalogación: 06/10/2010 Quedo hecho el depósito que previene la ley 11.723 ©Todos los derechos reservados Derecho de autor, Direitos autorais, Droit d'auteur, Copyright La protección que ofrece el DERECHO DE AUTOR (copyright) abarca las obras que pueden percibirse, reproducirse o comunicarse tanto directamente como con la ayuda de una máquina o dispositivos. Los programas informáticos, están sujetos a la protección al igual que las obras literarias, incluso aunque existan en un formato ininteligible para los seres humanos. Este libro puede tener errores que sabrán disculpar. Descarga gratuita --------------------------------------------------------------------------------- Estas son 11 cuentos breves Es la segunda y ultima parte de la recopilación, la cual está formada por dos libros íntimamente unidos, pero independientes; los que son productos de las obras publicadas en Internet en prestigiosos sitios nacionales e internacionales. Al agruparlas de esta forma trato de plasmar en cada uno de las obras, un constante crecimiento intelectual y un cabal compromiso de expresar la realidad cotidiana que me circunda, venerando la naturaleza sin descuidar la observación cognoscitiva de la otredad. Estoy convencido que el lector sabrá mi intencionalidad como autor, con estas simples fases orientativas dela publicación y así podrá apreciar el incansable y laborioso crecimiento humano reflejado en estos escritos. ----------------------------------------------------------------- C U E N T O S EL EXPERTO Francisco González tiene unos cuarenta y cinco años, retacón, de tez trigueña y de hablar pausado. Es un hachero pobre, hijo de campesinos pobres y con abuelos más pobres aun, tiene un linaje de servilismo y penurias que se pierde en el tiempo. Sin mas instrucción que aquella que le permite deletrear con Lentitud el titular en un periódico o garabatear con mano temblorosa y letras grotescas su nombre y apellido como firma. Lo miraba con respeto y admiración, el a su vez me observaba de a ratos de reojos como a un bicho raro. No hablaba y tampoco yo. Pasamos más de una hora en silencio, solo roto por los golpes de su herramienta y el trino de las aves. Cundo por fin culmino su labor quedo al descubierto una obra, fruto de la maestría. Un poste para alambrado, alisado con estilo acordonado. Dejo el hacha y seco la transpiración de su rostro con un trozo de lienzo, luego me interrogo. ¡Patrón! ¿Qué le agrada tanto de este palo? ¡No es el palo en si, es el trabajo que ha hecho enel! Todos los días hago de seis a ocho postes y nunca me parecieron más que trabajo y el dinero que representa su hechura. ¡Este es bellísimo! El poste que termine de alisar no es común, ya que rara vez se halla un ejemplar ‘muerto en pie’, o sea un árbol seco, que de el grosor y además no esté muy torcido. El palo desprovisto de vida estaba liso, pero para dejarlo mas presentable, había tallando pequeños eslabones, como si fueran varias cadenas juntas en sentido longitudinal. Esto es arte! En todas las labores hay algo artístico, solo hay que saber observar. Puede ser mas especifico? Venga y le mostrare algunas cosas. Allí fuimos por un sendero que nos condujo a su rancho y fue mostrándome elementos hechos con habilidad y esmero explicándome sus usos y orígenes, cada tanto interrumpía el relato para señalarme detalles básicos de su labor. El secreto es saber elegir el árbol, que no sea ‘renuevo’, pues de ser así tendría en ‘corazón’ muy fino y no daría la ‘medida de ley’; además hacer los cortes para que caiga donde uno quiere, independientemente de su inclinación natural, para evitar que quede ‘carayá’. A esos términos incomprensibles para mí del dialecto montaraz, lo acompaño con gesticulaciones y muestras en el terreno. En cuanto a mí, tengo una galería de arte donde periódicamente presento obras de artistas plásticos que combinan técnicas y materiales diversos. Esa muestra fue particularmente especial porque cumplimos cinco años de indiscutido éxito y queriendo darle un toque revelador fue que inicie esa gira para ver a los artistas en sus cotidianeidades y así por varios días deambulamos por las ciudades vecinas. Aunque halle bastante material interesante, como aquel joven pintor que lograba impactar al observador no solo con los tonos, ya que reconfortaba el sentido del olfato con los aromas que se desprendían de sus trabajos. Con sutileza maceraba los diversos colores con las esencias aromáticas diluidas, con esto pintaba formas modificadas de frutas las que presentaba con aromas reales logrando resultados muy subjetivos. Sabiendo que aun no encontraba lo requerido, mi chofer con sorna se refería al tema como ‘el eslabón perdido del arte’, cuando ocurrió lo que faltaba, un desperfecto mecánico para coronar el viaje. Allí quedamos bajo unos Eucaliptus mientras él y otro trataban de repararlo. Leía en el asiento trasero una novela algo densa cuando decidí salir a caminar por las inmediaciones, el día era fresco, el lugar poco poblado y confortablemente silencioso. La ruta separaba los surtidores de la venta de combustible por un lado, la despensa y bar, que servía de apeadero a los usuarios del trasporte de pasajeros, por el otro. Me dirigí hacia allí y al de trasponer la entrada me sumergí en un espacio con aromas antiguos, el tiempo había quedado aprisionado entre sus estantes atiborrados de latas de conservas y botellas viejascon etiquetas ilegibles; los juguetes que pendían en sus bolsas plásticas, parecían infinidades de gruesas raíces que emergían del techo, todo cubierto por una fina capa de polvo que unificaba los colores en un gris triste, como los listones de madera que conformaban el piso. Sobre la pared, detrás de la barra, estaba sobriamente enmarcada una copia en papel de la fragata ‘Bóreas’ de Derek Gardner, que luchaba por permanecer entre el abandono y las moscas que defecaban sobre sus velas ya no tan gloriosas. Antes de retirarme compre un paquete pequeño de galletitas merengadas y una gaseosa chica. Deambule comiendo con pausas hasta que oí el sonido como de un címbalo de madera, era del hacha golpeando el palo seco, provenía claramente del umbral de la espesura hacia donde me dirigí. Cruce el amplio espacio destinado al rodeo de maderas, en el cual aun se conservaba en un lugar apartado y oculto, entre las hierbas amorronadas visiblemente quemadas por las heladas de las últimas noches, algunos tramos de vías del ferrocarril, alma del otrora movimiento maderero en épocas de bonanzas, lentamente corroídos por el oxido y el olvido. Al arribar conocí a Pancho. Anoche inauguramos la muestra con bastantes obras y visitantes. En el centro del amplio salón y bien iluminado estaba el poste en forma vertical y sujeto sobre los rezagos y astillas que le habían quitado. Acompañado por una placa que expresaba el titulo ‘Arte Primordial’- escultor: Francisco González. A la par de esta, un atril con folletos en el que se podía apreciar la biografía y fotos de otras obras de este nuevo escultor. Tuvo una buena acogida, ese poste para alambrar finamente tallado, dejo un mensaje del arte sin rebusques, hallado por casualidad al observar los elementos cotidianos.- FIN.