EL ECO DE LOS ALARIDOS NOCTURNOS
Publicado en Sep 09, 2009
EL ECO DE LOS ALARIDOS NOCTURNOS.-
Las sucias alas ya desgastadas por la brea del carmesí desprecio se han desprendido ya de esta silueta sin sombra, y fueron devoradas por el espíritu de la tierra. ¿Cuál es el precio? no tengo la culpa de que domines los latidos de mi corazón ni tampoco la algarabía de mi sangrar. Si te pregunta el viento por mí dile que estoy martillando las letras que jamás escribí o ríe con el mar, entrégate a la brisa sin dar razón. Talvez sea lo mejor lo preciso mas no lo correcto. Los árboles ríen sordos, cuando las punzadas en mi resurgen pues ellos ven aquella figura, es la pulcra cicatriz de este mirar. Pero no importa, pues devoro toda esta miseria antes de dormir y cuando apago esta luz se que no estarás, pero llamas a mi puerta y no puedo abrir apago la luz y suena la puerta y no estas ahí. Nunca nadie dijo que seria malo crucificar toda la poesía yace ausente afuera la portada del poemario mas hermoso jamás leído en la penumbra de mis lagrimas, el cielo llora con migo y libero de esta jaula, todo el rimar deshojando todo aquel ruido vuelan las paginas en la noche, y escucho el eco, las letras lloran -¿PUEDES OIRME? ¿PUEDES SALVARME? ¿PUEDES OIRME? Todos los árboles danzan, se les ha tatuado una centena de constelaciones fluorescentes con letras lunares de tinta en su madera que poco a poco se decoloran con la lluvia pero yo no puedo limpiar la sangre de mis manos -¿PUEDES OIRNOS? ELLA ESTA CERCA, ¿LA SIENTES? CON EL ARCO IRIS ESTA RIENDO Me transformare en jade para esconder el llanto pues mi rostro nunca será libre de todos estos gestos y que al alba de los girasoles, los mudare en tu mengua cundo me niegues tus ojos. El dolor en mi resurge, en la estela de tu recuerdo el desangre acontece la transparencia de tu voz. Si pudieras oírme, si pudieras salvarme. Cántale al trino de canarios que no te lleno mi presencia, que estas letras necias no tenían sabor alguno escríbele a las mariposas que fue el peor don este que se me concedió. Ahora después de la lluvia, soy una frígida voz, apenas un susurro, ya no mas jade, mi quijada se ha desencajado, y mi lengua flota en el vacío, desde un grito de luz que desgarra mi aura donde estará cautiva tu silueta, como si fuese el balcón de tu castillo. Y se que fue tu cómplice aquella tormenta, para clavar mi llanto a esta tierra, las venas forjadas de imágenes grises de toda esa jungla de lunares lamibles, ya no hay ecos en el sopor de tu vortice eterno donde esta inconciente mi existir, y con el brío de tus labios yo solo se que para mi no existe el cielo. Y ahora soy un alarido uno nocturno. Mil veces doble mi cuerpo, para calmar el ardor que guardo y tu ausencia me viste de negro poniendo luto a lo que hablo pues que mas dolor si no te tengo, para compartir el ocio eterno que mas da llorar sangre si se que no tengo maldito consuelo. Y soy un alarido, uno nocturno...somos unos alaridos unos nocturnos.-¿PUEDES OIRME? ¿PUEDES SALVARME? ¿PUEDES OIRME?
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lourdes aquino
Hoz Leudnadez
Karen Elizabeth Mejia Galvan
Hoz Leudnadez
doris melo
saludos Doris y te deijo estrellas