Yo debí conocerte en una noche de invierno
Donde hace demasiado frio para no mostrar los cuerpos,
Y así no fijarme en tus piernas perfectas, en tus hombros armónicos, en tus espalda compacta
Yo no debí prestarle atención a los poemas que leíste de Borges
Ni engancharme con tus canciones de pop español que hablaban sobre  amores quiméricos,
Yo no debí intentar no dormir esa noche y perderme el evento  de tenerte conmigo durmiendo,
Yo no debí invitarte a salir ese día y tener la esperanza de no enamorarme,  de salir ileso,
Yo no debí arriesgarme contigo, ni mostrarme completo,
o de estar tan dispuesto para hacer lo que quieras conmigo,
yo debí estar distraído como siempre lo estoy, pero mi memoria frágil que lo olvida todo y mi
Concentración se burlaron de mí y justo ese día se les dio por funcionar,
Yo no debí jugar hacerte masajes, ni respirar de tu cuerpo, ni aferrarme a tu espalda como si el
mundo se fuera acabar,
Tú no debiste mostrarte tan tierna, ni ser tan amable, debiste engañarme y no ser tan lista,
mostrarte aburrida, debiste fingir que no eras sensible, ni tan ocurrente, debiste ocultar tu dulce
carácter, pudiste evitar toda esta catástrofe,
sin embargo míranos aquí, yo improvisando cada día  para ti, creyéndome un cuento que nadie escribió y tú jugando conmigo, pasando el momento para distraerte y yo cada vez más enamorado
que no sé cuanto podrá aguantar este corazón magullado los golpazos que das entre olvido y descuido de un amor desgraciado
yo no debí concentrarme contigo, y olvidarme del mundo,
yo no debí escribir estas letras, ni prolongarme tanto, ni ser minucioso en describir lo que pasa
yo no debí dejarme llevar por tu tono de voz, por tus ojos solares, por tu risas perfectas
yo debí poner resistencia, y negármelo todo, evitar todo esto
yo debí disfrutar el momento, ese minúsculo instante, de los lapsos divinos que compartes conmigo
yo no debí atesorar el momento, o que me ganen las ganas de quererte hasta el fin
yo debi tomarlo con calma, respirar un momento, darme cuenta que estas cosas no pasan
que el encanto termina, se nos cae la noche y las horas se acaban y como siempre tú te tienes que ir.