- ------------------- 2009 ----- Buenos Aires (Argentina) Certamen Internacional– FINALISTA-- «Argentina En Versos y Prosas». XXXVII CERTAMEN LITERARIO NACIONAL E INTERNACIONAL 2009 -Raíz Alternativa Ediciones ======================== AUSENCIA Cumplió los 78. Un arisco mapa de arrugas surcaba su rostro, y se movían alrededor de los ojos tristes de Don Castulo, mientras sus manos callosas y curtidas secaban las lágrimas, que corrían con infinita transparencia por sus mejillas. El añoso algarrobo de cáscaras escamosas y don Castulo parecían haber venido al mundo a un mismo tiempo, y a los pies de ambos, el montículo lúgubreen esa tierra tan suave y la vez tan rustica, con una estaca de Quebracho tallado por manos expertas en uno de sus extremos, y ocupando un minúsculo espacio de la sombra, estaba ella recientemente sepultada. Después de un interminable momento el viejo se alejo del lugar musitando algo así como un réquiem mientras se encaminaba a su rancho, distante unos cien metros de este lugar. Después de pasar la primera cerca que separaba el camino de la chacra, visiblemente consternado por la pena giro su cabeza hacia el río lejano, donde las ondulaciones del agua devolvían los reflejos del sol como un sinnúmero de espejos rotos que danzaban al compás del viento. Se quedo observando mientras pensaba que uno de los hechos mas egoísta del hombre, es el de llorar por los muertos, ya que la pena provenía de la falta desu compañía y de esos momentos que ya no se repetirán como los de ellos, juntos caminando en esas cálidas noches pobladas de estrellas, o en aquella frías mañanas lluviosas en la cual permanecía a su lado en total silencio, oyéndole contar historias repetidas, entre vasos de caña y el crepitar del fuego. Si puro egoísmo, decía, y este lamento lo apenaba aun mas. Sus pensamientos nostálgicos lo guiaron hasta las horas antes del fatal desenlace. Esa tarde a la hora de la oración, (ese momento en que el día recoge su manto de brillos y la penumbra asoma tímidamente, es un indeciso momento entre la luz y la oscuridad, entre el ocaso y el crepúsculo,todo se torna celeste, mágico y melancólico) al volver juntos, como de costumbre, y después de desuncir los animales de tiro del arado y colgar los arneses en el galponcito, se dirigió a la represa que se hallaba a un costado del patio y al lado del pozo con agua dulce, de boca cuadrada calzada con maderas, lugar poblado de croar de ranas, para que beban los caballos; ya la notó triste, con un profundo cansancio que se reflejaba en sus ojos opacos. A don Castulo le pareció extraño que lo dejara ir solo, pensó que los años tal vez le pesaran más que a él. Se acerco y lentamente paso su deslucida y áspera mano sobre su cabeza, ella sintió la suave caricia pero no hizo ningún movimiento, esto preocupo más aun al viejo. Removió las cenizas y acercando más leña pudo encender nuevamente la hoguera con ayuda de las pocas brazas que quedaban. Después de cenar se sentó junto a ella sintiendo el pavor de lo inevitable. La aurora lo hallo entre elhumo del cigarro y el sabor amargo de la vigilia, el fuego se había apagado, y el silencio era roto por el canto de los gallos. Estaba solo, el espíritu de su compañera había dado un brinco dejando su cuerpo inerte. La escena era desgarradora. A desgano se puso de pie, solo quedaba una cosa por hacer, envolvió su cuerpo con una manta, tomo una pala y se dirigió al lugar elegido de antemano. Luego de un arduo trabajo, sepulto allí toda la luzy la alegría. Ya ha pasado un mes de aquel amanecer, Don Castulo no soporta bien la soledad, Ya no será lo mismo, piensa, pero con renovada esperanza ha traído un cachorro, casi idéntico, del mismo pelaje que esa perra, fiel compañera, que había sido su única compañía mientras habitara ese rancho.- …………FIN ===================================== UN GOBERNADOR PARA DON ALFREDO Cuatro Cruces, era un pueblo monótono y deslucido, se extendía lánguido en ambas márgenes de las vías férreas. El tren es su epicentro económico y principal transporte, desde el comienzo marco las costumbres, los horarios y dispuso la ubicación del villorrio, ya que la principal fuente de ingresos es la explotación forestal la cual se comercializa o se transporta a trabes de este. Al salir de la estación y luego de cruzar por el molinete que hace de portacito giratorio y separa el predio de ferrocarril con el del espacio público a trabes de un pasillo de durmientes viejos muy útil en días de lluvias que comunica con la plazoleta “Sarmiento”. Desde allí se puede divisar el mástil del destacamento con sus paredes siempre blancas y al frente una gran planta de paraíso, viejo y frondoso, bajo la cual era atado el montado del sargento. A la derecha de los galpones y una cuadra mas al fondo esta la oficina del Registro Civil y la Sala de Primeros Auxilios, cruzando la calle la Estafeta Postal y la Capilla. Mas allá el edificio mal pintado de la Municipalidad, la Escuela y el consultorio del doctor Gómez. Del otro lado de las vías un sinnúmero de casas y algunas despensas, al los márgenes del ejido cerca del barranco, el Cementerio. Todo el conjunto era un lugar sucio y desordenado. Las calles de tierra llenas de huellas profundas que la hacían casi intransitables, las cunetas llenas de malezas y charcos de agua estancada que desprendían un vaho nauseabundo, dando un aspecto detestable y ruin. A muy pocas personas le importancia al aspecto del pueblo. Los últimos pobladores que se habían instalado allí son don Alberto y su familia. El es delgado y alto de unos 50 años, nacido lejos de allí en un paraje cerca de Salada en la provincia de Corrientes. El y su esposa educaron a sus hijos como los educaron a ellos, con el mismo estricto respetoy costumbres en las relaciones cotidianas. Todos los habitantes lo conocían como un hombre lacónico, respetuoso y ajeno a las bromas, siempre de vestir sobrio y de estampa recia. A su arribo abrieron bar bien surtido y mejor atendido. Siempre habían despertado un cierto misterio sus procedencias. Quizás por sus costumbres austeras o por esas personas acaudaladas que recibía a menudo en su hogar. Algunos comentaban que era un político retirado, otros que había sido juez, y así los más variados comentarios iban y venían. En el ocaso de cada jornada, estando cómodamente sentado en su reposera bajo la morera y mientras tomaba unos mates imaginaba los cambios que podría realizar a favor del aspecto del lugar si a su cargo tuviese el municipio. Desde los primeros días del mes de abril las señoras mas devotas y allegadas a la capilla ayudaban al padre Mateo a preparar la fiesta y procesión a Santa Catalina, y don Alfredo pensaba, más que un agasajo en honor a la virgen seria una ofensa pasearla por esas calles sucias y con las veredas descuidadas. El martes, en horas de la noche parado tras el mostrador y dirigiéndose a su hijo mayor pero levantando levemente la voz para hacerse escuchar ya que el muchacho estaba en el otro extremo del salón donde los presentes que bebían en grupos o apoyados cansadamente sobre las mesas, dijo con voz firme -Juan, el lunes ira a la capital a llevar unos papeles a la casa de su padrino el diputado Jiménez y a la vuelta aprovechando el viaje traerá mercaderías, carne y un gobernador así el regreso coincidirá con los festejos patronales- Su hijo con toda naturalidad contesto afirmativamente, y sin más comentarios continuaron con sus labores habituales. De pronto el silencio aplasto hasta la última conversación, luego de un largo minuto de mirarse unos a otro el murmullo fue creciendo hasta lo intolerable. Al otro día como por arte de magia, todos colaboraban blanqueando los troncos de los árboles, podando o arreglaban los jardines o juntando basuras, nadie comentaba el repentino deseo de limpieza y orden pero todos trabajaban alegremente. Los días pasaron y los preparativos religiosos llegaban a su punto culminante, el pasto estaba cortado dentro del ejido municipal, los edificios públicos pintados y las veredas aseadas. Hoy es el día de la procesión, una multitud sale dela iglesia y con pasos apresurados se dirige hacia la Estación a la espera del tren de las once. Todo están parados en el andén, al frente el señor intendente con su traje gris impecable, acompañado de su joven esposa que es maestra y del Sargento jefe del destacamento, a la izquierda don Juan Alberto el Juez de Paz y el Padre Mateo. A su lado el doctor, el farmacéutico y el director de la escuela junto aun grupo de alumnos con sus guardapolvos blancos que portaban la bandera de ceremonia y junto a estos un nutrido grupo de prósperos comerciantes, y de vecinos curiosos. De lejos se oye el silbato y solo falta la última curva para entrar en la recta final. En el alero de la estación la brisa hace danzar las cintas y las guirnaldas. Paso un largo instante y nuevamente se oye el silbato, los hombres ansiosos se ajustan aun mas las corbatas y las damas se arreglaban el cabello. El tren está muy cerca y el maquinista puede ver a la multitud expectante inclusive oír el coro de la iglesia. La maquina recorre los últimos metros pesadamente dejando escapar bocanadas de vapor y al fin se detiene. Todos se agolpan para ver a los pasajeros. Se abre la puerta y baja Juan con la sorpresa dibujada en su rostro, traía como habría de esperarse grandes paquetes y se dirige el encuentro de su padre que lo espera sonriente entre la multitud. En ese instante don Alfredo Le dice – Hijo, la próxima vez que vayas de compras a la ciudad y como de costumbre traigas una cabeza de cerdo, ya no la llamaremos el gobernador a esta como le decía su abuelo a esa parte del cuerpo del animal, no sea que alguien se confunda.