Un día, acuerdo con mi conciencia que lo mejor es no darle rienda suelta a mis emociones, reprimir los anhelos y las pasiones, después de todo, no hay futuro en este inicio contigo...
 
Otro día, la piel tiene más fuerza, me convence de que no importa el futuro que no habrá, que lo importante es tu cercanía en el presente, tu dulce respiración cerca a mi oído, tus labios cálidos fusionándose con los míos, y tus brazos fuertes abrazándome contra, junto a tí...
 
Luego pienso, qué más da, la vida es una, hay que vivir el ahora, tener historias que recordar... y luego recuerdo que no me es posible estar junto a ti sin entregarte un poco de mi esencia, en cada beso, con cada abrazo, y que aunque tenga claro que no hay futuro contigo, mi corazón no lo entenderá y siempre guardará la esperanza de que le correspondas no solo con la piel...
 
La duda permanece a mi lado como compañera, mis acciones quedan suspendidas en el tiempo esperando una decisión final... aunque finalmente, simplemente las cosas serán, como deban ser, cuándo mis emociones se encuentren en un solo sentir con las tuyas, y cuando mi conciencia se encuentre con tu razón.
 
Abrimos una puerta y eso, después de todo, lo cambia todo...