Ni anciano ni pastor (Diario)
Publicado en Mar 25, 2014
Ni capitán ni almirante, ni anciano ni pastor, yo sólo soy un currante, yo sólo soy un currante, pero vivo por amor. No he nacido para santo, ni necesito loor, yo vivo y mientras tanto, yo vivo y mientras tanto, me aguanto el dolor. Ni bebo para olvidarte, ni bebo por afición, yo sólo voy adelante, yo sólo voy adelante, que para mí es lo mejor.
Algunos latinoamericanos (de manera especial andinos aunque los hay de otros países) creen que los españoles del Siglo XXI (entre los cuales me siento muy sanamente orgulloso de serlo) somos algo así como gilipollas o algo parecido cuando los verdaderos gilipollas, y en verdad que gilipollas, lo son ellos. Me estoy refiriendo a los Latin King, a los Ñetas y a la leche que han mamado a todos esos pandilleros por culpa de los cuales están pagando justos por pecadores. No todos los latinoamericanos son culpables de sus idioteces pero suele pasar que, por culpa de unos pocos marranuzcos, tengan que pagar otros que son muy honrados y muy honestos. Se creen más vivos que los gallitos de corral. ¿Será por eso que la mayoría de esos pocos estúpidos llevan las crestas de su pelo a lo Neymar y pegado con azúcar? Cada cual tiene su propia manera de presentarse ante la sociedad pero eso de la cresta de pelo con azúcar (como si fuesen los últimos mohicanos) a mí me parece una ridiculez. Y algunos, y me refiero solamente a los pandilleros, son tan marranos que no sólo llevan azúcar en el pelo sino que hasta meten pelos en el azúcar, lo cual es el colmo de la marranez. Se creen más vivos que los gallitos de corral porque creen que mola la viveza criolla. ¿Qué es la viveza criolla? Querer ser más listos que nadie (aunque son los más tontos que ha parido la Tierra) para mentir, engañar, estafar o robar y, por eso, el gran pensador ecuatoriano Benjamín Carrión Mora dejó escrito (como yo he analizado también en mi Ensayo titulado "El pensamiento vivo de Benjamín Carrión") que la viveza criolla era uno de los peores males que tienen sus propios compatriotas porque la viveza es un lastre, una pesada carga de subdesarrollo mental que es el peor de los subdesarrollos que pueden existir en quienes se creen más vivos que nadie.Y en verdad que es cierto. Yo he tenido que soportar a muchos vivos de estos cuando estuve trabajando en las Américas. Vienen a corrales ajenos (España por ejemplo) a intentar bacilarnos con sus mentiras, engaños, estafas, robos y otras acciones que no reproduzco porque son impublicables cuando existe la educación que ellos no tienen, alegando la estupidez de que se lo enseñaron los españoles de los siglos XV,XVI y XVII. Pero es que resulta que nosotros los actuales españoles somos del Siglo XXI y nada tenemos que ver con aquellos otros españoles de siglos pasados. Lo que no van a conseguir jamás esos pandilleros de mierda es que los españoles del Siglo XXI les vamos a tener miedo o vamos a consentir sus ataques a la sociedad por mucha azúcar que les pongan a sus crestas de pelos que más parecen gallitos de mierda en lugar de los gallitos de pelea que ellos se creen. O viven aquí cumpliendo nuestras leyes de convivencia democrática o que se marchen ya de una puñetera vez a sus países de origen (me da lo mismo el país del que sean) donde, por desgracia y lo he comprobado a través de mi propia experiencia, también hacen los mismo contra sus propios compatriotas y en sus mismos países. Ese es el "amor" que tienen por su patria y esa es su clase de "patriotismo" de la que tanto alardean mientras les importa una mierda la mala fama que están teniendo sus compatriotas por culpa de ellos que sólo son mierdas nada más. Yo soy español y he nacido en tierra de Conquistadores y me siento sanamente orgulloso, y mucho más sanamente orgulloso de lo que ellos creen, de ser español y de haber nacido en tierra de Conquistadores. Si tienen algo que alegar que se olviden de nosotros los españoles del Siglo XXI (a los cuales pertenezco y a mucho honor y con mucha honra) y reclamen a la Historia de aquellos pasados siglos de los cuales ni pertenecemos ni tenemos la culpa de que pasara lo que pasara. Deberían estar agradecidos cuando les hemos dejado entrar en nuestra patria España cuando sólo eran unos pobres diablos sin oficio ni beneficio. Yo he trabajado en las Américas y siempre he respetado las leyes de sus países donde he trabajado siempre con hombría de bien, con respeto, con educación y con cultura (cosas que ellos ni tan siquiera conocen lo que es) y hasta he tenido que soportar sus vivezas (y tengo una buena colección de ejemplos) incluso en sus propios países. Me refiero a los sinvergüenzas que, por su culpa, otros latinoamericanos están siendo rechazados sin tener culpa alguna. Pero estos marranuzcos no tienen ni tan siquiera la hombría de comportarse como hombres porque quizás hasta sean maricones disfrazados de punkis o disfrazados de señores de alta alcurnia. De todo he visto yo en sus países y podría contar muchas historias verdaderas vividas por mí, acerca de esa estúpida viveza que les hace ser unos subdesarrollados mentales cuando se las dan de vivos creyendo que los demás estamos muertos y que nos les vemos y no nos damos cuenta de sus marranadas ilegales. Si algunos de ellos quieren ir con el pelo con crestas a lo último mohicano me parece bien siempre que nos respeten a los demás. Mientras no suceda eso para mí son unos esperpentos, unos espantajos y unos indeseables que, por su culpa, están pagando justos por pecadores. ¿De verdad se creen que nos meten miedo? Yo cuando les veo de uno en uno (que es cuando caminan con la cabeza gacha como si fuesen lindos corderitos que no han roto ni un plato) o cuando los veo en grupos (porque así de maricones son) es que me río de Janeiro y Garganta se atraganta y tal y tal y tal y también cual y cual y cual. No estoy pirado sino que me estoy cachondeando de todos ellos juntos o por separado. Yo me gano mi paga mensual trabajando como un verdadero hombre, sudando como un verdadero hombre y viviendo como un verdadero hombre y, por supuesto, no voy a permitir que me roben ni un solo céntimo de mi sueldo. ¡A la mierda! ¡Que se vayan a la mierda porque como son una mierda a la mierda pertenecen! Y ahora vais y lo leéis y lo contáis y lo tuiteáis y se lo decís a vuestro Correa de mi parte porque a mí nunca jamás me ha dado miedo contar y cantar las verdades, nunca jamás me da miedo contar y cantar las verdades y nunca jamás me va a dar miedo contar y cantar las verdades aunque sea al mismísimo lucero del alba. Así que si vuestro Correa se entera pues mejor que mejor. Eso mismo es lo que estoy deseando. Hasta nunca, orangutanes. Y que me perdonen los millones y millones de latinoamericanos y latinoamericanas que no tienen la culpa de que existáis y a los cuales aprecio y respeto con toda su dignidad y la mía. Por culpa de unos majaderos pagan justos por pecadores por muy democráticos que seamos.
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