-FIN ------------------------------ Un Gobernador Para Don Alfredo (Cuento) 2010 ----- Córdoba (Argentina) Certamen Nacional –FINALISTA- - DNA EDICIONES ================================== FABULA INFANTIL CONTRA LA DISCRIMINACIÓN Los niños deben aprender que las facciones y los colores distintos a los propios en otras personas no los convierten en seres peligrosos y deben evitar las acciones evasivas arbitrariamente. Este breve cuento lo escribí en 1987 para mi hija Patricia Beatriz, cuando ella tenía cinco años. SUSY El verdor que rodea la charca tiene un esplendor mágico. Salpicado de hermosas flores amarillas y rojas dispersas y en ramilletes con tallos firmes circundados de esbeltas hojas donde se posan a descansar de sus oscilantes viajes los señores alguaciles con sus dos pares de alas rígidas y sus múltiples ojos traviesos. Allí a la sombra de las mismas hojas don Juan el viejo caracol blanco eleva sus antenas aprovechando la brisa primaveral. En el agua y en la orilla la algarabía es total, doña Pepa la mariposa de alas de seda con múltiples y brillantes colores que reflejan la gracia de sus formas aletea suavemente, de tanto en tanto moja sus patitas en el agua fresca y luego se posa en alguna sonriente flor. Desde siempre el sol envía su más simpático rayo de luz para que juegue con su cola dorada para que alumbre y deje por doquier un finísimo manto de calor. Como cada amanecer en la llegada de esta primavera nadie faltaba al lugar citados por la alegría de vivir, la emoción especial de ver a los bebes de todos los animalitos jugando con sus mamas enternecía el 25 predio. Todos eran amigos de antaño, la crisálida brillante cuelga lacia en una ramita y todos la observa de a ratos esperando el nacimiento de la nieta de doña Pepa. Los caracolitos casi transparentes pasan lentamente en el lecho lodoso y los pececitos multicolores dan saltitos rompiendo el espejo del agua allí en el recodo. Cuando el aire se puebla de murmullos de aves, grillos y langostas, sale de atrás de un tronquito hueco que le sirve de morada a toda su familia, Lily la pequeña é infinitamente suave ranita que luce con gran orgullo una pequeña colita prueba de su corta edad, da algunos saltitos y se sumerge plácidamente. Luego de sumergirse hasta el fondo saca los ojitos del agua y se queda flotando para observar el esplendor matinal. Pasado unos minutos da pequeños golpecitos con sus patitas para poder girar y ver en todas direcciones. Algo la alerta y fija su atención en un lugar pocos centímetros de la orilla sobre la fina arena, donde ve un bulto que la estremece de pavor. Los sonidos cesaron y todos giraron las cabezas para ver a la desconocida visitante que está extendida en toda su dimensión y aunque no es grande impresiona su forma alargada y sus colores y pequeñas escamas brillantes que le cubren todo el cuerpo. La ranita al ver sus ojos profundos, la gran boca y esa lengua roja de dos puntas que movía sin pausa y que zigzaguearte rompió el cristal del agua en dirección a ella. La ranita mas sorprendida aun dio un fuerte envión y se alejo del lugar, llego a la orilla y no se detuvo, salto sobre las piedritas y continuo hasta el tallo de una cala donde se escondió presurosa. Cuando creyó que estaba a salvo del peligro espió entre la hierba y vio que aun la seguía. Nuevamente dio más saltos y piruetas llenas de energía para alejarse pero es en vano. Cansada de tanto huir y sin más lugares donde esconderse decidió enfrentar la situación apoyándose contra aun pequeña roca espero lo que para ella era un trágico final. A pocos centímetros de ella se detuvo la viborita, con vos muy fina y cálida dijo –¡ Hola! Soy Susy. ¿Cómo te llamas? A lo que la ranita con vos trémula respondió – Lily. Y al comprender que no había peligro le sonrió. Entonces la viborita le dijo - Es muy divertido esto de jugar a las escondidas, ¿podríamos hacerlo otra vez? --------- FIN ------------------------------------------------ 2010…Bilbao (España) Certamen Internacional CERTAMEN INTERNACIONAL CONTRA LA DISCRIMINACIÓN EN CUENTOS PARA NIÑOS. – PREMIO PUBLICACION- Centro cultural "Txirula Kultur Taldea http://www.ellibrepensador.com/2010/05/15/resultadodel-certameninternacional-de-cuentospara-ninos-contra-ladiscriminacion-2/ http://blogs.clarin.com/robertoattias/2010/09/24/destino-de-loslibros-del-premio-de-bilbao/ --------------------------------------------- http://www.ellibrepensador.com/2010/09/24/destino-de-loslibros-del-premio-de-bilbao/ --------------------------------------------- http://www.youtube.com/watch?v=G7xg3RJXOmY http://www.youtube.com/watch?v=G7xg3RJXOmY http://www.ellibrepensador.com/2010/10/02/8%c2%ba-maratonnacional-de-lectura-desde-corrientes-argentina/ http://letrasderoberto.blogspot.com/2010/10/8-maraton-nacionalde-lectura-desde.html http://blogs.clarin.com/robertoattias/2010/10/02/8%c2%bamaraton-nacional-de-lectura-desde-corrientes-argentina/ ======================================== ENTRE ANHELOS INFRUCTUOSOS Una vez al mes el padre Gregorio da la misa en la Escuela Rural de la Colonia Tres Palmas, para la feligresía católica, que consta de una nutrida concurrencia, lo que da mucha alegría por la voluntad de asistir desde los lugares más remotos de la región. El sermón fue muy elocuente y se refirió a la envidia, alegando que es la tristeza del bien ajeno y con ella se vincula la ira, la calumnia, la rivalidad, la avaricia y el rencor. Se detuvo unas momentos a beber unos sorbos de agua, y a observar los rostros de sus fieles. Todos estaban atentos aunque algunos miraban el suelo con vergüenza, eso daba pie para seguir con la disertación Algunos pensaron – Porque no llegara la bendita lluvia! Cada palabra del orador era un martillazo que empequeñecía aun más a muchos de los presentes hasta el punto de temer que sus dignidades sean pisadas por los demás. Y luego concluyo – la Virtud que vence este pecado es la Caridad. Después de retirarse del salón se asentaron como de costumbre a la sombra de los árboles mientras los niños jugaban donde cantaron y rieron. Al atardecer cada uno tomo el camino a su casa y para la noche el lugar estaba desierto. Un sinnúmero de huellas de carros, bicicletas, coches y cascos de caballos se entrecruzaban en el lugar yse iban borrando con la llovizna que comenzaba a caer con el comienzo del otoño. A la mañana siguiente cada uno en su hogar comenzaba un nuevo día. Rafael tiene cuarenta y cinco años, es acompañado por su familia formada por su bella esposa y sus seis hijos; ellos son guapos, educados, atentos, compañeros y amorosos con sus padres y entre si, estaban siempre atentos a las necesidades del hogar y protegían todo con coraje ilimitado, al punto quesus actos de nobleza sobrepasaban ampliamente los límites de sus tierras. Ellos tienen un terreno al otro lado del río El Torrentoso, que fue ampliando a fuerza de desmonte. Allí sembraban un poco de algodón y algunas verduras para consumo del hogar; estos beneficios sumadas a los subproductos de un ato de reses y aves de corral, lograban vivir con austeridad pero sin privaciones. De este lado del mismo río, más allá del algarrobal, estaba el camino que conducía al establecimiento agrícola-ganadero “El Manchado” de don Alberto. Ese era un lugar hermoso desde el portón de entrada. Un gran jardín cubría el frente de la casa con una infinita variedad de plantas ornamentales y en el centro de esta una glorieta con bellas enredaderas florecidas que daban al lugar una visión de ensueño. Más allá de la casa del patrón y alrededor de esta,las casas de los peones, las caballerizas, los galpones, los depósitos, el garaje y el taller y por último los corrales. Este establecimiento era un hito del bienestar económico. El señor y su esposa, junto a sus cuatro hijos viajaban a menudo a la capital donde tenían una mansión y las oficinas comerciales, además podían ir al club a reunirse con sus amigos. Por largas temporadas la familia del ganadero se quedaba en la ciudad y el regresaba