Un día tan normal, llegué a estos calores inmensos, donde más que el sol de esta ciudad me quemaban las ansias por verte;
ya no entendía los impulsos erráticos de mi cuerpo que latía a su propio ritmo, que me gritaba en silencio
que era necesario encontrarte, que me reclamaba que ignoraba la dirección exacta donde debía buscarte... y así sufrí la espera de una noche.
Sufrí la espera de solo escucharte al teléfono, para que después solo quedara en el lugar de tu 
voz un eco, porque las circunstancias decidieron quemarme un poco mas con las ansias...subirle al
grado de mi desesperación y llevándome casi al borde de la locura.
Y no sabía por donde empezar a expresar mi locura, no sé si me importaba verme evidente,
si podía serguir mordiendo tanto sentimiento entre mis dientes para que no saliera el grito y tu supieses todo 
el embrollo que llevaba dentro... ya no supe.
Un día tan extraordinariamente normal... fue el día que ya no supe como rayos buscar la excusa perfecta para
que mis ojos te vieran y se llenaran de tu presencia, no sabía que inventar para al fin realizar el encuentro... no sabía que decir.. lo raro es que tenía tanta imaginacion para sacar las excusas de mi manga, era tan ágil para explicarlas y persuadir.. pero contigo ya no me funcionaba..
un día tan normalmente extraordinario ya no supe qué fue de ellas...  no supe por acuál coladera se fueron mis excusas, no supe en qué rincón se escondió mi imaginación...
Y entonces ese dia no hubo más excusa que la de mi corazón latiendo, 
no hubo más que hacer mas que obedecer lo que me dictaba, no hubo más enredos...solo claridad
tenía que verte, necesitaba verte y otras cosas más.
Y entonces ese día valiéndome de la primer excusa, rogándole a las patas de mi cama que me 
concedieran el honor de que aceptaras... te pedí que me acompañaras y fue tan mágico en ese momento 
un simple SI...
Y ese día, el indicado para triunfar y volverme loca porque después de tanto anhelar estar cerca de ti... parecía terminar
mal por ciertas circunstancias. Mis ánimos bajaron, la noche caía mas tarde y yo pensando en que había "valido madre"... la puerta se oye y yo pensando que era todo el mundo detrás tocando..todo el mundo menos quien de momento era mi visita mas ansiada y esperada: tú.
Y desganada por mis propios pensamientos negativos...me levanté del sillón que casi me gritaba que ya dejara de estar
tiradota en el... con paso más lento que de tortuga fui a la puerta... di cienmil vueltas a la llave y al abrir... SORPRESA: ERAS TÚ.
Al fin lo que había esperado tanto estaba frente a mi, a escasos centímetros de mis manos, de mis brazos, tu figura tan ya dentro de mis ojos... y estabas ahí, era cierto... no estaba soñando... no me tardé nada en reaccionar, mi cuerpo solo se impulsó hacia tí y mis brazos se extendieron para rodearte...puedo decir que si no he visto el cielo gracias a ese momento ya me lo puedo imaginar..
Probé una nueva mezcla de sentimientos, emoción...paz, ternura y euforia y una felicidad que se me notaba en una sonrisa más grande que mmi propia cara... y fué ese el día extraordinariamente normal, un jueves... donde ya no pude callar, un día donde tenia que hablar, decir tan pocas palabras que me podian evidenciar... decir tan pocas palabras pero empezar a ecribir una gran historia.. y fue asi...como ocurre mi dia mas extraordinariamente normal .