El Gasista
Publicado en Mar 18, 2014
María conoció a Luis cuando le cortaron el gas por fallas técnicas en el edificio donde vivía. Inmediatamente, se convirtieron en amantes. El era joven y hacía el amor de maravillas. Luis estaba casado y María cada día más enamorada de ese hombre que la enloquecía de celos y pasión desmedida. Ella intentó hacer un escandalo en la apacible vida hogareña de Luis. Él no se lo toleró, jamás dejaría a su mujer. "Lo nuestro es de cama a cama, María, no dá para más, tengo mi vida y mi familia" -le dijo Luis en varias oportunidades-. Mujer sola y desamparada rogó para que él volviese. A decir verdad María era más dura que las piedras y filosa como una navaja, pero jugaba el rol de sumisa y desprotegida, hasta el momento en que era evidente el salirse siempre con la suya. Lo esperó en el café de siempre, ensayó un lagrimeo mientras él tardaba y se hacía desear. Finalmente, una hora mas tarde Luis llegó... antes de que ella llorase, él le comió la boca a besos. Pagó la cuenta. Fueron al motel de siempre, hicieron el amor carnal hasta quedar los dos exhaustos y rendidos, como siempre. "Adiós Mary", dijo Luis. ¿Cuándo te veo? -preguntó ella. Cuando me veas amor, cuando me veas. Salieron, cada cual por su lado... ella se sentó en un café y lloró amargamente. ¿Por qué llora señorita? -preguntó el mozo. Es que se murió mi gato -contestó ella. El mozo le sirvió una grapa. Llegó a su casa borracha. Se fue a dormir. ¡Qué dolorosa es la desesperanza de quién espera un llamado telefónico, un sms, un mail! El que espera desespera y no hay nada que hacer, solo esperar o permitirse olvidar.
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Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
Felicitaciones
maria del rosario
GRACIAS GUSTAVO
besos.