a cumplir sus labores en el campo. Desde hace algunos años siembran algodón en el potrero del norte, unas trescientas hectáreas, y con un muy buen rinde. Pero toda esta abundancia no complace a don Alberto, pues el añora el trato que obtiene Rafael de su familia, su vida tranquila, su pasar sin prisas, la armonía y el cariño que brindan a sus visitas. El hecho de no poder igualar sus logros lo torturaba de día y de noche. Pero de pronto se propuso que podía igualarlo y superarlo, ya que poseía mucho más que él, y su familia era mejor instruida y más refinada. Comenzó haciendo regalos costosos a sus hijos con el afán de ser bien amados por estos, aunque hacía mucho tiempo que se había roto el dialogo familiar y la camaradería. Lejos de lograr sus objetivos estos pedían más y concedían menos. Avergonzado por su fracaso trato de imponerles un trato diferencial hacia el y solo logro que su mujer amparara la apatía y el trato descortés. Furioso comenzó a odiar a su inocente adversario y cuando podía lo acechaba oculto entre la tupida vegetación. Ya para esta fecha deseaba destruirlo con sus propias manos y poder disfrutar de la tristeza que podría ocasionar. En esos meses la naturaleza le gano de mano y una gran sequía diezmo sus animales y seco sus plantíos. En busca de de sobrellevar la citación abandonaron su tierra y se instalaron a la orilla del pueblo en un rancho que ellos mismos levantaron con maderas traídas de su antiguo hogar. Cuando se entero de esto don Alberto, que no sufrió este percance porque tenía molinos, se regocijó. Un tarde fue a ver a sus antiguos vecinos para poder dar rienda suelta a su mezquina alegría. Detuvo su camioneta a unos metros del lugar y al verlo don Rafael lo alcanzo con una sonrisa de alegría por su encuentro y le explico la actual situación - Mis hijos trabajan para que a su madre y a mi no nos falte nada y evitarnos la tristeza. Transportan mercaderías y otros elementos con los carros y descargan camiones en los depósitos. Vivimos bien y además están ahorrando para recuperar lo que perdimos. Usted sabe la plata va y viene pero el amor familiar siempre queda. Este cuadro familiar enfureció al visitante que con gran asombro descubrió que a pesar de las vicisitudes, el amor y el respeto de los hijos hacia los padres estaban intactos, inclusive más unidos que antes. Se retiro apresuradamente del lugar, la envidia lo estaba corroyendo, llego a la casa del campo y se sentó mirando el camino, sin hablar paraba las horas solo, quieto, inmutable, se alejo de sus obligaciones y todas las labores se detuvieron con la falta de su organización y su empuje, solo quedo su mucama que le acercaba los alimentos. Los días pasaron y el hombre no se levantaba de su sillón y proseguía callado. Su familia seguía de vacaciones y no presto atención a lo sucedido hasta que fueron a retirar dinero y no había más. Enfurecidos volvieron a reclamar y encontraron el lugar desierto y el viejo muerto desde la noche anterior en su sillón frente al camino. Hace un año que sepultaron a don Alberto en la colonia, el establecimiento fue vendido y su familia no volvió más, los únicos que limpian su tumba y llevan velas son Rafael y su familia que regresaron a su casa junto al río.-FIN -------------------------------------------- 2009 ------------Málaga y Toledo (España) Certamen Internacional- Premio Finalista - «I Concurso de Relatos cortos Katharsis 2008» KATHARSIS Electrónica Cuatrimestral ========================================== LA ESMERALDA PROFUNDA Estoy observando con mas curiosidad de la acostumbrada una de las revistas recogidas hace una semana en las inmediaciones del lujoso Hotel Imperial. Aquí admiro las bellas imágenes estando tan lejos de ese destino y absorto desde el interior de la precaria vivienda que me sirve de morada. Las aberturas celosamente colocadas dentro de los dinteles son más que pasajes de luces y sonidos entre ambos espacios del miserable barrio, son los ojos y oídos críticosque permiten apreciar todo el calor, la miseria y la idiosincrasia común de estos predios exteriores o interiores, según sea la posición del observador hastiado e irreverente, que apoyado sobre un catre de lona percudida, deja escapar las horas de las siestas acecinas, que dotadas por los rayos impiadosos del sol y la resolana, merodean los ranchos en este febrero cruel y arrogante del norte argentino. Nosotros tenemos la tarea de juntar productos de rezagos para venderlos a las empresas recicladoras del medio. Recorremos durante las mañanas y las tardes las aceras buscando papeles, cartones y otros elementos menos nobles, caminamos por infinidades de lugares observando con miradas críticas y astutas los depósitos domiciliarios. Allí vamos muñidos de carretillas, carritos o simplemente bolsas colocadas sobre nuestros hombros. Al anochecer regresamos a nuestros hogares a clasificar el material hallado y luego de atarlos prolijamente los estibamos bajo el alero que da al patio o en el caso de los diarios y revistas en el interior de la única pieza, sobre unos trozos de leña. Ese es el momento más admirable, allí voy separando las revistas con delicadeza, con las imágenes más llamativas para ojearlas durante los espacios de las siestas mientras aguardo a que afloje el calor asfixiante o durante los días de lluvias mientras escucho música de la radio. Pero ninguna de las nuevas ha logrado empequeñecer ni un ápice a la que guardo celosamente sobre uno de los tirantes que sostiene el precario techo. Aunque he repasado una por una todas las fotos expuestas en forma de colección no comprendo el mensaje de muchas de ellas, no hallo el motivo que impulsó al profesional a tomarlas y aun más, a sepáralas de otras muchas que seguramente fueron capturadas con estas, es aquí donde se necesita tener instrucción en el arte fotográfico. Pero aun así con mi nulo conocimiento y guiado por el instinto hay una en especial que me ha atrapado en forma abrumadora. A primera vista solo parece un amplio espacio, quizás una recepción, el hall de entrada de un suntuoso casino o la sala de conferencias de una embajada. Siento que observo el espacio de un color esmeralda, no se si se trata de un filtro o simplemente es su aspecto real. Puedo imaginarme más que solo estar parado a la par del fotógrafo sobre una posición algo más elevada y apoyados en una fina barandilla, puedo sentir que estoy dentro de la foto y el esta posicionado en el interior de mis pupilas, porque nada de su presencia esta allí más que el momento oportuno y la inspiración del disparo certero de su cámara imperceptible, ni siquiera su sombra o respiración empañan la mirada directa del edificio casi mágico que ahora estará para siempre dentro de mis pensamientos dándole breves latidos de frescura insoslayable. Por muchas horas cada día quedo prendado, con la mirada sumergida en lo profundo del salón casi vacío. El piso fue pulido hasta convertirlo en un fino cristal que permite observar en su reflejo todos los detalles de la construcción que no capto la foto de forma directa. Se aprecia mejor en el reflejo las luces de la pared y los tragaluces en lo alto del techo. Es una fotografía magnifica, simple pero profunda y astutamente capturada. Cada mediodía infernal rescato una frisa fresca desde el mármol limpio y puro que refleja como un lago de hielo el transitar de las personas, las cuales quizás no contemplaron como Daniel ese espacio dinámico y a la vez apacible, donde se observa el cielo mirando hacia abajo, más allá de los pies, profundamente entre el brillo de la luz, de la limpieza infinita y de las huellas imperceptibles de los zapatos. He mostrado a mis colegas la foto que me trasmite frescura y calma, pero ellos no la ven como tal y se burlan de mí con sórdidas frases y nominan mi actitud, como la de mi imaginación desbordada por el hambre. Absurdamente admito que algo de ello es verdad, es el apetito inagotable al arte visual lo ha despertado este fotógrafo en mi alma.