Por amor a ti: sembré unas rosas, luego te las di...
con singular enjundia, acaricié, mordí, besé toda tu piel, a tus mucosas hasta donde mi lengua pudo y alcanzó... hasta desfallecer...
si... por amor a ti,  te entregué mis sueños pálidos y los más coloridos, mis proyectos ingenuos y hasta los maquiavélicos, mi confianza clara, la tuerta y la cegada, hasta te protegí en mis brazos con ternura... y si llegué a arañarte, a darte tus nalgadas o estrujarte violento, fue porque lo pediste...
por ese mismo amor... otras tantas veces apasionadamente disfruté el poseerte abierta, solo para mí a mitad de la cama... te entregué mi cuerpo, sobretodo la parte que tanto te gustaba, la que hacía enrojecer tus senos, tu cara y que solías beber...
Pero no voy a hacer el cuento largo. Terminaste conmigo por esto o por aquello. Racional parecías con el control de todo y te fuiste feliz con quien me sustituye dejándome abatido y con sensación de pérdida valiosa e irreparable.
Llanto, dolor, ira, rabia, amargura, desencanto, un duelo complicado entre mis depresiones y ansiedades... todo!, si quieres todo a la vez!
Ahora es tiempo de hacer a un lado el drama... así que grito!, proclamo a los 4 puntos cardinales si ustedes quieren aún llorando!, se terminó el amor, no la capacidad que tengo para volver a amar: 
y por amor a mí, reclamo aquellas rosas y las pongo donde deben de estar: en mis manos!
que por amor a mí, entrego las caricias que soy capaz de dar a mis zonas erógenas, lubricadas y erectas... masturbado y menos turbado!
Y por supuesto, me regreso mis sueños, mis proyectos, mi ternura... y mi confianza en mi! me devuelvo, de una vez por todas... mi amor... mi amor por mi!... y así, quizá mañana, surgirá un nuevo amor...