Gracias Gabriel García Márquez
Publicado en Apr 18, 2014
Paz en la tumba del periodista, del escritor… de Gabo, donde revolotearán las mariposas amarillas y donde siempre se sentirá el olor de la guayaba, porque no importa dónde repose su cuerpo, su alma siempre vivirá en Macondo y en el mundo del realismo mágico.
"Lo único que me duele de morir, es que no sea de amor". Gabriel García Márquez.
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Enrique Gonzlez Matas
ENHORABUENA POR TU HOMENAJE.
Elvia Gonzalez
Marìa Vallejo D.-
Tanto puede decirse, escribirse de nuestro Nòbel, que jamàs terminarìamos,Tus letras, seguiràn con nostros cubriendo cien años de soledad y màs.
"Así es -suspiró el coronel-. La vida es la cosa mejor que se ha inventado".
Amiga, gracias por tus letras,
PAZ EN LA TUMBA DE NUESTRO COMPATRIOTA, PERIODISTA Y ESCRITOR.
Un abrazo
Luz Margarita Cadavid Rico
"Quiero morir mi muerte a bocanadas" ....
Luto en Colombia y en el mundo de las letras. ¡¡ MACONDO RIE!!
¡¡GRACIAS SIEMPRE Y RECIBE MI ABRAZO!!
Por favor lee esto:
Canción a 'LOS CIEN AÑOS DE MACONDO'
Me voy para Macondo ya
Los cien años de Macondo sueñan, sueñan en el aire
y los años de Gabriel trompeta, trompeta lo anuncian
encadenado a Macondo suena don Jose Arcadio
y ante el la vida pasa siendo remolinos de recuerdo
la tristeza de Aureliano cuatro, la belleza de Remedios violines,
las pasiones de Amaranda guitarras, y el embrujo de Melciades
oboe, Ursula cien años, soledad Macondo
Ursula cien años, soledad Macondo
coro
Eres epopeya del pueblo olvidado
forjado en cien años de amores e historia
Eres epopeya del pueblo olvidado
forjado en cien años de amores e historia
imagino y vuelvo a vivir en mi memoria quemada al sol
Mariposas amarillas Mauricio Babilonia
mariposas amarillas que vuelan liberadas
mariposas amarillas Mauricio Babilonia
mariposas amirillas que vuelan liberadas
Los cien años de Macondo sueñan, sueñan en el aire
y los años de Gabriel trompeta, trompeta lo anuncian
encadenado a Macondo suena don jose arcadio
y ante el la vida pasa siendo remolinos de recuerdo
la tristeza de Aureliano cuatro, la belleza de Remedios violines,
las pasiones de Amaranda guitarras, y el embrujo de Melciades
oboe, Ursula cien años, soledad Macondo
Ursula cien años, soledad Macondo
coro
Eres epopeya del pueblo olvidado
forjado en cien años de amores e historia
Eres epopeya del pueblo olvidado
forjado en cien años de amores e historia
imagino y vuelvo a vivir en mi memoria quemada al sol
Mariposas amarillas Mauricio Babilonia
mariposas amirillas que vuelan liberadas
mariposas amarillas mauricio babilonia
mariposas amirillas que vuelan liberadas
https://www.youtube.com/watch?v=TV_xnxAsgHE
Y esta entrevista que titularon " Sonata inocente"
Sonata inocente
Muchos lectores me preguntan sobre la relación de mis libros con la música. Yo mismo, más en serio que en broma, he dicho que Cien años de soledad es un vallenato de 400 páginas y que El amor en los tiempos del cólera es un bolero de 380. En algunas entrevistas de prensa he confesado que no puedo escribir con música porque le pongo más atención a lo que oigo que a lo que escribo. La verdad es que creo haber oído más música que libros he leído, y pienso que no me queda mucho por escuchar desde Juan Sebastián hasta Leandro Díaz.
La mayor sorpresa me la llevé en Barcelona cuando dos jóvenes músicos me visitaron después de leer El otoño del patriarca, cuya estructura les parecía inspirada en la muy compleja del Concierto para piano número 3 de Béla Bartók. Llevaron gráficos demostrativos que a ellos les parecían terminantes. No los entendí, por supuesto, pero me sorprendió la coincidencia, de que en los casi cuatro años en que escribí el libro estaba muy interesado en aquellos conciertos, y sobre todo en el tercero, que sigue siendo mi favorito.
Quiero decir con todo esto que no me sorprende ahora si un músico de méritos grandes cree encontrar elementos de composición musical en El coronel no tiene quien le escriba, que es el más simple de mis libros. Es cierto que lo escribí en un hotel de pobres de París, en condiciones espartanas, mientras esperaba una carta con un cheque que nunca llegó. Mi único consuelo era la música de un radio prestado. Pero ignoro por completo las leyes de la composición música, y mal podría escribir un cuento con una estructura diatónica deliberada.
Creo, eso sí, que un relato literario es un instrumento hipnótico, como lo es la música, y que cualquier tropiezo del ritmo puede malograr el hechizo. De esto me cuido hasta el punto de que no mando un texto a la imprenta mientras no lo lea en voz alta para estar seguro de su fluidez.
Las comas son esenciales, porque imponen un ritmo a la respiración del lector y manejan sus estados de ánimo. Es lo que llamamos las comas respiratorias que pueden permitirse inclusive trastornar la gramática a cambio de preservar el acto hipnótico de la lectura.
Si esto es lo que quiere saber mi admirado Germán Borda le contesto que sí: no sólo El coronel sino hasta el menos significante de mis párrafos está sometido a ese rigor armónico. Sólo que a los escritores intuitivos no nos conviene explorar demasiado estos misterios técnicos, pues en este oficio de ciegos no hay nada más peligroso que perder la inocencia.
Gabriel García Márquez
Un Abrazo Macondiano GUSTAVO
Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
Felicitaciones Luz