-FIN. ------------------------------ LA ESMERALDA PROFUNDA - (cuento) 2009 ----- Buenos Aires (Argentina) Certamen Internacional – Antología – «Latinoamérica Escribe» Raíz Alternativa Ediciones ------------------------------- LA ESMERALDA PROFUNDA - (cuento) 2009 ----- Buenos Aires (Argentina) 1º premio en la foto 03 ====================================== EL DUENDE DE LOS BROCHES Todos tuvimos momentos de incertidumbre cuando fuimos sorprendidos por la falta del objeto que estábamos manipulando y hubiésemos jurado haberlo dejado depositado frente a nosotros en el escritorio o la mesa y aun agotados todos los recursos no lo pudimos hallar. Pero si derrotados abandonábamos su búsqueda, reaparecía frente a nuestros ojos como por arte de magia al alcance de nuestras manos. Esto nos ocurre a menudo aun cuando no lo divulguemos y algunos justifican el momento como un estado de ansiedad que nubla el raciocinio, otros por distracción y hay quienes se definen como desordenados que al mezclar objetos similares, confunden luego con las formas y colores lo que ayuda a su mimetización. Para mí que soy menos práctico y mucho más soñador esto es mucho más fácil de explicar ya que es la inconfundible obra del pícaro Duende de las Cosas. Aún cuando la mayoría de las personas no reconoce su existencia e incluso se burlan de quienes comentan estas experiencias, en cada casa hay uno. Es casi invisible y se mueve con agilidad y gracia. El pequeño bribón va cubriendo las cosas con un manto de olvido o las instala en lugar secreto, suspendidas bajo mesas y sillas, sobre roperos o en bolsillos de los sacos colgados en el. El pequeño duende es enigmático e inquieto y convive con un grupo de animalillos especiales, un gato, un ave y una pequeña nutria a los que no solo verás si miras como observando un estereograma, es decir mirar al infinito fijar la vista en un objeto distante y sin desenfocar tratar de mirar hacia el piso, podrás tener la grata sorpresa en algunas ocasiones de ver pasar a alguno de ellos fugazmente y hasta podrías asegurar que fuiste suavemente tocado. En muchos hogares hay niños que juegan y hablan con ellos formando verdaderas amistades, como mi hermana que cuando niñita tenía dos amiguitas invisibles La Túnki y La Tinguitó. Desde tiempos insondables los habitantes autóctonos del noreste argentino sumados a los criollos supersticiosos crearon leyendas macabras y absurdas sobre este tema, estas historias forma parte de la vida cotidiana de muchas regiones en las cuales participan un vasto número de elementos propios del hogar y de las personas. Esta ciudad posee un gran número de lagunas de diferentes tamaños, eso hace que en algunos barrios periféricos la edificación sea caprichosa pues se ciñe el contorno de estos reservorios naturales. En ese tugurio, en el patio de una humilde casa resguardada con muros de ladrillos y construida a la margen de uno de estos espejos de agua. En ella una anciana caminaba con dificultad a causa de la artritis instalada en sus rodillas entorpecía su andar. Vivía prácticamente sola pues el entorno familiar aunque numeroso estaba ausente a sus problemas de salud, pero todos trataban de aprovecharse de su nobleza innata. Sus hijos é hijas ganaron las calles desde corta edad y muchas veces recorrieron el camino del delito el cual en repetidas oportunidades los obligaba a regresar a ocultarse por breves periodos de la policía o de sus obligaciones familiares. El frente del predio fue cambiando su aspecto a causa del peligro urbano. Abierto en el pasado, se podía ver el patio trasero desde el frente a trabes de un vasto jardín. Hoy tiene un entramado de tablas y un techo de chapas que forma una galería cubierta asegurada por una puerta y un candado. Pero en este su pequeño espacio siempre se extraviaron los broches utilizados para colgar la ropa recién lavada en los tendales instalados en el patio y ella en reiteradas oportunidades culpó a los vecinos de la vereda del frente aun cuando el vallado era inexpugnable. Cuando le decían que era el pequeño duende travieso que se los llevaba para jugar ella reía incrédula es que la vida había golpeado con crueldad su niñez obligándola a enfrentar la realidad cotidiana por lo que era reacia a aceptar explicaciones fantásticas. Su casa era un lugar lúgubre, húmedo y taciturno, las paredes tenían rastros de viejas pintadas y en muchos lugares habían caído grandes trozos de revoque. En su habitación había pequeños rincones olvidados como su antiguo ropero que descansaba en la pared y estaba atiborrado de recuerdos, a la derecha de este el estante con muñecos y peluches, algunos grotescos y otros hermosos que le fueron regalado en el transcurso de su vida y sobre el respaldo de su cama la foto de su cumpleaños de quince resguardada en un dintel muy delicado. La salud de doña Carmen fue delicada en los últimos meses y pasa largos momentos de reposo por dolores de sus piernas, esto hizo que disminuyera sus movimientos y también su alegría. La preocupación fue aún mayor por dificultarle cada vez más cumplir con su trabajo de lavandera que le da para vivir. Esa mañana al levantarse se sintió infinitamente más vieja y cansada. Antes de salir con la ropa mojada al patio recordó que no tenia mas broches para colgarla y expresó el deseo que algunos de los broches que se extraviaron en los últimos años pudieran aparecer para que así pudiera completar su tarea y sin encono regresó a su mullido sillón frente a la cocina. Apenas transcurrido un breve momento oyó un rumor cristalino que provenía del patio y al llegar descubrió con gran asombro una infinidad de broches de todos los materiales, medidas y colores, dispersos en el suelo y sobre una silla una cajita antigua de madera adornada con oropel, con monedas viejas, broches para el cabello, juguetitos, y pequeñas cositas perdidas (algunas olvidadas) desde que fuera una niña. La alegría por ser oída y correspondida fue tan inmensa que le devolvió la alegría y las esperanzas. Un brote de juventud anidó en su rostro cansado. Hoy tiene magia en la sonrisa y renovados deseos de vivir. Desde ese día doña Carmen tiene una huerta en el fondo del patio bajo los árboles donde cada tarde habla y ríe con su amiguito invisible. Todos piensan que la mujer está perdiendo la cordura, pero simplemente es que ha recuperado la inocencia.- ------FIN.- ------------------------------------- EL DUENDE DE LOS BROCHES --(Cuento) 2010 ----- Buenos Aires (Argentina) FINALISTA en Certamen Internacional– «Argentina En Versos y Prosas» -Raíz Alternativa Ediciones ======================================= AÑIL Giulia estaba observando los confines de ese amplio río mientras remembraba los secretos de su familia en el silencio frio de la tarde azul. Por esa abrumadora inmensidad de agua dulce habían arribado sus padres don Vincenzo y doña Nunziata, hacia más de treinta años. Ellos provenían de una ciudad que está enclavada a orillas del golfo del mismo nombre y bañada por las aguas del mar Tirreno. Nápoles esta en el corazón de la región de Campiña. Majestuosa al pie del Vesubio, a la sombra del cual duermen el sueño de los justos Herculano y Pompeya. No lejos de sus hogares la villa Caserta con sus sombríos parques y jardines ahora tristes, fue el Palacio de los Borbones Napolitanos hasta que la región se convirtió en parte de la Italia unificada. Esas dos familias antiguamente ligadas a la corona del reino de las Dos Sicilias, poseían grandes viñedos en la región, así ambos jóvenes pertenecían a los mismos círculos sociales. Fue en esa tarde que al salir del oficio religioso del Duomo Catedral de Nápoles, con la elegancia propia de su juventud, espigada y pálida, esbozo una leve sonrisa, solo ese casi imperceptible signo lo que necesito el para quedar prendado de su sonrisa y de su amor. Los días posteriores se observaban de lejos por largos instantes, con picardía y vergüenza como si este nuevo estado emocional les fuera prohibido. Ella se sonrojaba al oír su nombre, eso fue lo que alerto a sus amigas y con tímidas bromas alentaron a la feliz pareja a concretar su formal compromiso. Tres años después las dos familias compartieron la boda de sus hijos en una fiesta de ensueños y luego de unos días el flamante esposo se aboco a los negocios familiares. En esos años como en muchos otros la delincuencia no cesaba sus actividades, en Nápoles pululaba La Camorra, que fuera una banda de asesinos y secuestradores que asolaban la región. El peligro golpeo las puertas de sus familiares dejando como saldo varios muertos y ante el temor de ser lastimados optaron