I - El enigma de los cuadros
Publicado en Aug 01, 2014
Pasillo asimétrico y oscuro, tan oscuro que no podía ver un metro más allá de mí y si miraba para atrás algo terrible sucedería. El temblor comienza, hay felices retratos, aparentemente familiares, colgando de la pared, que al empezar el temblor comienzan uno a uno a caer. En esos momentos no recuerdo nada, no sé cómo llegue ahí, como tampoco sé si fue el temblor el que me dejo depositada en el piso. El temblor no cesa y yo permanezco tirada en el piso y rodeada de retratos que su sola presencia hace que no pueda reaccionar, me quedo observándolos con una mezcla de terror, desagrado y un dolor que me muerde el alma. Sé que conozco profundamente a cada una de esas personas pero ahora me resultan completamente ajenas y extrañas.
“Se trata de cuadros” pensé entonces, pero desconocía también lo que eso significaba. Continuaron cayendo a mi alrededor, poseían una perfección tan artificial, tan actuada; todo perfectamente enfocado y encuadrado, con fondo blanco, iluminación de estudio y un fino marco de madera clara en muchas ovalado; todo eso provocando una perfecta antítesis con las paredes y suelo en el que ahora yacían, los cuales consistían en grises y viejos ladrillos casi medievales completamente mojados por la humedad y como si de un pasadizo secreto o mazmorra se tratara, apenas iluminado. Sin salidas, ni puertas ni ventanas, supe entonces que la salida estaba en cada uno de esos cuadros. Y en medio de toda esa indescriptible confusión de los sentidos... “me quedare aquí para siempre” pensé. La poca luz que quedaba se cerró a mí alrededor y todo desapareció, incluida yo.
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Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
FelicitacionesZeth
Zeth Gianfrancesco