por abandonar Italia. El miedo los obligo a ocultarse y partir inmersos en la angustia y la zozobra. Viajaron de incógnito a Palermo. Alii estaba como apoyado contra el puerto el “Sud América” de la Compañía La Veloce Navigazione Italiana a Vapore. El buque era imponente de 1258 toneladas que estaba operado por 70 tripulantes, viajaba a 12 nudos y transportaba entre las tres categorías a ochocientos setenta y siete pasajeros de los cuales 750 eran emigrantes acomodados en los entrepuentes. Pintado con delicadeza contaba con su superestructura blanca con líneas azules, casco gris claro, chimeneas amarillas con una pequeña estrella roja y mástiles marrones. Estos jóvenes vestían humildemente y se alojaron en uno de los 52 camarotes de segunda clase situados a proa del puente, cedido por el primer oficial Tommaso Gallucci. Allí permanecían casi todo el tiempo hasta que salieron a mar abierto. El los trataba con profunda amabilidad pues era amigo del padre del joven y oportunamente los invito a compartir su mesa, donde sirvieron sopa de verduras, minestrones, entremeses y pescado frió. Luego marinadas a la jardinera, canelones a la napolitana, pavo asado a la antigua; Vino dulce, postre y café. Al comienzo del viaje la tristeza los invadió por largos momentos y parecía que todas las miradas eran dirigidas a ellos. Desde esos momentos comprendieron que habían renunciado a todos sus sueños de criar a sus futuros hijos en la tierra que los vio nacer. Las ilusiones se diluyeron en el viento húmedo y se mezclaban con el humo de las calderas o flotaban a la deriva junto a la espuma que dejaba la estela el paso del barco. El viaje fue monótono y tedioso, habían partido en un cálido verano que acariciaba a Europa hacia solo cincuenta días. Varias horas antes de divisar la costa se despidieron de don Tommaso y pactaron encontrarse en su próximo arribo y el ocultamente les traería noticias de sus familias a la vez que les comunicaría las nuevas. Al arribar al puerto de la ciudad de Buenos Aires, el día era frío en ese invierno de 1888. Vincenzo protegía a su esposa del gentío presuroso en los botes que los transportaban a la costa, los que se sacudían con violencia a causa del viento huracanado. Mientras él la tomaba de la mano con tierna firmeza, ella sostenía con seguridad el neceser en el cual protegía sus ahorros. Todo el grupo fue conducido ala aduana para registrar sus nombres, nivel de instrucción y origen. Como hablaban con fluidez varios idiomas, declararon ser franceses sin parientes y así con onda pena cortamos toda conexión con su origen. De allí las autoridades los trasladaron a todos a un mugroso edificio, que ellos pomposamente llamaban Hotel de Inmigrantes. El personal que prestaba sus servicios en esas instalaciones los trataba con descortesía como si arribaran prófugos de la esclavitud. Viendo que su futuro no terminaría bien si continuaban junto al resto y al segundo día se hospedaron en una humilde pensión. La señora les cobraba $6 cada uno y les brindaba habitación, desayuno, almuerzo, te a la tarde y cena. Pero como la mayoría de los inmigrantes no hallaban lo anhelado a la noche regresaban, así después de algunas semanas eran enviados en vagones de ferrocarril a trabajar en las cosechas de Tucumán y otros lugares, donde pasaron penurias. En los días posteriores Nunziata y su esposo adquirieron una casa sencilla con solo 10 habitaciones con varios modestos e indispensables muebles, en el barrio de Constitución y con los últimos recursos que trajeran, pusieron en marcha dos pequeños emprendimientos. Ella colgó un cartel en la ventana que da a la vereda que ofrecía enseñar Matemáticas, Ingles, francés e italiano y Reglas de Cortesía. Paralelamente anuncio en el diario La Nación. El por su parte, como egresado de Bellas Artes se dedicaba a una actividad menos ligada a la cultura pero no menos interesante, fue fileteador. Visitaba los mercados, centros de acarreos, el puerto y pintaba carteles, imágenes y leyendas en los carros y los barcos. Era un hombre encantador con la sonrisa contagiosa. Delgado pero fuerte, vestía con decoro, usaba finos bigotes y cubría su cabeza con una boina vasca. Todos decían que el amor a la vida le salía por los poros. Mientras manejaba con gran habilidad su pincel tarareaba antiguas melodías que le recordaban a su infancia. En su inseparable maletín de cuero atesoraba infinidades de frasquitos con pinturas, algunos diluyentes y otros elementos indispensables para cumplir con su labor. Su trabajo se resumía en estampar frases e imágenes de la virgen rodeada de ángeles y nubes, pájaros, dragones, flores de cinco pétalos, corceles, banderas y sirenas eran las más comunes. Decoraba las barandas de los carros y de las cabinas de los barcos. Comenzaba el tiempo de oro del filete y el supo aprovecharlo y así dar vuelo a su talento e inspiración. Nunca más retornaron el vapor ‘Sud América’ ni Tommaso Gallucci al puerto de Buenos Aires. Fue de regreso del viaje que los trajera y antes de retornar a su destino, que fueron colisionados por el vapor " La France " el cual produjo su hundimiento; allí murió su único contacto con la familia lejana. Pasaron los años y la felicidad lleno la casa de hijos y nietos. Ellos como un ritual por el resto de sus vidas pasaban un domingo al mes paseando por el puerto soñando con sus lejanas costas doradas que se recortaban abruptamente contra el mar más índigo del mundo. Caminaban del brazo sin sospechar que sus descendencias ayudarían a forjar este país. Como legado confidente dejaron en el interior de su biblia escrito sus verdaderos nombres con algunos datos aclaratorios, quizás con los años venideros alguno de ellos con apellido francés y nombre italiano, no supiera el verdadero origen de esa tradición familiar.- FIN ----------------------------------- 2008 ---- Buenos Aires–(Argentina) Convocatoria Internacional Antología inaugural de poesía y narrativa - DNA Ediciones- finalista ======================================= PREGÓN DE VIDA En una pequeña población de pobres desempleados u obreros algunos derrotados y otros apáticos, está este pequeño espacio íntimo, poblado de susurros y surcado por los rayos de sol que se cuelan por las corroídas chapas del techo y dejando tenues círculos de luces sobre los muebles. Desde aquí se puede observar al mundo de varias maneras, los medios de comunicación a diario nos atiborran de forma visualy auditiva, sin escatimar en datos escabrosos y adelantos tecnológicos invadiendo todos los rincones nuestras mentes. Para apreciar los acontecimientos cotidianos hay varios acceso, dando unos pasos por el pasillo de cemento que conduce a la acera y por ésta al planeta en toda su magnitud o por la ventana que luego de abrir los postigos de goznes crujientes, se vislumbran los mismos rayos de luz cayendo impiadosos sobre el patio delantero, donde la tierra seca cruje al ser pisada. Aquí la ausencia de musgo y pequeños helechos nos presenta un desacostumbrado y claro panorama de desolación. El imponente sauce que se erguía majestuoso desde hace años que fuera el seguro cobijo de aves é insectos, ahora está ausente. Fue un árbol amigo que protegía a la casa del sol abrasador, ahora yace muerto y sus ramas en trozos diseminados por doquier, los nidos caídos y dispersos entre la hierba. Este ejemplar sano y hermoso fue derrumbado, no pudo soportar la fuerza del viento y se rajo estrepitosamente; Sus raíces abandonaron el seguro refugio de la tierra, ahora yacen a la vera del camino y su savia se evapora. Pero me dispongo a salir de nuestro hogar al tiempo que junto las cosas que llevare en esta oportunidady traspongo el rustico portón de madera. En ese momento don Alberto, el vecino que tiene su casa a la derecha de la nuestra, al cual le agrada permanecer por largos periodos de tiempo sentado en la acera observando los transeúntes y dialogando con todos. Me ve y se acerca con picardía al ver mis atuendos y apelando a todo su buen humor, se expresa con sorna – ¡Esta loco el clima! ¿Eh? – Sonrío y meneo la cabeza asistiendo pues comprendo que se refería a mi forma de vestir. Vimos a la distancia que se acercaba una cortina gris de pura agua y unos momentos después oímos llegar la lluvia fría acompañada de pequeños esferas de hielo. Los sonidos de las gotas y del granizo parecían saltar con furia sobre las chapas de cinc de los techos dejando escapar confuso sonido de estrepitosos bramidos que aquieta todas las palabras, al tiempo que nos refugiamos bajo el sólido alero de una despensa. Mientras me acomodo lo mas cerca de la pared para evitar las ráfagas, mi casual acompañante me observa desconcertado y aprovecho para instruirlo un poco - La humanidad vive en un letargo profundo y nadie mide las consecuencias - ¡Quieres crear conciencia! ¿Eh? - Así es, veo que me comprende. Pero todos saben que con solo reunirse no se solucionara nada. La falta de conciencia ecológica no es exclusiva de estos días, pues llego a este y a otros continentes de la mano de los conquistadores que ávidos de riquezas y sin importarles el destino posterior del territorio menospreciaron los conocimientos de los nativos los cuales mantuvieron en equilibrio el ecosistema por miles de años. Si es algo que he aprendido en la vida es que con solo dialogar no se resuelve nada, hay que tomar una actitud emprendedora en busca de un resultado viable. Luego el chaparrón cesó por completo. Me alejo vestido con mi nuevo traje púrpura y mi sombrero de copa, rojo fulgurante, del que pendían pequeños cascabeles. El aire fresco me da de lleno en el rostro y marcho seguro hacia la calle principal, haciendo sonar una maraca gigante, con la cual llamo la atención de los transeúntes que ríen, silban y se burlan de mi al ver he vencido el miedo a la ridiculez. Llevo escrito en un cartel adelante y otro atrás colgado de los hombros, haciendo de pregonero grafico, en el cual se puede apreciar desde lejos la leyenda ‘¡Protejamos la tierra!, ¡no queme la basura, entiérrela!’. Sé que en los días sucesivos los niños de las villas me imitaran colocándose cartones y seguirán mis pasos exagerando mi andar como hacer con los orates que recorren las calles, a estos pequeños los que animare con palabras bonitas y dulces a continuar mi derrotero, porque ellos son las simientes de la conciencia pública. –FIN --------------------------------------------------- Pregón de Vida (Cuento) 2010 ----- Córdoba (Argentina) Certamen Nacional – Antología 4º Certamen Internacional de cuentos y poesías- DNA-Difusión de Nuevos Autores =================================== ENTIERRO En el paraje Amanecer de la provincia del Chaco, además de otras familias de pequeños agricultores, estaban establecidos desde su niñez, Rosendo Jiménez y su hermano Damián. Hombres de pocos recursos económicos, que pasaban el tiempo entre cosechas y obrajes, sobreviviendo entre penurias y hambrunas. Ambos atesoraban una idea fantástica, que los mantenía unidos y planificando el momento de poder ejecutarla, la cual mantenían en total secreto. En las reuniones de la zona, algunos pobladores se persignaban a la vez que comentaban, que a la orilla del monte quemado (un lugar especifico donde un tiempo atrás se incendiara una fracción de terreno)y en algunas noches de calma, se podían ver al pie de un frondoso árbol de larga vida, que desde la tierra, brotaban columnas de fuego de brillo inusual, trepando por al tronco hasta perderse en el follaje. Si te acercabas de día, el tronco no presentaba rastro alguno, porque ese era fuego del oro, que no quemaba. Estas llamas eran de una tonalidad verde y solo aparecía de noche. Esto marcaría el lugar exacto donde fue enterrado el botín, formado por alhajas de oro y brillantes, productos de unos robos cometidos por el temido delincuente David Segundo Peralta, alias Mate Cosido, que lo escondiera allí para poder recogerlo luego. Este renombrado mal viviente, además de robar tendiendo emboscadas en los caminos y en los trenes, además de a pagadores de grandes empresas acopiadoras de algodón y forestales, ganaderos y comerciantes, realizó varios secuestros. Se desplazaba vestido como los peones rurales de la zona, o como viajante de joyería en las ciudades, para no despertaba sospechas. Sus escondites favoritos fueron la ciudad de Presidencia Roque Sáenz Peña, y Gancedo. Además contó con muchos colaboradores, algunos como Eusebio Zamacola, Francisco Malatesta, el Tata Miño, Marcelino Peralta y Cardocito. Pero sorpresivamente en 1939 se retiro del delito, perdiéndose todo rastro de su paradero. Solo se conocen especulaciones respecto de su destino y una de ella es que había sido acecinado en un paraje olvidado de la región. Desde entonces su alma rondaría custodiando el lugar. Pero si emprendían la búsqueda dos compañeros con coraje y justicia en sus corazones, podrían hallar el tesoro allí oculto y convertirse en hombres ricos. Pero de aparecer un pensamiento de codicia o de traición en alguno de ellos, todo se volvería cenizas y los buscadores hallarían la locura y posteriormente la muerte. Los hermanos acosados por las necesidades básicas de convivencia, se preparaban de acuerdo a los cánones preestablecidos. Fueron a misa, a confesarse y a comulgar, junto a las protecciones místicas y religiosas. Juntaron los elementos para realizar la perforación, como palas, pico y hacha. Cuando tenían todo listo para la tarea, después del ocaso, se dirigieron por la senda que conduce entrela vegetación, hacia la orilla opuesta del monte. Al llegar realizaron los preparativos pertinentes. Preparar una fogata que ayudaba a ver mejor, mientras rezaban con evidente temor. Con la pala y el pico cavaron alrededor del árbol señalado. Tropezaban con las raíces, hasta que hallaron el lugar que estaría libre de obstáculos, pues fue allí donde escondieran los valores. Después de unos momentos de arduo trabajo, allí estaba un lugar con la tierra sorprendentemente blanda y fácil de retirar, tanto que parecía estar recientemente removida. Los dos al mirarse y pensaron que era una señal positiva del finado que custodiaba el lugar, presurosos iniciaron la excavación. Al encontrar una baúl de madera de aspecto antiguo no muy grande, ahogaron un grito de asombro. Retiraron toda la tierra posible que cubría la tapa. El mayor, sujeto con fuerza el mango del pico y dio repetidos golpes, hasta hacer saltar trozos de astillas en todas direcciones y siguió azotando con fuerza colosal, hasta enterrar varias veces la herramienta en el interior de la caja. Seguidamente, ambos se abalanzaron torpemente a la boca del hoyo, en la tierra húmeda. Allí hundieron sus manos con mucha prisa en el interior de la caja, buscando el tesoro tantas veces añorado. En el accionar se empaparon las manos y los brazos revolviendo afanosamente el contenido que allí los esperaba. Hallaron trozos de vidrios junto a un elemento líquido y viscoso. Rosendo reconoció el hedor con pánico y con la respiración dificultosa, levanto la vista; pudo adivinar más que ver la chacra de Nicasio Gómez, que lindaba con este lugar. Con gran dificultad se dirigió hacia allí, pero cayeronunos metros más adelante y antes de perder la conciencia recordó cuando esa familia se instalo en esos terrenos. Todos juntos fueron destroncando y desmalezando el lugar, ya que en esa época era monte cerrado; esa fue una gran tarea para todos ellos, arrastrando los troncos a la orilla del predio. Las ramas que no se convertían en cerco, se vendían en el pueblo como leña. Además para mantener al grupo, junto a los productos de la caza, practicada en las inmediaciones. Llegaron en el año 1957, cuando gobernaba la provincia don Pedro Avalia. Traían consigo herramientas de labranzas, bueyes, caballos, chapas para el rancho y todas sus pertenencias en dos volantas. A llegar levantaron una casa grande de palos a pique y embarrada con cuidadas terminaciones, que además de ser un lugar seguro, poseía un alero, esto la hacía muy confortable. Desde su única ventana al norte, se podía observar una hermosa vista del sinuoso riacho. Este aunque no era muy profundo, abastecía de toda el agua que ellos necesitaban. Parado en su orilla, se podía divisar su lecho fangoso y sus peces a través de sus aguas cristalinas. Para agosto el aroma de la tierra prometedora invadía el aire tras el paso del arado y el revolotear de las aves sobre los surcos abiertos. Después de la siembra y cuando comenzaron las plagas a consumir sus esfuerzos, fumigaba con una mochila la plantación, y guardaba cuidadosamente los envases cargados y vacíos del letal veneno en una casillita retirada unos cien metros de la casa y construida para tal fin. La semana pasada una fuerte tormenta destruyo el techo de este lugar. Como ya no era segura para custodiar el peligro que encerraba, y como amenazaba otra tormenta, don Gómez tomo el viejo baúl que había pertenecido a su madre, el cual guardaba celosamente y lo relleno con los envases de estos productos y lo enterró a orillas del monte quemado, al pie del añejo Sauce para que nadie estuviese en peligro.-.............FIN. El puñal de Don Juan y las clavelinas El mediodía frio de ventarrones rugientes apago los sonidos y los ayees si los hubo, de don Juan, que herido de muerte fue abandonado en un callejón olvidado. Ese fue un hombre de rigurosidad y cortesía extrema, un lunar entre los vándalos desarrapados que no perdían oportunidad de molestarlo, pero que ninguno se le animaba a más. Allí quedo con los ojos secos observando sin ver la ciudad vieja, un típico arrabal marchito sin arrabaleros, que mudó con los años en un barrio miserables que ostenta como única atracción la aventura de internarse en los antiguos pasillos de los inquilinatos; estos mudos edificios con marcados vestigios de abandono, decorados con grafitis que surcan irrespetuosos todos los espacios y muchas veces rematan las frases con símbolos obscenos, al punto que podrían hacer palidecer a un clérigo distraído. La arquitectura usada aquí esgrime burdamente la creatividad tacita y la diversidad deambula ciega entre los escombros de otros tiempos. Don Juan había salido de la prisión hacia treinta años, a la que fue a dar tras uno de muchos duelos a cuchillos donde no se escatimaron en profundos tajos y algunos cadáveres. Por compadrito y razones propias del ambiente malevo ligadas a bailes, licores y faldas. Una de esas querellas lo confino por muchos años. Aun conservaba la rigurosidad de antaño mezclado con el andar silencioso del reo obediente al yugo brutal que mantuvo su semblante sombrío.Los que alegaban conocerlo decían que no volvió a frecuentar bares o garitos como en sus mocedades. Gobernaba su vida con los códigos de tiempos pretéritos. Impactaba ver la mancha carmín de la sangre seca sobre su impecable traje azul marino, como un grotesco ramo de rosas sobre su saco; aquellas prendas impolutas, libres de desprolijidades que pudieran enmudecer su altiva presencia de varón investido de bravura presente en sus ojos de gato salvaje. Con la mueca de una sonrisa prisionera en la comisura de sus labios atrapaba suspiros al son de sus piropos galantes. Pero no todo era un suave pasar en su vejez, muchas veces agredido verbalmente por los pandilleros irrespetuosos -- ¡ Juan!. Maldito matón de poca monta, muéstranos tu coraje. Cuchillero venido a menos! —decían –pero cuando se les acercaban, con suave elegancia desprendía los botones y corría con lentitud hacia atrás el faldón del saco con su mano derecha, con el ademan de quien está buscando algo oculto en su cintura, sin dejar de mirarlos. El momento congelaba las intenciones y los arremetedores retrocedían como autómatas; a buen trayecto cuando recuperaban el coraje emitían gritos de insultos pero conservaban la distancia. -- Un día de estos te vamos a matar viejo tramposo disfrazado de maniquí! Pero nada más ocurría, precavido y listo para resolver cualquier situación, observaba al grupo alejarse refunfuñando maldiciones desde su prudencia felina donde aprendió a vivir con las garras limadas. Nunca se había hallado el puñal que lo hiciera famoso por aquellos años, es que antes de ser detenido se lo dio en custodia a su madre y esta lo coloco bajo el piso de maderas y allí permaneció custodiado por el tiempo y el olvido, aun mas allá de la muerte de la anciana. Hombre pobre si los hubo fue don Juan, el día antes de su muerte visito a una anciana amiga y comprendió con tristeza que la pobre mujer necesitaría remedios y cuidados para sobrevivir en esos días invernales. Carente de otra prenda de valor, desenterró el facón que era una verdadera joya y lo vendió. Compro los remedios y unas clavelinas. Al verlo regresar con las florecillas lo atacaron sin darle tregua a lo que se defendió infructuosamente con el ramo, pues nunca más porto armas. La noticia policial fue breve, casi ínfima del varón acecinado en la vía pública, con fines de robo a los 83 años. Nadie supo que había cambiado su actitud beligerante que facilito el fin violento e impensado entre las hierbas, la sangre y la tierra revuelta. Aquel maduro periodista de arcaicos valores había visitado la comisaria en busca de noticias y al enterarse del hecho retrato de esta manera la historia urbana y dejo plasmado en aquel resumen los jubilosos años de esa urbe en decadencia. Aunque no había convivido con la violencia callejera de antaño, que despertaba en su curiosidad efluvios de recuerdos ajenos, relatados por otros colegas más antiguos en los pasquines deslucidos que conservaba su madre, encuadernados y envueltos en los estantes íntimos de la pequeña biblioteca de la sala. Los pocos recuerdos del surgir de esta comunidad dormían en los relatos de esas revistas y diarios de antiguas épocas. Aquel espacio físico emergió orondo desde la creación del robusto embarcadero con vista a convertirlo en el epicentro de las relaciones comerciales, inmigraciones constantes con un riguroso control de virtudes y baluartes que eran despojados de los recién llegados que se vendían, compraban o empeñaban al mejor postor a la par de sus trabajos, prendas y vidas. Allí mismo en derredor a la orilla y sin más requisitos que el que imponíala demanda acuciante, las atiborradas casas de inquilinatos al estilo chorizo ofrecían albergue, con algún pregonero cada vez que arribaba una multitud de desesperados y vividores en busca de sus ilusiones huidas. Los burdeles y los pequeños puestos de ventas de alimentos al paso se mezclaban en el cansino fulgor del día, pero por las noches muchas se animaban a los cambios de roles por las pedregosas calles de adoquines, el que en alguna oportunidad dando tropiezos y tumbos se encontró con Febo entreabriendo los ojos ardientes de lujurias y sueño en algún amanecer brillante, con sabor a alcohol mal destilado entre los labios. Sin dudar se ponía de pie trastabillando, sacudía las ropas y continuaba pregonando algún artículo. Pero aun sabiendo de esto los encumbrados titiriteros de los destinos ajenos llamaron a este chiquero ruidoso e irreverente nuestro esplendoroso Puerto de la Esperanza. Pero como a todo le llegó su caducidad y fue cuando se paró la miseria en una de las esquina al tiempo que el ferrocarril arribo desde el sur por la otra y los senderos que antes nos conducían por los entornos ahora nos alejaban de las luces, por las amplias avenidas que al madurar en rutas hicieron sabores de la velocidad para dejarnos arrumbados entre la promiscuidad y el rio; solo jirones de sueños perdidos convirtieron a este espacio de trajinares comerciales y zarabutero en un arrabal sórdido y gris al cual el titulo de receloso matón de esquina de duro cortos años. Hoy después de décadas de cambios, muchos de los actuales habitantes aun conservan la desfachatez pero han obtenido sus identidades sin respeto, facilitada por el arrebato y el pillaje, lejos de albergar una limpia victoria en un mano a mano, se apiñan en los baldíos a embriagarse y reñir entre ellos por razones banales cuando no están agrediendo a algún transeúnte desprevenido. Así concluyo la nota, que lo reivindicara como periodista de elite entre sus pares, remarcando la existencia de don Juan como el último bastión emblemático del arrabal, que marco su impronta traída de una generación legendaria, con el abnegado respeto como símbolo de coraje e hidalguía. Pero todo su parafraseas, giros y expresiones románticas quedaron secretamente empañadas al ignorar el lamentable hecho de que Juan en sus años de mequetrefe había convertido en joven viuda a su madre.- FIN ----------------------------------------------- 2009-------------Buenos Aires (Argentina) Segunda mención- Certamen Internacional -Tema: Arrabal Centro Cultural del Tango Zona Norte, Correspondiente de la Academia Nacional del Tango ======================================
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